MSF alerta sobre el abandono que sufren los niños ante el sida

En un informe que se presenta en la Conferencia Internacional de Sida en Sidney, la organización exhorta a las agencias internacionales de salud e infancia así como a las compañías farmacéuticas a eliminar los obstáculos del acceso a nuevos tratamientos y métodos de diagnóstico simplificados para niños

MSF
23/07/2007

En el documento titulado Los Niños y el VIH/sida que se presenta estos días coincidiendo con la Conferencia Internacional de Sida en Sidney, Australia, la organización médico-humanitaria Médicos Sin Fronteras aborda las lagunas actuales en los esfuerzos de diagnóstico y tratamiento dedicado a los niños con sida en los países en desarrollo, a pesar de los tímidos avances que también se señalan.

Mientras que en los países ricos, el VI/sida pediátrico está en gran medida bajo control ya que la transmisión del VIH de madres a hijos puede prevenirse con éxito y los bebés y niños tienen acceso a diagnósticos y a la terapia antirretroviral (ARV), el 87% de los 2,3 millones de niños que se estima viven con el VIH/sida crecen en el África subsahariana, y la gran mayoría se encuentran fuera del alcance de estos servicios de salud. La disparidad entre ricos y pobres explica la laguna existente hoy en el área del VIH/sida pediátrico: se estima que de los 540.000 niños en el mundo que contrajeron el VIH durante el año 2006, 470.000 vivían en África y únicamente 700 procedían de Europa o Norteamérica. A pesar de que la mitad de los niños con VIH mueren antes de los dos años (1.000 niños mueren diariamente), la experiencia de Médicos Sin Fronteras (MSF) ha demostrado que los niños responden muy bien al tratamiento y pueden recuperarse con mayor rapidez. No obstante, cuestiones prácticas hacen que diagnosticar y tratar a niños infectados con el VIH/sida resulte mucho más difícil que diagnosticar y tratar a adultos.

Transmisión
En más de nueve de cada diez ocasiones, los niños contraen el VIH a través de la transmisión de madres a hijos. Esta infección puede ocurrir durante el embarazo, el parto o la lactancia. Adoptando estrategias como la administración de terapia antirretroviral a las madres VIH-positivas durante el embarazo, y al bebé a las pocas horas después del parto; realizando cesáreas electivas; y proporcionando alternativas seguras a la leche materna, los países ricos han conseguido reducir la transmisión de madres a hijos por debajo del 1%. Sin embargo, en los países más pobres, la tasa de transmisión llega a alcanzar del 25 al 45%. La razón está en que la mayoría de madres no tienen acceso a servicios de diagnóstico ni a tratamientos apropiados. A pesar de estas dificultades, se ha demostrado que la transmisión puede reducirse entorno al 5%. El desafío está en cómo implementar intervenciones a gran escala.

Diagnóstico

La detección de la infección por VIH en bebés es crucial para que la terapia antirretroviral pueda iniciarse lo antes posible. El diagnóstico a través de síntomas clínicos no basta, puesto que los síntomas no suelen ser aparentes en los primeros estadios de la enfermedad. En adultos, la infección por VIH con frecuencia se diagnostica a través de una prueba de anticuerpos, pero en bebés no es eficaz, porque todos los niños nacidos de mujeres VIH-positivas adquieren los anticuerpos de sus madres y estos permanecen en la sangre hasta 18 meses. Se han conseguido algunas mejoras a través del método basado en la toma de muestras de sangre seca. Este método permite recoger y secar la sangre del paciente en un trozo de papel de filtro, que se enviará al laboratorio más cercano que cuente con el equipamiento necesario (a menudo un laboratorio en la capital del país). Con este método se puede facilitar mucho el diagnóstico, pero depende de un sistema de transporte operativo y suficiente capacidad de laboratorio. Se requiere más inversión internacional para la investigación en nuevos métodos.

Tratamiento
Los fabricantes genéricos indios han desarrollado algunas dosis fijas combinadas (varios fármacos en una sola pastilla), conocidas como FDC, por sus siglas en inglés. Gracias a ello, tratar a un niño hoy con las FDC de primera línea cuesta menos de 100 euros al año. Esto supone un gran paso adelante para nuestros jóvenes pacientes, que ahora pueden tomar dosis adaptadas en forma de tableta efervescente. Sin embargo los tratamientos más nuevos, de segunda línea, cuestan como mínimo 700 euros por paciente al año, y además no están adaptados en su mayoría ni a las condiciones ni a las necesidades de los niños en países en desarrollo ya que con frecuencia, tienen que tomar las presentaciones de adultos. Además, las guías de tratamiento estandarizadas y recomendaciones en materia de dosificación para los niños han llegado muy tarde. UNICEF y OMS tardaron más de tres años en ofrecer orientaciones sobre las dosificaciones y las formulaciones necesarias. Como resultado de ello, los fabricantes estaban desarrollando FDC pediátricas que difieren de las dosis recomendadas por OMS. Hasta ahora, ninguna compañía ha empezado la producción de las nuevas formulaciones recomendadas ni las compañías productoras de pruebas diagnósticas se han mostrado interesadas en desarrollar nuevos tipos de pruebas.

“Pedimos a la OMS y a UNICEF que desarrollen una estrategia clara para asegurar que el mayor número de niños recibe ARV; pedimos a las compañías farmacéuticas que faciliten el acceso de los niños a la terapia antirretroviral, aunque estos no representen un beneficio comercial; y pedimos a los programas nacionales y a los donantes internacionales que promuevan la implementación de guías nacionales para el tratamiento de sida pediátrico. Nuestros equipos en el terreno han puesto en práctica nuevas formas integrales de asegurar la adherencia de los niños al tratamiento con éxito. Hay que avanzar con más fuerza dando prioridad a los pequeños con sida”, declara el doctor Luis Villa, director médico de MSF España.

Así mismo, en el seno de la 4ª Conferencia de la Sociedad Internacional de Sida, MSF presenta la guía de precios anual actualizada de los antirretrovirales disponibles en el mercado, donde se observa al lado de una fuerte reducción de los precios de fármacos de segunda línea estimulada por las licencias obligatorias emitidas en Tailandia, un preocupante incremento del coste de aquellos tratamientos menos tóxicos de primera línea recomendados recientemente por la Organización Mundial de la Salud. Este incremento llega a ser del 500%, pasando de 99 dólares por paciente a 487 dólares por paciente. MSF advierte que la falta de competencia y estos altísimos precios pueden causar que los pacientes de los países en desarrollo no se beneficien de estos tratamientos mejorados que se encuentran con facilidad en países desarrollados.

La experiencia de MSF respecto al tratamiento de niños con VIH/sida
MSF empezó a proporcionar la terapia antirretroviral a niños en diciembre de 2000. Hoy, MSF está tratando a casi 100.000 pacientes con ARV en más de 30 países. Entre éstos, más de 7.000 (un 7%) son niños menores de 15 años.

En su trabajo con niños, MSF pone un interés considerable en la adherencia al tratamiento, un aspecto que a menudo se descuida en la atención al VIH pediátrico. Explicar lo que es el VIH a los niños y a quienes se ocupan de ellos, en la mayoría de los casos personas que no son sus padres, requiere contar con personal especialmente dedicado a ello. MSF ahora está trabajando con asesores profesionales y amateurs para que organicen grupos de apoyo infantiles a fin de mejorar la adherencia. Para ayudar a superar algunas de las barreras prácticas, los equipos de MSF han creado herramientas innovadoras, incluyendo diarios de salud, calendarios de tratamiento y otras formas de ayudar a mejorar la comprensión de los niños entorno a la enfermedad y su tratamiento.