India: la farmacia de los pobres, de nuevo en peligro

Millones de personas podrían quedarse sin medicamentos vitales asequibles si el país cede a la presión de Estados Unidos, la UE, Suiza y Japón en los acuerdos de libre comercio.

MSF
10/06/2015

Médicos Sin Fronteras (MSF) lanza hoy una campaña global para pedir al primer ministro indio, Narendra Modi, que no ceda a las presiones de Estados Unidos, Japón, Suiza y la Unión Europea (UE). Todos ellos están tratando que India cambie sus leyes y políticas y restrinja su capacidad para producir medicinas asequibles de las que dependen millones de personas.

MSF pone en marcha la campaña coincidiendo con la octava ronda de negociaciones para el Acuerdo de Asociación Económica Regional[1] que tiene lugar en Kioto, Japón. Este acuerdo de libre comercio contiene propuestas perjudiciales que socavarían gravemente el acceso a medicamentos.

Más del 80% de los medicamentos que MSF emplea en sus proyectos para tratar a más de 200.000 personas con VIH/sida son genéricos indios. La organización también utiliza fármacos esenciales indios para tratar otras enfermedades como tuberculosis y malaria entre otras. India también produce versiones asequibles de medicamentos para patologías no transmisibles, considerados en la actualidad demasiado caros incluso para los sistemas sanitarios de países desarrollados.

“Nuestro trabajo como médicos ha sido posible gracias a las medicinas y vacunas asequibles producidas en India, por eso no podemos permanecer en silencio mientras se cierra el grifo de los medicamentos vitales para los pacientes no solo en nuestros proyectos sino en todo el mundo”, explica la Dra. Joanne Liu, presidenta internacional de MSF. “El mundo está observando estas presiones con inquietud. Por eso, queremos enviar un mensaje fuerte de apoyo a India para asegurarnos que sigue siendo ‘la farmacia de los países en desarrollo’”.

En beneficio de la salud pública, la ley india pone el listón más alto que otros países para determinar si un medicamento obtiene una patente. Este criterio ha permitido una fuerte competencia de genéricos que, por ejemplo, ha llevado a que el precio de una combinación básica para el tratamiento del VIH se haya reducido un 99% en una década: desde los 10.000 a los 100 dólares por tratamiento y persona.

 

Disposiciones nocivas desde Japón

A través de las negociaciones del Acuerdo de Asociación Económica Regional, Japón está tratando de poner en marcha varias disposiciones nocivas. Estas cláusulas van más allá de las obligaciones de India en virtud de las normas comerciales internacionales y permitirían a las empresas extender sus monopolios al realizar modificaciones a los medicamentos existentes, una práctica común de la industria farmacéutica conocida como 'evergreening’ (reverdecimiento). Otras medidas permitirían a las empresas obtener un monopolio de facto por la puerta trasera, incluso para aquellos medicamentos que no cumplen con los requisitos para ser patentados en base a la ley de India. Es el caso de la restricción de la capacidad de la autoridad reguladora de medicamentos para registrar fármacos genéricos a menos que para ello se repitan ensayos clínicos costosos y poco éticos desde el punto de vista médico, una reserva conocida como "exclusividad de datos[2]".

Los acuerdos comerciales bilaterales que India está negociando con UE y la Asociación Europea de Libre Comercio también contenían disposiciones perjudiciales para el acceso a los medicamentos. Aunque las negociaciones han permanecido estancadas durante años tras los rechazos de los negociadores indios y de la sociedad civil, se rumorea que las conversaciones pueden reanudarse en breve.

"Llevamos trabajando sin descanso durante una década y media para asegurar que India puede seguir siendo un salvavidas, un balón de oxígeno para millones de personas en todo el mundo cuya vida y salud dependen de recibir medicamentos asequibles y accesibles", afirma Leena Menghaney, directora en el sudeste asiático de la Campaña de Acceso de MSF. "Resulta estremecedor pensar que lo podríamos perder todo, que la industria farmacéutica multinacional acabe teniendo éxito y termine destrozando la competencia de genéricos indios de forma que los beneficios predominen frente a la vida de las personas."

En 2006, la compañía farmacéutica suiza Novartis llevó al Gobierno indio a los tribunales en un esfuerzo por cambiar la ley de patentes del país después de que se le denegara la patente de un medicamento contra el cáncer. En abril de 2013, en un fallo histórico, la compañía perdió su impugnación en el Tribunal Supremo indio. Sin embargo, EE. UU., la UE, Suiza y ahora Japón, están renovando sus esfuerzos contra las leyes y políticas indias que hacen un uso pleno de las flexibilidades en materia de salud pública, flexibilidades que están reconocidas en las reglas de comercio internacional para aumentar el acceso a medicamentos genéricos asequibles.

"En definitiva, le pedimos al primer ministro Modi que no se comercie con vidas ante la presión de las empresas farmacéuticas internacionales", concluye Menghaney.

 


[1] La exclusividad de datos hace referencia a un cierto periodo de tiempo durante el cual la autoridad reguladora de medicamentos de un país (el órgano responsable de asegurar que un medicamento cumple unos ciertos estándares de calidad y puede comercializarse; en el caso de India, el Drugs Controller General of India o DCGI) tiene prohibido utilizar datos de ensayos clínicos disponibles para poder registrar un medicamento genérico. En la práctica, la exclusividad de datos crea una nueva barrera para el acceso a medicamentos y vacunas, incluso cuando estos productos no están protegidos por patentes.


[2] Actualmente los países que intervienen en el Acuerdo de Asociación Económica Regional o RCEP (por las siglas en inglés de Regional Comprehensive Economic Partnership) son Australia, Brunei, Camboya, China, India, Indonesia, Japón, Laos, Malasia, Myanmar, Nueva Zelanda, Filipinas, Singapur, Corea del Sur, Tailandia y Vietnam.