El dolor de recibir un golpe en una herida abierta.

MSF
05/06/2015

En el primer terremoto que golpeó a Nepal el 25 de abril, miles de personas perdieron a sus seres queridos, sus hogares y sus pertenencias. Muchos no tuvieron otra opción que tratar de recuperar lo poco que les quedaba y empezar a buscar la manera en la que reconstruir sus vidas. Gente como Basu Biri, que vive en Sindupalchowk y lo ha perdido todo, estaban empezando a asimilar el golpe y tratando de ver cómo salir adelante, pero de repente, como quien ataca por la espalda a alguien desarmado, llegó el segundo terremoto. Vuelta a empezar; “fue como recibir un golpe en una herida abierta”, me explicaba Basu Bari hace unos días. Edificios medio destrozados por el anterior terremoto terminaron de desplomarse y aquellas personas que ya estaban llenas de incertidumbre y confusión, empezaron a sentir un terrible pánico ante la posibilidad de que la pesadilla que estaban sufriendo no terminara nunca.

 

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