Chad: miles de refugiados en situación precaria en Camerún, mientras vuelve la normalidad a Yamena

Una semana después del fin de los combates, la vida se reanuda poco a poco en Yamena. Las calles empiezan a llenarse de gente de nuevo, aunque numerosos comercios del centro de la ciudad todavía están cerrados

MSF
12/02/2008

En los hospitales también, lo más duro de la crisis ya ha pasado. En el momento más álgido de los combates y durante los días que siguieron, las pocas estructuras que quedaban abiertas tuvieron que atender a un importante flujo de heridos. Hoy, la mayoría del personal sanitario ya se ha incorporado a sus puestos de trabajo y se han reanudado los servicios. La preocupación actualmente se centra en la situación de los refugiados en Camerún y en el este de Chad. Aunque muchas personas ya han regresado a Yamena, miles de familias no se atreven a volver y siguen sobreviviendo en condiciones precarias a unos pasos de la frontera.

El balance de los combates en Yamena es considerable: más de 270 muertos y cerca de un millar de heridos. En el hospital del Bon Samaritain, en el barrio de Walia, el equipo quirúrgico de MSF ha tratado a más de 110 heridos en una semana. Ahmed K., padre de una niña de 6 años que resultó herida por la explosión de un obús, relata los acontecimientos: "Me dirigía a casa de mi suegra cuando un obús fue lanzado contra el edificio. Cuando entré, vi tres cadáveres. Había tres heridos: mi hija y otros dos niños. A uno de ellos la explosión le había arrancado el brazo. La clínica más próxima estaba cerrada y el hospital general estaba saturado. Finalmente, paramos a un motorista y mientras yo enterraba a los muertos él llevó a los heridos al hospital de Walia, porque sabíamos que estaba abierto y en funcionamiento". El resto de la familia se refugió en una aldea más al sur. Es la cuarta vez que Ahmed y su familia se han visto obligados a huir de Yamena. "Esta vez es la peor", asegura, "es la primera vez que hay combates en la capital. Todos quieren gobernar, pero cuando ya no quede nadie, ¿a quién van a gobernar?".

El hospital general se encuentra en el corazón de los combates. Los pocos médicos y enfermeros que permanecieron en sus puestos tuvieron que ocuparse de más de 250 heridos. Los equipos de MSF no pudieron acceder a la zona hasta el lunes. "El hospital se encontraba demasiado cerca de los combates, incluso tuvieron que cerrarlo durante algunas horas", explica Meinhard Kritzinger, un médico anestesista de MSF que vino con un cirujano a reforzar el servicio de urgencias. "Tuvimos que centrarnos en lo más apremiante: a menudo no pudimos operar, solamente detener la hemorragia, aplicar vendajes y reenviar al paciente a casa. Es por esto que estamos volviendo a ver a muchos de los pacientes que tuvieron que ser tratados rápidamente antes". El hospital actualmente parece haber vuelto a la normalidad. La mayoría del personal sanitario se ha reincorporado y los servicios han reabierto sus puertas. MSF hizo una donación de medicamentos y de material quirúrgico para poder hacer frente a las necesidades más urgentes, y los equipos están preparando un stock por si se produce una nueva crisis.

Algunas de las personas que habían huido de los combates ya han regresado a Yamena. En los barrios, muchos hospitales que tuvieron que cerrar ahora están reabriendo sus puertas. Para poder hacer frente a la importante afluencia de pacientes que pudiera haber en los próximos días, MSF ha decidido reforzar muchas estructuras periféricas con personal adicional y medicamentos. No obstante, las necesidades más inmediatas y apremiantes se encuentran a algunos kilómetros de la capital, en Camerún, donde se han refugiado miles de personas. La mayoría no se atreve a regresar, todavía atemorizada tras los duros combates que vivió la semana pasada. Los refugiados se han desparramado por la ciudad de Kousseri, a dos pasos de la frontera. Numerosas familias se han instalado bajo los árboles y en las escuelas, con los pocos bienes que pudieron llevarse en el momento de su huida. Carecen de agua, alimentos y abrigo.

Los equipos de MSF fueron de los primeros en intervenir en Camerún. En los emplazamientos donde se han reagrupado los refugiados se han abierto muchos dispensarios, sobre todo en Madana, el más grande, justo al lado de la frontera. En las consultas los equipos ven numerosos casos de diarrea, infecciones respiratorias y malaria, con algunos casos severos, que se trasladan al hospital central de Kousseri, donde MSF ha reforzado el servicio de urgencias. Un equipo quirúrgico trabaja allí desde el miércoles garantizando la gratuidad de la atención a todos los refugiados. Por otra parte, se han instalado puntos de distribución de agua en la mayoría de ubicaciones y la distribución de artículos de primera necesidad va a empezar esta semana: mantas, bidones, mosquiteras, y lonas de plástico. MSF también prevé lanzar esta semana una campaña de vacunación contra el sarampión.

En el resto de Chad y especialmente en el este, los equipos de MSF aunque reducidos continúan sus programas de asistencia a los refugiados sudaneses y a la población de Chad.