Irak: atendemos a centenares de heridos en el oeste de Mosul

El nivel de sufrimiento que presenciamos "es completamente inhumano” y son muchos los heridos de guerra que no pueden llegar a los hospitales. En dos semanas, hemos atendido a más de 100 pacientes, pero se necesita mucha más ayuda. Y es que el nivel de destrucción es comparable al de la guerra relámpago en la Segunda Guerra Mundial.

MSF
06/07/2017

Alertamos de que la alta intensidad del conflicto y de violencia que se está viviendo en los últimos días en la ciudad sitiada de Mosul –incluyendo ataques aéreos, ataques suicidas, bombardeos y disparos-, están teniendo efectos devastadores en los residentes de la zona. Hace menos de dos semanas, inauguramos oficialmente un nuevo hospital en el oeste de Mosul, uno de los únicos dos que aun funcionan en esta parte de la ciudad, y en este tiempo ya hemos atendido a más de 100 pacientes por heridas de guerra; entre ellos a más de 25 niños y 20 mujeres.

Sin embargo, nuestros equipos en la zona temen que estas cifras representen tan solo una pequeña parte de las necesidades reales, puesto que muchas personas no pueden acceder a tiempo a la asistencia médica y otros muchos están muriendo en el campo de batalla. “El nivel de sufrimiento que estamos presenciando es completamente inhumano”, afirma Jonathan Henry, nuestro coordinador de emergencias en el oeste de Mosul.

"Todos los días, nuestros equipos brindan asistencia a pacientes de la ciudad vieja, muchos de los cuales son mujeres y niños", explica Stephanie Remion, nuestra coordinadora de emergencias en el oeste de Mosul. "Las historias de sufrimiento que nos cuentan nuestros pacientes son inenarrables. Tratamos a personas que presentan desde lesiones de guerra a causa de armas de fuego y explosiones hasta, quemaduras y huesos rotos por el derrumbe de estructuras. A pesar de los enormes esfuerzos realizados por el personal que se encuentra en las unidades de estabilización de trauma en las líneas de frente y por los conductores de ambulancias, el número de pacientes que estamos recibiendo es comparativamente bajo en relación a los miles de residentes que se piensa están atrapados en la zona de conflicto. Nuestro mayor temor es que muchos de los casos más urgentes estén muriendo en el campo de batalla; sin ser capaces de acceder a los hospitales", concluye Remion.

Cerca de la línea del frente

El hospital está ubicado a menos de cuatro kilómetros de la línea de frente. El pasado 23 de junio, día en el que abrió oficialmente, nuestros equipos atendieron a las víctimas de un enfrentamiento en el que hubo multitud de heridos y de fallecidos. De los 18 pacientes que trataron, uno fue recibido en condiciones muy graves y otros siete hubieran corrido riesgo de morir de no haber recibido tratamiento médico. El 1 de julio, otro día especialmente intenso, nuestros compañeros asistieron a más de 20 heridos de guerra, la mayoría de los cuales eran mujeres y niños. Diariamente, seguimos recibiendo pacientes con diferentes heridas de guerra. De los más de 100 heridos que hemos tratado ha tratado en estas dos semanas en el oeste de Mosul, 13 fueron recibidos con lesiones muy graves que ponían en peligro su vida y más de 50 habrían corrido riesgo de morir de no haber recibido tratamiento médico. “El nivel de daños en la zona es enorme. Vecindarios enteros han sido arrasados. Los hospitales que había ahora están en ruinas. Todo el sistema de salud ha colapsado. El nivel de destrucción es comparable al de la guerra relámpago en la Segunda Guerra Mundial”, afirma Jonathan Henry.

Según los testimonios de nuestros pacientes, la supervivencia se ha convertido en una lucha cotidiana para los miles de habitantes aún atrapados en Mosul.

"Mi nieta murió por inanición. También he tenido que enterrar a mi nieto. Ella murió de hambre y él recibió el impacto de un mortero. Los sepulté juntos en el jardín", le explicó una mujer mayor a uno de nuestros trabajadores. "Hemos pasado tres días sin agua. El agua que bebíamos en la Ciudad Vieja no era buena, teníamos diarrea cada vez que la bebíamos... los sonidos de las explosiones eran aterradores y nos moríamos de hambre", añadió.

"La gente moría a causa de los bombardeos y ataques aéreos todos los días. No sabemos de dónde provenían. Perdí casi la mitad de mi peso. Antes pesaba 90 kg y ahora solo 50", nos contó una mujer de 74 años que logró salir de la Ciudad Vieja. "Tratamos de convencer a los niños para que coman pasta de tomate. Hervíamos harina en agua... el arroz que teníamos estaba tan sucio que ni siquiera los animales querían comerlo".

Desde que abrimos el hospital en el oeste de Mosul, hemos prestado asistencia médica a más de 200 pacientes por lesiones traumáticas y otros problemas médicos. El hospital provee cirugía para heridas de guerra y cesáreas de emergencia, atención postoperatoria a corto plazo, maternidad, y cuenta con una sala de emergencias y una sala de admisión de triaje para la afluencia masiva de víctimas. En total, estamos proporcionando asistencia médica a las personas afectadas por la crisis en Mosul en ocho instalaciones médicas (en Mosul y sus alrededores).

Ofrecemos asistencia médica neutral e imparcial independientemente de la raza, religión, género o afiliación política. Para asegurar nuestra independencia, no aceptamos financiación de ningún gobierno o agencia internacional para nuestros programas en Irak, los costeamos únicamente a través de las donaciones privadas del público general alrededor del mundo.