Haití: tras el terremoto, un equipo quirúrgico no ha dejado de trabajar

Xavier Kernizan es un cirujano ortopedista que normalmente trabaja con Médicos Sin Fronteras (MSF) en el Hospital de Tabarre, en Puerto Príncipe, Haití. Desde el terremoto del pasado 14 de agosto, ha trabajado en el equipo quirúrgico de MSF en Jérémie.

MSF
24/08/2021

¿Qué hiciste el día del terremoto?

Regresaba a casa del Hospital de MSF en Tabarre y sentí movimiento en la carretera. Primero no pensé que fuera un terremoto muy fuerte, pero después comencé a recibir fotos e imágenes de lo que había pasado. Vi una discusión informal en el grupo de chat de MSF de que podíamos enviar un equipo, y le dije a nuestro gestor de actividades medicas que, si MSF necesitaba un cirujano ortopédico, estaba disponible. Me dijo que nos iríamos a las 2 p.m.

Todo estaba listo y salimos por la carretera hacia Les Cayes. Lo más estresante fue pasar por el barrio de Martissant para poder llegar a la carretera hacia el sur de la región afectada por el terremoto. Hay enfrentamientos armados en la zona y escuchamos informes preocupantes que aumentaron nuestro estrés por nuestra seguridad y no por el terremoto.

¿Cuál fue la situación que encontraron en el sur?

El primer lugar al que llegamos fue a la ciudad de Les Cayes. Fue impresionante. Me remontó al terremoto del 2010, porque fue prácticamente la misma destrucción: casas completamente colapsadas, escombros en las calles. Había lugares donde no pudimos pasar, debíamos encontrar otro camino. Pasamos la primera noche en Les Cayes antes de seguir. Uno de nuestros colegas ya estaba apoyando en el quirófano del hospital.

A la mañana siguiente partimos hacia Jérémie. Antes de llegar a Riviere Glace, vimos que la carretera estaba bloqueada por un deslave de tierra. Ya sabíamos que el camino estaba bloqueado, pero nadie podía decirnos si un automóvil podía pasar por las rocas. Salimos del vehículo y tomamos fotografías de cómo las rocas bloqueaban la carretera por al menos un kilómetro. Luego tuvimos un pequeño susto porque estábamos cerca del acantilado, y hubo una réplica, y cayeron algunas piedras. Regresamos a Les Cayes, y finalmente tomamos un helicóptero para llegar a Jérémie.

¿Cómo comenzaron a trabajar ahí?

El primer reto que tuvimos fue hacer contacto, saber a quién deberíamos ver, porque nadie sabía quiénes éramos y qué haríamos. Pasó un día y medio antes de poder trabajar. El personal del Hospital Saint Antoine realizó un extraordinario trabajo con el escaso personal y recursos que tenían. Muchos pacientes ya estaban limpios y sus heridas desbridadas cuando llegamos. Algunas de esas personas ya tenían fijadores externos para los huesos rotos, y otras ya habían sido remitidas a Puerto Príncipe por vía aérea. Varias médicas y médicos originarios de esta región también llegaron desde sus trabajos en otros lugares para apoyar al hospital.

Cuando llegamos, preguntamos “¿Qué podemos hacer por ustedes?” Continuamos por donde comenzaron. Y operamos a muchos pacientes. El domingo tuvimos cuatro, el lunes tuvimos nueves pacientes, y luego una media de 10 a 12 pacientes por día. Generalmente salíamos del hospital entre las 11 p.m. y medianoche, para poder ver a la mayor cantidad de pacientes que fuera posible. Así que ahora estamos disminuyendo el número de pacientes que esperan un tratamiento o cirugía.

¿Actualmente atiende a pacientes para cirugías de seguimiento?

Sí, estamos comenzando con los seguimientos. La mayoría de nuestros pacientes ahora son personas a quienes ya habíamos visto, que regresaron para un desbridamiento, una nueva cirugía o un yeso. Pero todavía hay personas que están llegando a Jérémie por cuidados de emergencia porque donde viven no hay ayuda.

A 20 de agosto, el equipo quirúrgico de MSF en Jérémie ha atendido 54 pacientes con lesiones sufridas a causa del terremoto del 14 de agosto, como fracturas de huesos. Treinta y seis se sometieron a cirugía, mientras que el resto recibió yesos o férulas. MSF también brinda atención quirúrgica en su hospital de Tabarre en Puerto Príncipe donde, hasta el momento, más de 45 pacientes han sido ingresados por lesiones a causa del terremoto, además de los pacientes atendidos en la sala de urgencias y aquellos dados de alta o que han sido derivados a otro lugar.

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MSF en Haití desde hace 30 años

Aún recordamos el terrible seísmo del 12 de enero de 2010 que mató a miles de personas, provocó millones de damnificados y destruyó el 60% de un sistema de salud que ya era disfuncional. 

Un terremoto de magnitud 7,0 devastó Haití. MSF, presente en el país desde hacía 19 años, perdimos a 12 trabajadores ese día, y dos de los tres centros médicos a los que apoyábamos sufrieron graves daños.

Para dar respuesta a las necesidades urgentes y casi ilimitadas de la población, pusimos en marcha una de las operaciones de emergencia más grandes de nuestra historia. En 10 meses, atendimos a más de 350.000 personas.

Una década más tarde, la situación no es mucho mejor.

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Respondiendo a los desastres naturales desde nuestro nacimiento

Entre los acontecimientos que desembocaron en el nacimiento de MSF, se encuentran dos desastres naturales acaecidos en 1970: el terremoto de Perú y las inundaciones en Pakistán Oriental (actual Bangladesh). En ambas catástrofes, se puso de manifiesto que la respuesta internacional requería una mayor profesionalización y adaptación a este tipo de crisis, y en especial una intervención médica inmediata.

Desde entonces, hemos respondido a numerosos desastres naturales, intentando mejorar la eficacia de nuestra respuesta: los terremotos de Nicaragua (1972), El Salvador, India y Perú (todos en 2001, y en Perú de nuevo en 2007), Armenia (1988), Irán (2003), Chile (2010), Japón (2011, seguido de un tsunami) o Nepal (2015); los huracanes Mitch (Centroamérica, 1998), Nargis (Myanmar, 2008), Gustav (Haití, 2008), Haiyan (Filipinas, 2013) o Matthew (de nuevo en Haití, en 2016); las inundaciones de Mozambique (2000) o Pakistán (2010); o el tsunami de 2004 en el sureste asiático.

Mención aparte merecen los terremotos de Pakistán (2005), el primero en el que nuestros equipos se enfrentaron a una ingente cantidad de heridos politraumatizados, en una zona de muy difícil acceso; y Haití (2010), cuyo brutal impacto en Puerto Príncipe y sus alrededores nos llevó a lanzar la operación de asistencia más importante de nuestra historia.

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