"Más del 50% de nuestros pacientes son menores de 12 años"

Entrevista con Anja Brandal, psicóloga noruega que ha trabajado con MSF en un programa de atención psicosocial en Hebrón, en los Territorios palestinos.

MSF
23/11/2007

En la ciudad de Hebrón, Cisjordania, la violencia continuada entre el ejército israelí, los colonos y la población local sigue afectando la salud mental de la población, sobre todo de los niños. Flashbacks, ansiedad, estado de alerta, pesadillas, incontinencia urinaria nocturna y falta de concentración son algunos de los síntomas a los que se enfrentan los palestinos como consecuencia del conflicto israelí-palestino. MSF continúa asistiendo a las personas que han estado expuestas o han sido testigo de la violencia diaria con un programa de atención psicosocial y médica. Anja Brandal, psicóloga noruega, acaba de volver de la región. En esta entrevista nos cuenta cómo afecta la situación a estas personas y qué hace MSF para intentar ayudarles a enfrentarse a ella.

¿Podrías describir tu trabajo?

El trabajo de los psicólogos es dar psicoterapia a corto plazo a personas que han sufrido o han sido testigos de la violencia. He trabajado con niños, adolescentes y adultos de forma individual, en grupo o en familia. Más del 50% de nuestros pacientes son menores de 12 años.
Dos psicólogos expatriados trabajan con la ayuda de un traductor local en la ciudad de Hebrón y el distrito. Normalmente hacemos visitas a sus casas ya que, a menudo, los pacientes tienen un largo camino y tienen que cruzar puestos de control israelíes. Pero a veces son ellos los que vienen a la oficina de MSF porque no quieren que la gente vea que están hablando con un psicólogo, aunque les explicamos que es la situación en la que viven lo que no es normal, y no ellos.
Cuando es necesario, cooperamos con nuestro médico local y con el trabajador social. Para mejorar la salud mental de la gente, muchas veces es necesario mejorar su situación médica y social.

¿Sois bienvenidos en las casas?
Antes de visitarles, dos miembros del equipo ya han hecho una primera evaluación para ver si es un caso potencial para un psicólogo. Después, los psicólogos hacemos nuestra evaluación y decidimos si el caso debe ser abierto o no. Normalmente nos dan la bienvenida, somos bien recibidos. A menudo, toda la familia se reúne para vernos en la primera visita, antes de empezar la intervención psicológica con uno o más miembros. La mayoría quieren que conozcamos la situación para que hablemos de ella. Quieren que el mundo entienda mejor lo que está sucediendo en los Territorios palestinos. Dar testimonio de ello también es una parte importante de nuestro trabajo.

¿Cuáles son las mayores preocupaciones de la población?
En los Territorios palestinos, todo el mundo está afectado por el conflicto. Algunos están más afectados por la violencia que otros, y es a ellos a quienes apoyamos. En algunas áreas están más tocados por el continuo acoso de los soldados israelíes y los colonos, por ejemplo en el área H2 de Hebrón. Esta área está controlada por las Fuerzas de Defensa de Israel, y los colonos y los palestinos viven muy cerca. Es difícil vivir en esta situación donde hay agresiones entre los soldados, los colonos y la población local. La mayoría de palestinos están constantemente asustados por si algo les ocurre a ellos o a su familia.

¿Qué tipo de síntomas tienen?
Es normal reaccionar a una situación anormal. Experimentar un evento violento o vivir en un lugar de acoso constante afecta a las personas. Al mismo tiempo, mucha gente se ha acostumbrado a afrontar la situación y están consiguiéndolo sin el apoyo de MSF. Después de un trauma, los síntomas pueden ser flashbacks, trastorno evitativo, estado de alerta, problemas de sueño, pesadillas, problemas de concentración, ansiedad y agresividad. Algunos niños desarrollan ansiedad por separación e incontinencia urinaria nocturna. A través de la psicoterapia, trabajamos en sus mecanismos de afrontamiento y intentamos reducir los síntomas.

¿Cuáles son estos mecanismos?
Nuestro trabajo principal es fortalecer sus mecanismos de afrontamiento o ayudarles a adquirirlos si no los tienen. Ejemplos de mecanismos de afrontamiento que hacen que se encuentren mejor son: hablar, recibir apoyo de sus familiares y amigos, rezar, hacer distintas actividades (como jugar en los niños), pensar en otras cosas y relajarse.


¿Nos puedes poner un ejemplo de un paciente que has tratado?

Trabajé con una niña de 14 años que había sido herida de bala por un soldado. Estaba traumatizada tras el accidente y reunía los criterios de trastorno de estrés postraumático (TEPT). Tenía pensamientos intrusivos sobre el incidente, estaba ansiosa, asustada de estar en su casa sin su madre y trataba de evitar pensar en lo que había ocurrido a pesar de que reaccionaba de forma muy fuerte cuando oía sonidos fuertes o veía soldados. En la psicoterapia hablamos de lo que le preocupaba, de su historia, de cómo ser más independiente y de cómo podría vivir sin estar alerta todo el rato. Encontró la manera de relajarse y hablamos sobre qué podía hacer si algo similar ocurría. En este periodo que trabajé con ella, hubo varias incursiones en su casa por parte de los soldados israelíes y había muchos patrullando en los alrededores de la casa. Este es el reto de trabajar en un contexto con violencia continuada: tienes que ser consciente de que un nuevo incidente puede ocurrir. En este caso, los nuevos incidentes me permitieron ver que era capaz de sobrellevar la situación mejor que antes ya que, aunque aún estaba asustada cuando pasaba, había encontrado formas de relajarse.

¿Puedes explicarnos con un ejemplo una terapia de grupo con niños?
Tuve un grupo de niños palestinos en el distrito que tenían que pasar un asentamiento judío en el camino hacia el colegio. Los colonos eran a menudo muy agresivos con ellos. Por ejemplo, les pegaban, les tiraban piedras y huevos y cubrían sus cabezas con máscaras para asustarles. Los soldados israelíes les escoltaban medio camino para impedir que los colonos les atacasen. Un grupo numeroso de niños habían experimentado el mismo incidente y estaban afectados psicológicamente de la misma manera. Trabajé con un grupo para que pudieran compartir sus experiencias. Les hice utilizar los dibujos como medio para expresarse, y luego hablar de ellos. También hablé con los padres de la importancia de hablar con los niños sobre sus miedos. Después de varias sesiones, los síntomas se redujeron y se habituaron a expresar sus sentimientos. Vieron que eso les hacía sentir mejor.

¿Hay psicólogos locales?

Hay muy pocos psicólogos en los Territorios palestinos, por ello el programa psicosocial de MSF es muy importante. Hay dos psiquiatras palestinos con los que cooperamos refiriendo pacientes, pero están muy saturados de trabajo. Hay consejeros trabajando, por ejemplo, en los colegios pero hay una falta de psicólogos que puedan proporcionar psicoterapia.


¿Cómo te sentiste como psicóloga trabajando en un lugar como los Territorios palestinos?
Al principio, cuando llegué, fue difícil para mí como psicóloga. Me preguntaba cómo podíamos ayudar a la gente psicológicamente cuando no podemos cambiar la situación. Esto era frustrante. Pero luego te das cuenta de que tienen que ayudarles a afrontar la situación, ayudarles a ser capaces de seguir viviendo en esta difícil situación. Ves a mucha gente que consigue vivir su vida bien, y ves que otros lo consiguen después de tu trabajo, entonces te das cuenta de que tu trabajo es necesario.