Denegado el acceso a MSF a la región somalí de Etiopía a pesar de la crisis humanitaria

MSF pide a las autoridades etíopes que permitan de inmediato a los equipos dar asistencia a la población de esta región

MSF
04/09/2007

La violencia y el desplazamiento está amenazando las vidas de la población civil en la región somalí de Etiopía, afectada por un conflicto, afirma la organización médico-humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF). Sin embargo, a pesar de las necesidades humanitarias urgentes, se ha denegado el acceso a MSF a esta región. La organización hace un llamamiento a las autoridades etíopes para que permitan de forma inmediata a los equipos dar asistencia a las personas de esta región que están afrontando una situación cada vez más desesperada.

MSF ha firmado un acuerdo con el Gobierno de Etiopía para trabajar en la región somalí –también conocida como “Ogaden region”– y había llevado a cabo varias evaluaciones sobre la necesidades humanitarias en el área cuando fue forzada a evacuar a sus equipos por razones de seguridad a finales de julio. Pese a las repetidas solicitudes en las últimas semanas para obtener el permiso para volver, el Gobierno de Etiopía ha denegado el acceso tanto a MSF Bélgica como a MSF Holanda.

“Hay una crisis humanitaria en la región somalí de Etiopía”, afirmó William Robertson, jefe de misión de la sección holandesa de MSF en Etiopía. “Nuestros equipos han tratado a gente que han sido forzadas a huir de sus casas y ahora están luchando para sobrevivir con poca o ninguna asistencia. La gente vive con miedo porque se sienten objetivo y se encuentran en medio de los grupos armados. Hacemos una llamada urgente para que nos den acceso a la región para poder ayudar a los civiles que lo necesitan”.

MSF había puesto en marcha clínicas móviles de salud y campañas de vacunación de sarampión en la zona Wardher de la región hasta que los enfrentamientos forzaron al equipo a irse el 24 de julio. Miembros de la organización vieron pueblos quemados y asistieron a numerosas personas que reportaron haber sido desplazados a la fuerza de sus casas. A pesar de las dificultades, MSF trató varias víctimas de palizas y heridas de bala, lo que subraya la necesidad de cuidados médicos urgentes en la zona.

En julio, MSF también llevó a cabo evaluaciones de las necesidades humanitarias en las áreas de Denan, Garbo, Degahmadow, Sagag y Fiq. Durante estas evaluaciones, el equipo vio un número de pueblos completa o parcialmente abandonados y los habitantes de éstos, además de los desplazados, les informaron de escasez de comida.

“La semana pasada, les pedimos a las autoridades que nos concediera acceso, al menos, entre 24 y 48 horas para poder repartir medicamentos y materias al centro de salud Fiq. Sabemos que el centro de salud y el distrito están sufriendo una escasez de medicinas seria ya que las últimas existencias llegaron hace seis meses”, afirmó Loris De Filippi, coordinadora operacional para MSF Bélgica en Etiopía. “Pero una vez más, las autoridades se han negado a dejar a nuestro equipo moverse de la capital, Jijiga, hacia Fiq, sea por tierra o por aire”.

La inseguridad ha dejado a las estructuras de salud vacías de personal y medicinas, y hay un riesgo que la situación de salud se deteriore aún más. Desde julio, mes en el que MSF llevó a cabo sus evaluaciones, ninguna organización no gubernamental humanitaria independiente ha podido dar asistencia en estas áreas. La región es conocida por ser extremadamente precaria y sujeta a emergencias nutricionales y hambrunas que causan una mortalidad muy elevada, como ha visto MSF en los años 1992 y 2000. Las organizaciones humanitarias deben tener acceso inmediato a la región, si no, las consecuencias médicas y nutricionales corren el riesgo de convertirse en catastróficas.

MSF ha trabajado en Etiopía de forma continuada desde 1984, llevando a cabo una variedad de intervenciones médicas y nutricionales por todo el país, incluyendo la región somalí.

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