Más de cuatro años salvando vidas en Jordania

Cerramos nuestro proyecto en Ramtha debido al descenso del número de heridos sirios. Desde septiembre de 2013, hemos tratado a más de 2.700 pacientes con heridas de guerra.

MSF
08/06/2018

Tras más de cuatro años de actividades de urgencia para salvar vidas en las que más de 2.700 sirios heridos de guerra han recibido tratamiento médico, hemos tomado la difícil decisión de cerrar nuestro proyecto quirúrgico en Ramtha, en el norte de Jordania.

Esta decisión se debe a la drástica disminución del número de sirios heridos trasladados desde el sur del país al hospital de Ramtha, desde el establecimiento de una zona de menor violencia, en julio pasado.

Tras el inicio del conflicto en Siria en 2011, el sector sanitario ha tenido dificultades para responder a las crecientes necesidades médicas de la población siria. En el sur del país, la complejidad de las lesiones graves requirió atención médica especializada; y las referencias médicas a Jordania parecían ser una de las pocas opciones viables para la supervivencia de los heridos de gravedad.

En el otro lado de la frontera, a menos de cinco kilómetros de distancia, la sala de urgencias del hospital de Ramtha comenzó a llenarse, ya que los sirios heridos estaban cruzando la frontera para recibir atención vital para salvar sus vidas. En septiembre de 2013, llevamos a cabo una intervención de urgencia al abrir el proyecto quirúrgico en Ramtha para responder a la afluencia de pacientes que llegaban con lesiones graves causadas por el conflicto.

"Uno de nuestros primeros pacientes críticos fue admitido en septiembre de 2013, después de haber quedado atrapado en medio de un ataque aéreo en el sur de Siria. Le dijo a nuestro equipo médico 'déjenme morir, no pueden curarme", explicaba Paul Foreman, nuestro entonces coordinador general en Jordania.

El paciente necesitaba una cirugía mayor y tres fijadores externos (dispositivos que mantienen a los huesos estabilizados hasta su curación). Después de nueve meses recibiendo cuidados en el hospital y más de 30 cirugías, fue dado de alta. "No solo sobreviví, sino que voy a poder salir caminando de aquí", dijo el paciente.

Con cada escalada de violencia en el sur de Siria había un aumento similar en el número de heridos que llegaban a Jordania. El trabajo quirúrgico en Ramtha alcanzó su punto máximo a mediados de 2015, cuando 125 pacientes sirios que habían sufrido lesiones por explosiones llegaron a la sala de urgencias del hospital en junio. El equipo médico trabajó a contrarreloj para estabilizar a las personas y encontrar espacio en las instalaciones de 41 camas para aquellos que llegaban con heridas más recientes.

Nuestros compañeros presenciaron de primera mano la brutalidad del cercano conflicto. "Casi el 75% de los pacientes que llegaron a Ramtha sufrían lesiones por explosivos con politraumatismos complejo", recuerda Shoaib Muhamed, nuestro coordinador médico en Jordania.

"Uno de nuestros mayores desafíos era el limitado número de camas disponibles en la unidad de cuidados intensivos (UCI) en Ramtha. A medida que la dinámica del conflicto cambiaba, comenzamos a ver más lesiones craneales, espinales y neurológicas que necesitaban atención especializada que no podía ofrecerse en el sur de Siria",añade.

Las heridas de los pacientes hacían que su viaje corto pero incierto para cruzar la frontera de Siria, fuera potencialmente mortal para sus vidas. Seguimos abogando por un mejor acceso fronterizo para los casos críticos de personas sirias heridas, ayudando a establecer un mecanismo organizado de derivaciones médicas. Además, abogamos por que las autoridades jordanas otorgaran a quienes necesitan un seguimiento médico adicional la posibilidad de completar su recuperación a largo plazo en nuestra unidad de cuidados post operatorios en el campo de refugiados de Zaatari.

Cuando cerraron la frontera

Sin embargo, nuestro compromiso médico en Ramtha disminuyó después del cierre de la frontera de Jordania con Siria en junio de 2016. Incluso las personas con lesiones de gravedad ya no podían acceder a esos servicios vitales a través de la frontera en Jordania. Las instalaciones de 41 camas de Ramtha, con sus quirófanos, salas y pasillos, estaban silenciosas y medio vacías, mientras que el sonido de los bombardeos al otro lado de la frontera era ensordecedor. Nuestra voz se hizo más fuerte, exigiendo la reanudación de las evacuaciones médicas vitales para permitir que los heridos recibieran tratamiento médico especializado.

"Fue extremadamente difícil estar en Ramtha en ese momento", dice Peter Rinker, nuestro antiguo coordinador del proyecto en Ramtha. "Cuando nosotros [el equipo de Ramtha] escuchamos el furioso sonido de las explosiones, nos asediaron muchas preguntas; '¿Hay heridos en el otro lado? Si los hay, ¿consiguieron llegar a un hospital de forma segura y oportuna? ¿Pudieron recibir la atención médica que necesitaban? ¿Serían capaces de cruzar la frontera y llegar a nuestras instalaciones si los hospitales en Siria no pudieran tratarlos? "Ninguno de nosotros tenía la respuesta de la mayoría de estas preguntas”.

La violencia estalló una vez más en febrero de 2017, causando que la cantidad de personas necesitadas de cirugías vitales se elevara. Las evacuaciones médicas en la frontera jordana aumentaron, y una vez más, las salas en Ramtha estaban llenas de pacientes.

Poco después, en julio de 2017, las actividades del proyecto Ramtha se redujeron de nuevo con el anuncio de una ‘zona de desescalamiento’ en el suroeste de Siria, reduciendo así el nivel de violencia en el sur. La cifra de sirios con heridas de gravedad que fueron derivados desde los hospitales de campaña en el sur de Siria a Jordania disminuyó de golpe: de 48 pacientes en junio, pasaron a ser solo 16 en julio y menos de la mitad en agosto.

Sin embargo, seguimos brindando servicios médicos a pacientes que estaban recuperándose en sus salas. "Estaba cerca de mi casa, en un edificio antiguo, cuando explotó un proyectil o una bomba y derribó el edificio", dice Karim*, un paciente sirio de 25 años y oriundo de Dará. "El techo se derrumbó sobre mi cabeza y quedé atrapado bajo los escombros. Sufrí una conmoción cerebral y caí inconsciente. Me dijeron que ese día me trasladaron a cuatro o cinco hospitales diferentes hasta que se decidió que mi caso era demasiado crítico y tuve que ser derivado a Jordania".

"Mis familiares en Siria insistieron en que permaneciera en Jordania hasta que me recuperara por completo. Están preocupados por mi salud, ya que en este momento no hay oportunidades de tratamiento para mí allí", comentó dos días antes de ser dado de alta como el último paciente oficial del proyecto en Ramtha.

"Me encantaría permanecer en este lugar seguro, lejos de la guerra y la muerte, pero debo regresar a mi país, así lo dicen las reglas. Echo de menos mi hogar, extraño a mi esposa y a mi hija de 6 meses. Recientemente me enteré de que comenzó a gatear. Espero estar con ella cuando diga sus primeras palabras", dice.

En el transcurso de cuatro años, nuestro proyecto quirúrgico en Ramtha ha ayudado a los pacientes a recuperarse de lesiones físicas, pero también de trauma mental y psicológico. Entre los servicios ofrecidos a los pacientes había atención general para pacientes hospitalizados y seguimiento, sesiones de fisioterapia y apoyo psicosocial. Desde su inauguración en septiembre de 2013, el proyecto Ramtha ha visto al menos a 2.700 pacientes con heridas de guerra en la sala de urgencias, ha admitido y tratado a 1.842 pacientes, realizado más de 3.700 cirugías mayores, llevado a cabo más de 8.500 sesiones de fisioterapia y brindado más de 5.900 sesiones de apoyo psicosocial.

Hoy, cerramos el capítulo de uno de nuestros proyectos médicos más grandes en Jordania. Un proyecto que ha tenido un impacto tanto la vida de sus pacientes sirios, como en nuestro equipo en el terreno. Mientras que el proyecto en Ramtha finaliza sus operaciones, seguimos apoyando en remoto a hospitales de campaña en el sur de Siria desde Jordania, y brindando tratamiento médico a refugiados sirios y jordanos vulnerables gracias a programas de cirugía, atención médica primaria, tratamiento de enfermedades no transmisibles, atención materno infantil, y apoyo psicosocial en diferentes gobernaciones a lo largo del país.

*El nombre ha sido cambiado para proteger la privacidad del paciente.