Migrantes en México: "Estuve tirado como dos horas en la sala de espera de urgencias revolcándome de dolor y no me asistían"

91.000 personas al año. Se trata de la población transmigrante que se estima se traslada por México utilizando el tren como medio de transporte. 91.000 historias de personas que se van de sus casas en Centroamérica para llegar a EE.UU. Muchos se ven forzados a huir de la violencia en sus países de origen, y el periplo por México para llegar a su destino no es nada fácil.

MSF
07/05/2014

Estos son los testimonios de algunos de ellos registrados por el personal de MSF. Testimonios de violaciones, malos tratos y problemas en el acceso a los servicios sanitarios.



"Tomé una camioneta Toyota en donde nos dijeron que nos iban a cruzar la frontera con México, íbamos 16 con un grupo de polleros. Nos asaltaron en una parte del camino que no recuerdo como se llama… Los polleros tienen contacto con los maquinistas, les dan hasta 10.000 pesos (unos 756 dólares) para que puedan subir a los migrantes que van con ellos. Nos subieron al tren a la fuerza. Lo considero un secuestro, pues yo no quería subir y después pidieron rescate por nosotros.

Estuve secuestrado 16 días cerca de Tenosique. Nos daban de comer pero nos tenían vendados y no nos dejaban ir al baño. Hablaron con mi cuñado, nos obligaban a dar los números telefónicos de nuestra familia. Pedían 5.000 dólares americanos para que nos dejaran. Una vez pagaron el rescate nos dejaron botados en Boca del Cerro sin ropa y con golpes por todo el cuerpo. Ahí estuve un día en el cerro y tuve que caminar toda la noche para llegar a un pueblo llamado Ejido Emiliano Zapata, donde unas personas me ayudaron y me llevaron al hospital más cercano. Puse denuncia por lo sucedido y regresé a Guatemala. Quince días después regresé y me dieron una visa humanitaria que ahora está vencida. Vivo en la calle."

 



Una paciente de 33 años y originaria de Honduras contó que su subió al tren con su esposo a la altura de Tierra Blanca. Vio a unos delincuentes subir pero cuando quiso tirarse ya era demasiado tarde. Los delincuentes la apartaron de su esposo y uno de los individuos la forzó a irse con él. Tomaron otro tren y llegaron hasta Lechería, en donde la retuvieron durante dos días en una casa. Tanto en el tren como en la casa fue objeto de violación. Finalmente logró escapar y llegó al albergue de Huehuetoca. Pero sigue sin conocer el paradero de su esposo.



Un paciente, nicaragüense, de 36 años, cuenta que en alguna parte de Veracruz un grupo de delincuentes se subieron al tren durante la noche y comenzaron a asaltar y robar. "Esto es un secuestro", les dijeron, y comenzaron a registrarlos, desnudarlos, golpearlos y quitarles sus pertenencias. Al final les dejaron desnudos y se fueron.



"En Medias Aguas seis policías nos golpearon. Nos tuvimos que regresar para Ixtepec porque estaba mal. Fuimos al hospital para que me atendieran pero no nos querían recibir que porque éramos migrantes. Nos decían que nos tenía que acompañar alguien. Mi amigo pedía que me recibieran. Estuve tirado como dos horas en la sala de espera de urgencias revolcándome de dolor y no me asistían. Finalmente, una señora que estaba ahí le dijo a la doctora, enojada: 'Oiga, este señor se está muriendo de dolor, ¿no lo van atender?' Fue entonces cuando me atendieron."

 



"Un hombre, salvadoreño, de 32 años, cuenta que hace tres años miembros de la mara 13 llegaron a su casa a matarlo. No sabe exactamente por qué pero cree que podría haber dos razones: que él pertenecía a otra organización, o haber advertido a un vecino que su primo, que pertenece a la mara 13, tenía instrucciones de matarlo. Él cree que esta última razón es más probable. El día que llegaron a matarlo él tuvo oportunidad de correr hacia el interior de la casa. Pero su hermana de 12 años se encontraba en la cocina y una bala la alcanzó. Murió al instante."

 

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