Enfermedades olvidadas: Glaxo da un paso, pero el sida queda fuera

El pasado viernes, la compañía farmacéutica GlaxoSmithKline (GSK) anunció una nueva estrategia para mejorar el acceso a medicamentos y a la innovación médica

MSF
19/02/2009

GlaxoSmithKline (GSK) propone descuentos en los medicamentos para los países con rentas más bajas e impulsar un fondo de patentes para las enfermedades olvidadas. Este anuncio significa un primer paso. Pero el sida queda excluido de la iniciativa.

“El presidente de GSK alega que un fondo de patentes tiene por objetivo centrarse en enfermedades con una grave falta de tratamientos y que ya hay suficiente innovación para el VIH. Está equivocado. En el campo del tratamiento del VIH/sida, entre lo que se necesita y lo que existe hay un abismo enorme. Un fondo de patentes puede ayudar a llenar ese vacío y animar la innovación en áreas en las que hoy es inexistente”, explica Michelle Childs, directora de Relaciones Institucionales de la Campaña para el Acceso a Medicamentos Esenciales de Médicos Sin Fronteras.

Actualmente, se necesitan nuevas dosis fijas combinadas para el sida (varios compuestos en una sola píldora), pero las patentes sobre algunos de estos compuestos pueden frenar el desarrollo de estas dosis fijas. También se necesitan nuevas formulaciones pediátricas. De los 22 antirretrovirales aprobados por la Administración estadounidense de Alimentos y Medicamentos, ocho no están aprobados para su uso en niños y nueve no tienen formulación pediátrica. Y cuando existen versiones para niños, a menudo no están adaptadas para su uso en entornos con recursos limitados y requieren refrigeración o agua potable o son difíciles de administrar, a pesar de que un 90% de los niños VIH-positivos viven en el África subsahariana.

El efecto limitado de los descuentos de las farmacéuticas es evidente si se aplican sólo a los países con rentas más bajas y excluye a países con ingresos medios, como China o Tailandia. En China, la ausencia de competencia permite a GSK cobrar más de 3.000 dólares por el antirretroviral lamivudina. En Tailandia, Abbott se negaba a bajar el precio del lopinavir/ritonavir termoestable, y sólo cuando el país emitió una licencia obligatoria el precio se redujo de los casi 3.000 dólares a los casi 500 dólares de hoy.

El VIH/sida es una enfermedad que requiere un tratamiento de por vida y la gente necesita acceso a nuevos medicamentos, más efectivos y menos tóxicos cuando experimentan efectos secundarios o cuando desarrollan resistencias a los medicamentos. Deben por tanto encontrarse nuevas formas de mantener los medicamentos asequibles. Una competencia cada vez mayor es la mejor forma de conseguirlo. Esto puede ocurrir bien a través de licencias obligatorias emitidas por los países siguiendo el ejemplo de Tailandia o sin necesidad de enfrentamientos ni litigios a través de un fondo de patentes como la reciente propuesta por parte del centro de compras farmacéuticas UNITAID consistente en establecer un fondo de patentes voluntarias para los medicamentos de VIH para su uso en países con ingresos medios y bajos.

MSF urge a GSK a colaborar con UNITAID y hacer que la propiedad intelectual relevante sea accesible a través de un fondo de patentes voluntarias para los medicamentos de sida.

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