Lovell y la Princesa, una historia sin final feliz (Por Massimo Galeotti, enfermero de MSF en Sierra Leona)

MSF
15/01/2015

Mariatu, Lovell, Mohammed, Fatmata, Issa, Princess… cuantos niños y niñas he visto morir. Estos son solo algunos de los nombres de tantos y tantos que tanto mis colegas como yo hemos atendido y tratado en vano de salvar en el centro de MSF para pacientes de Ébola en Kailahun, en Sierra Leona.

Muchos llegaron al centro sin sus padres dado que, lo habitual era que éstos ya hubieran fallecido. De inmediato nos apegamos a ellos, les mimamos desde el primer momento y luego, demasiado a menudo, les acompañamos hasta que fallecen. Todavía hoy no sé cómo conseguimos soportar tanto sufrimiento y tanto dolor.

Lovell llegó desde una localidad a una hora de distancia en coche del centro de MSF, junto él venía Fatmata, a quién bautizamos con el nombre de‘Princesa’. Las ingresamos en la misma tienda, el chico tenía 7 años y la cría 9. Lovell estaba más grave. Al principio, el dolor, el miedo y la timidez hacían que se mostrara esquivo. Sin embargo, la experiencia me ha enseñado avencer el recelo y la timidez de los niños.

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