I+D: en busca de un modelo mundial más orientado a enfermedades olvidadas

MSF ha elaborado un documento sobre la necesidad de un nuevo modelo de Investigación y Desarrollo (I+D) para las enfermedades olvidadas.

MSF
15/02/2006

Al terminar el día de hoy, 35.000 personas morirán víctimas de la malaria, la tuberculosis, el VIH/SIDA, la enfermedad del sueño, la enfermedad de Chagas y el kala azar. Las enfermedades infecciosas acaban con la vida de casi 15 millones de personas cada año. La mayoría de ellas son víctimas de un modelo de I+D que no los toma en cuenta porque no representan un interés comercial. La próxima Asamblea Mundial de la Salud tendrá la responsabilidad de tomar una decisión firme que pueda paliar esta tragedia.

Después de que el comité ejecutivo de la OMS adoptara a finales de enero la resolución propuesta por Kenia y Brasil sobre un sistema de I+D basado en las necesidades de los pacientes de países en desarrollo, será la 59 Asamblea Mundial de la Salud la que tenga la última palabra cuando se celebre entre los días 22 a 27 del próximo mes de mayo. El apoyo de las delegaciones de la UE y de EE UU será decisivo para la creación de un nuevo modelo mundial de I+D que no esté basado solamente en beneficios comerciales.

MSF ha elaborado un documento titulado “Crisis de Investigación y Desarrollo en el campo de las enfermedades olvidadas” que analiza la necesidad de un nuevo modelo de I+D partiendo de la experiencia de nuestros equipos en su trabajo diario en el terreno con los pacientes de enfermedades tan olvidadas como la tuberculosis, el Chagas, el kala azar, la malaria o incluso el SIDA. Para muchas de estas enfermedades es evidente la falta de interés de las compañías farmacéuticas por los pocos esfuerzos realizados en la investigación de nuevos métodos de diagnóstico y nuevos fármacos, ya que las poblaciones que se verían beneficiadas no representan un interés económico rentable para estas compañías. Por otro lado, en algunas de estas enfermedades sí se cuenta con más I+D, pero los nuevos medicamentos que resultan de ello se comercializan a un precio que está sólo al alcance de los países desarrollados, como ocurre con los nuevos fármacos usados en el tratamiento del SIDA según ha venido señalando MSF a menudo; por esa razón, estas enfermedades siguen considerándose olvidadas.

Así mismo, un grupo muy numeroso de destacados miembros de la comunidad científica entre los que figuran varios galardonados con el premio Nobel, como sir John Sulston o como uno de los líderes del proyecto del genoma humano enviaron una carta en apoyo de la propuesta de resolución de Kenia y Brasil para la creación de este nuevo modelo de I+D. A este esfuerzo, se unieron algunos eurodiputados que enviaron igualmente otra carta en el mismo sentido, expresando su preocupación sobre el tema y recomendando la aprobación de la propuesta.

La Organización Mundial de la Salud ha dado un paso significativo al acoger en el comité ejecutivo la resolución presentada por Kenia y Brasil, pero no servirá de nada si la Asamblea Mundial que se celebrará en mayo no ratifica la resolución y hace que los países miembros se comprometan con una mayor inversión pública en buscar modelos de I+D que den prioridad a los pacientes de contextos olvidados, como los miles que hoy están muriendo.