"En 15 años casi nadie ha hablado del sufrimiento de la población somalí"

Josep Prior, coordinador general de MSF en Somalia, ha sido testigo de la llegada al poder de los Tribunales Islámicos en la capital, Mogadiscio, tras 15 años de dominio de los señores de la guerra. A continuación, Prior analiza cuál es la situación actual en el país y cómo están los proyectos de MSF.

MSF
15/06/2006

¿Cómo recibió la noticia de la toma de Mogadiscio por parte de los Tribunales Islámicos?
La verdad es que nadie se lo esperaba. Hacía 15 años que el país estaba tomado por los señores de la guerra y nadie imaginaba que la situación pudiese cambiar de la noche a la mañana. Ha sido una sorpresa.

Desde su punto de vista, ¿cómo cree que ha reaccionado la población civil ante la nueva situación?
Aún hay muchas cosas por ver pero una cosa está clara: la gente estaba cansada de tantos años de caos y anarquía y del dominio de los señores de la guerra. En Somalia no funciona nada: no hay agua, ni electricidad, ni escuelas, no hay acceso a la salud, no hay sistema de recogida de basuras, ni tribunales ni policía... Tampoco hay trabajo, ni ninguna perspectiva de futuro para la gente. La población desea un cambio con todas sus fuerzas. Al tratarse de una alternativa diferente a la de los señores de la guerra, los Tribunales han recibido el apoyo de la mayoría de la población.

¿Cuál es el balance de la situación humanitaria tras los últimos cuatro meses de combates?
Afortunadamente las partes en conflicto han respetado bastante a la población civil. No se han producido grandes desplazamientos, ni saqueos ni violaciones ni ataques directos a civiles. Lo único destacable fue la ocupación del Hospital de Kisani del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) por parte de las milicias. Ha habido civiles heridos pero ha sido a causa de balas perdidas y de manera indirecta.

¿De qué manera ha afectado esta inestabilidad a los proyectos de MSF?
Sólo dos de nuestros ocho proyectos han resultado afectados. En el distrito de Yaqshid, Mogadiscio, estábamos a punto de poner en marcha una campaña de vacunación contra el sarampión. Íbamos a vacunar a 150.000 niños. Hace 10 años que no se lleva a cabo una vacunación así en Mogadiscio. Debido a los combates hemos tenido que suspender la vacunación indefinidamente. La clínica ha conseguido funcionar la mayor parte del tiempo, a pesar de los combates.

También hemos evacuado al personal internacional de Jowhar, donde tenemos seis clínicas, y también allí hemos tenido que parar la campaña de vacunación de sarampión. El proyecto ha funcionado con el trabajo de nuestro personal nacional pero hace dos días tuvimos que parar las actividades por el aumento de las tensiones. (La ciudad ha sido tomada hoy mismo por los Tribunales Islámicos. Los combates han sido cortos y parece que ha habido pocos muertos y heridos. MSF espera regresar dentro de pocos días, cuando la situación se estabilice).

¿Cuáles son las principales preocupaciones humanitarias que tienen los equipos de MSF en el país?
Nuestra principal preocupación es el abandono. Somalia lleva años sumido en el olvido y ahora se habla del país por lo que está ocurriendo pero en 15 años casi nadie ha hablado del sufrimiento de la población civil. El país está destrozado y no funciona nada. La inseguridad hace que apenas haya presencia de ayuda externa (somos poquísimas las ONG que trabajamos en el país).

La gente se muere de enfermedades curables porque sencillamente no hay acceso a la salud. La mortalidad infantil es elevadísima: uno de cada 10 niños muere al nacer y de los supervivientes, uno de cada cuatro muere antes de llegar a los cinco años Las epidemias –de sarampión, malaria, cólera...– son frecuentes y devastadoras, lo mismo que sequías y hambrunas. Es el país del mundo con la prevalencia más alta de tuberculosis. La polio está erradicada en casi todo el mundo y Somalia es uno de los pocos países donde todavía existe. La esperanza de vida no llega a los 47 años. Por eso, nuestra prioridad es volver cuanto antes para retomar nuestras actividades.