Gontikiri, 'en construcción' (por Anne Connelly)

MSF
13/09/2010

El segundo centro de salud por fin había abierto sus puertas, en Gontikiri, así que era el momento de establecer allí también la “oficina” de administración. Cogí la mochila y para allá que nos fuimos pegando saltos en el todoterreno durante tres horas. La carretera era estrecha, y nos cruzamos con pocas personas y con aún menos pueblos. De nuevo, tomamos una barcaza de remos para cruzar el río de turno, aunque comparada con la primera que vi aquí, esta era más bien “media barcaza”. Parece ser que unos portugueses la pusieron allí hace más de 20 años, y desde luego necesita ciertas reparaciones. Dos de los seis barriles de aire que la mantienen a flote estaban llenos de agua, y todo el conjunto se escoraba de forma inquietante. Un único cable, con aspecto bastante frágil, cruzaba el río y nos impedía ser arrastrados corriente abajo.

Gontikiri era más grande de lo que esperaba y de hecho en el mercado se podían comprar cosas como linternas y chancletas. La zona es bonita… la localidad está rodeada por verdes colinas y enormes árboles flanquean la carretera principal.

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