Ayuda para los refugiados en Sudán del Sur y los países vecinos de Siria
Sudán del Sur y los países en la periferia de Siria son dos de los puntos del planeta que más preocupan a Médicos Sin Fronteras (MSF) por la situación humanitaria de los refugiados.
En 2012, el número de refugiados y desplazados alcanzó los 45,2 millones, la cifra más alta desde 1994, según un informe elaborado por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas (Acnur). Detrás de estos números hay historias humanas que merecen ser contadas. Con motivo del Día Mundial de los Refugiados, MSF quiere llamar la atención sobre dos zonas que durante el último año se han ido degradando a través de Salwah y Peter, dos refugiados que ahora intentan reconstruir sus vidas.
Salwah Mekrsh es de Alepo, la principal ciudad del norte de Siria. Es una de las 1.663.211 personas que se han visto empujadas al exilio a causa del conflicto sirio. Un francotirador disparó contra ella mientras volvía a casa en Alepo y se quedó en silla de ruedas. Tuvo que cruzar la frontera y refugiarse en la ciudad turca de Kilis. Allí ha acudido a sesiones de salud mental organizadas por MSF.
Salwah vive con su madre y sus hermanas en Turquía. Este país acoge a más de 380.000 refugiados sirios. Líbano (casi 546.000) y Jordania (480.00) son los países vecinos que más refugiados han recibido. La situación es particularmente dramática en Líbano, donde las precarias condiciones sanitarias y la falta de techo están teniendo un enorme impacto en los refugiados.
Peter nació en 1987 en Sudán. También huyó de la violencia. Cuenta que estaba en un mercado junto a un amigo cuando hubo un ataque armado. “Escapé y cuando volví vi que mi amigo había muerto”, lamenta. Peter escapó y caminó durante varias semanas. Ahora vive en un campo de refugiados en Sudán del Sur.
El país más joven del mundo acoge a más de 200.000 refugiados, distribuidos en cuatro campos. Las condiciones de vida son deplorables y los refugiados dependen de forma absoluta de la ayuda humanitaria.
En muchos otros puntos del globo, los desplazamientos masivos siguen castigando a la población. Los equipos médicos de MSF trabajan para aliviar el sufrimiento de las personas que huyen de la violencia en países afectados por la violencia como la República Centroafricana, la República Democrática del Congo y Malí.