Afganistán: MSF condena la violenta intrusión armada en su hospital en Kunduz

Médicos Sin Fronteras (MSF) condena la violenta intrusión de miembros armados de las Fuerzas Especiales afganas en el centro médico de trauma y cirugía de urgencias que la organización tiene en Kunduz, Afganistán. El incidente supone una violación inaceptable del Derecho Internacional Humanitario que protege a los servicios sanitarios de los ataques.

MSF
03/07/2015

El pasado miércoles 1 de julio, a las 14:07 horas, militares fuertemente armados de las Fuerzas Especiales afganas accedieron al centro hospitalario de MSF, acordonaron la instalación y comenzaron a disparar al aire. Los miembros de las Fuerzas Especiales agredieron físicamente a tres trabajadores humanitarios de MSF, entraron armados en el hospital y procedieron a arrestar a tres pacientes. Durante el arresto, el personal del hospital trató de garantizar en todo momento la continuidad de la atención médica a los tres pacientes y, mientras éste tenía lugar, un miembro del equipo de MSF fue amenazado a punta de pistola por dos militares. Tras casi una hora, los soldados afganos liberaron a los tres pacientes y abandonaron el recinto hospitalario.

"Estamos consternados por este incidente", afirma Bart Janssens, director de Operaciones de MSF. "Desde su apertura en 2011, el centro de trauma y cirugía de urgencias de Kunduz ha sido un lugar donde todos los pacientes pueden recibir atención médica y quirúrgica gratuita de forma segura. Este grave suceso pone en riesgo las vidas de miles de personas que confían en esta instalación de tratamiento de urgencia".

El centro de MSF es la única estructura sanitaria de este tipo en toda la región noreste de Afganistán que brinda una atención vital de traumatología de alta calidad. En 2014, más de 22.000 pacientes recibieron tratamiento en el hospital y se realizaron más de 5.900 intervenciones quirúrgicas. MSF ha sido capaz de proporcionar esta asistencia en un entorno tan volátil garantizando que sus actividades médicas son reconocidas y respetadas tanto por la comunidad como por todas las partes en conflicto.

MSF tiene una estricta política que prohíbe la entrada con armas en todas sus instalaciones. Las amenazas al personal de MSF y a sus pacientes y la incapacidad para prestar atención médica en un ambiente seguro nos obligan a suspender temporalmente las actividades en el centro de Kunduz. MSF ha solicitado reuniones urgentes con los ministros de Defensa e Interior para exigir garantías oficiales de que el trabajo médico será respetado y no se repetirá en el futuro un incidente de estas características.

“En todos los conflictos donde trabajamos nunca tomamos partido”, explica Bart Janssens. “Nuestros médicos tratan a todos los pacientes de acuerdo con sus necesidades sanitarias y no hacen distinción alguna en basa a raza, etnia, creencias religiosas o afiliación política. Cualquier persona con heridos o lesiones que requieran atención médica urgente recibirá asistencia en el hospital de MSF en Kunduz”, añade el director de Operaciones de MSF

 

 

 


 

MSF trabajó por primera vez en Afganistán en 1980. La organización médico-humanitaria abrió el centro de trauma y cirugía de urgencia de Kunduz en agosto de 2011. El hospital facilita atención médica gratuita, de calidad y atención quirúrgica a víctimas de trauma producto de accidentes de tráfico. El centro también brinda asistencia a pacientes que presentan lesiones relacionadas con el conflicto como heridas ocasionadas por explosiones o disparos. En Afganistán MSF facilita apoyo al Ministerio de Salud Pública en el hospital de Ahmad Shah Baba, en el este de Kabul, a la maternidad de Dasht-e-Barchi, en el oeste de la capital, y al hospital de Boost, en Lashkar Gah, en la provincia de Helmand. Además, en Khost, en la zona oriental de Afganistán, MSF cuenta con una maternidad. MSF financia sus proyectos en Afganistán exclusivamente con fondos privados y no acepta financiación de ningún gobierno.

 

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