En África, la malaria sigue matando innecesariamente

Los medicamentos eficaces para tratar la enfermedad no llegan a los pacientes que los necesitan

MSF
21/04/2006

Un reducido número muy alarmante de pacientes con malaria en África recibe el tratamiento efectivo existente que podría curarle en pocos días, afirma MSF. Cuatro años después de que la Organización Mundial de la Salud recomendase a todos los países que cambiasen los antiguos tratamientos antipalúdicos por las terapias combinadas con artemisina (ACT por sus siglas en inglés) y dos años después de que el Fondo Global decidiese financiar las ACT, los equipos de MSF son testigos de que en las estructuras de salud gubernamentales los pacientes con malaria todavía reciben la medicación antigua en lugar del tratamiento que funciona.

“Aquí en Dabola, hemos conseguido proporcionar las ACT y ver como nuestros pacientes se recuperan en tres días, pero a sólo 40 kilómetros más al sur la situación es totalmente diferente: la gente no recibe el mejor tratamiento aunque oficialmente el gobierno cambió el protocolo ya hace un año”, explica la Dra. Barbara Maccagno, coordinadora médica de MSF en Guinea Conakry. MSF estima que menos del 1% de todos los pacientes de malaria en el país reciben ACT hoy. La malaria es la principal causa de muerte en Guinea, representando más del 15% de todas las muertes registradas en las estructuras sanitarias del país.

Guinea no constituye ni mucho menos un caso aislado. En Zambia, MSF estima que sólo un 11% de todos los pacientes que padecen malaria recibe ACT. Los equipos de MSF en varios países africanos comparten experiencias similares: por ejemplo en Sudán, Kenia, Malaui, Costa de Marfil y Sierra Leona, los Ministerios de Salud todavía utilizan cloroquina o sulfadoxina-pyrimethamina, aunque se sabe que estos medicamentos son ineficaces y ya no se recomiendan como tratamiento de primera línea.

Hasta la fecha, casi 40 países o territorios africanos han adoptado las ACT como su protocolo de tratamiento nacional para la malaria. Pero de éstos, más del 70%, o no aplican la política en absoluto o la implementan de forma muy lenta. Esto se debe a una combinación de obstáculos, entre éstos: ausencia de voluntad política; escasez de recursos financieros y humanos; falta de formación para los profesionales sanitarios y como consecuencia de todo ello un pobre reconocimiento de las ventajas de las ACT entre las comunidades; carencia de ACT de calidad asegurada; el hecho que los trabajadores de la salud no tengan acceso a pruebas rápidas de diagnóstico; y acceso deficiente a la atención sanitaria en general. Por tanto la malaria, una enfermedad curable, continúa acabando con la vida de un niño cada 30 segundos.

“La falta de apoyo coordinado a los países por parte del programa de lucha contra la malaria de la OMS, la asociación del Roll Back Malaria y donantes como la Iniciativa del Presidente de EEUU han dificultado la compra y distribución de las ACT a nivel nacional hasta la fecha. Además, el Fondo Global es una agencia meramente financiadora y no ha sido capaz de ayudar a los países a poner en marcha el proceso de implementación de las ACT”, añade la Dra. Prudence Hamade, responsable del grupo de trabajo sobre la malaria de MSF. De los 208 millones de dólares americanos asignados por el Fondo Global para las ACT desde 2002, únicamente cerca de un 30% se ha utilizado realmente para adquirir este tratamiento recomendado.

“Si no se dan de inmediato pasos para asegurar que los medicamentos efectivos llegan a las personas que los necesitan, las decisiones de los gobiernos continuarán siendo virtuales y acabarán por no tener ningún significado para quienes se suponía debían beneficiarse de ellos”, dice el Dr. Karim Laouabdia, director de la Campaña para el Acceso a Medicamentos Esenciales de MSF. “Administrar cloroquina contra la malaria resulta tan efectivo como dar un sobre de azúcar, es algo que no está bien ni desde un punto de vista médico ni ético. Sabemos que implementar las ACT no es fácil, pero no debería permitirse que nadie se resistiese a hacer llegar estos medicamentos vitales a quienes los necesitan”.

Tras algunos problemas de suministro, las compañías farmacéuticas ahora están produciendo ACT. Hacia finales de 2006 habrá disponibles nuevas dosis fijas combinadas, que sin lugar a dudas, al reducirse el número de comprimidos a tomar, beneficiarán a los pacientes. No hay excusa alguna para no actuar ahora.

En 2005, MSF trató a aproximadamente 1,8 millones de pacientes con malaria en 40 países en África, Asia y Latinoamérica. MSF ha estado abogando en favor de las ACT desde 2001 y las utiliza en sus programas en todo el mundo. La malaria es una enfermedad parasitaria que se transmite por mosquitos y mata a un millón de personas cada año, mayoritariamente en África.