En zonas de guerra, los hospitales, centros de salud y ambulancias no deben ser atacados. Tampoco, por supuesto, los pacientes, los médicos y los enfermeros que los atienden. Así lo dictan las Convenciones de Ginebra.

Sin embargo, en países como Siria, Yemen o Afganistán, los hospitales son objeto de bombardeos: mueren pacientes y sanitarios, y cientos de miles de personas se quedan sin atención médica vital en medio de la guerra.

El documental 'No son un objetivo' parte del bombardeo a nuestro hospital en Kunduz (Afganistán) por el Ejército estadounidense el pasado 3 de octubre de 2015, para dibujar el terrible escenario actual de ataques contra la misión médica en países en conflicto.

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