Malaria, ¿estamos realmente en el buen camino? (por Nines Lima, especialista en enfermedades tropicales de MSF)

MSF
15/10/2015

Hace dos semanas leí un artículo publicado en Planeta Futuro, La Malaria, por el buen camino, donde se exponían los grandes avances que se han hecho en la lucha contra la enfermedad en los últimos años. Los más destacables: el objetivo de disminución de la malaria se ha cumplido con creces entre 2000 y 2015 (y la meta para los próximos 15 años es reducirla un 90%); las tasas de mortalidad global han caído un 60% y se ha producido una gran inversión con fondos dedicados a frenar la enfermedad. Asimismo, un mejor diagnóstico y tratamiento, para reducir la severidad de los casos o la muerte, así como la distribución de mosquiteras impregnadas con insecticida de larga duración, han sido claves en este éxito.

Esta semana hemos recibido otra buena noticia: el premio Nobel de Medicina reconoce las investigaciones Youyou Tu. La científica china dio un giro a la historia de la malaria con la introducción de los tratamientos a base de artemisinina, los más eficaces que existen ahora mismo. El premio nos permite echar la vista atrás para recordar cómo hemos hecho frente a la malaria y analizar si realmente vamos en la dirección correcta.

En los años 60, la malaria se trataba con cloroquina y quinina, y más adelante con sulfadoxina-pirimetamina (o Fansidar©). Todos estos tratamientos fueron perdiendo eficacia a lo largo de los años. Las primeras cepas de parásitos resistentes a estos fármacos se detectaron en la región del Mekong, en Camboya, Myanmar y Tailandia. Pero lo peor es que, poco a poco, este fenómeno se expandió desde esta zona de Asia hasta América y se replicó en la región del planeta más afectada por la malaria: África subsahariana.

 

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