MSF rechaza las acusaciones falsas y engañosas de Pfizer acerca de la participación de MSF en los ensayos de medicamentos que la compañía farmacéutica llevó a cabo en Nigeria en 1996

Entre los cables diplomáticos del Gobierno de EEUU recientemente publicados por Wikileaks, aparecen detalles de una reunión entre un responsable de la compañía farmacéutica Pfizer y funcionarios de la Embajada de EEUU en Nigeria, en abril de 2009.

MSF
04/01/2011

En el momento de la reunión, Pfizer se encontraba en medio de una batalla legal con el Gobierno de Nigeria en relación con un ensayo clínico de antibióticos en niños que se había realizado de forma contraria a la ética médica. El ensayo clínico se llevó a cabo en el estado de Kano en 1996 durante una epidemia masiva de meningitis.

Pfizer llevó a cabo el ensayo de los antibióticos trovafloxacino, de marca Trovan, a pesar de no tener ninguna prueba médica previa de que podría ser eficaz contra la meningitis. Los investigadores de Pfizer llevaron a cabo el ensayo en el Hospital del Estado de Kano, donde al mismo tiempo un equipo de Médicos Sin Fronteras (MSF) trataba niños con un régimen de antibióticos reconocido y aprobado clínicamente para el tratamiento de la meningitis bacteriana.

Pfizer llegó a un acuerdo con el Estado de Kano el 30 de julio 2009 en el que aceptaba pagar la suma de 75.000.000 de dólares. Hay otros casos pendientes ante los tribunales de EEUU y el Gobierno Federal de Nigeria mantiene demandas legales contra Pfizer.

Es sobre este telón de fondo que Pfizer acusó falsamente MSF de usar Trovan. Existen pruebas documentadas que demuestran que estas acusaciones son totalmente falsas. MSF no administró en ningún momento Trovan a los pacientes. Litigios relacionados con este caso e investigaciones exhaustivas sugieren que los intentos de Pfizer para reescribir la historia tienen la intención de desviar la responsabilidad por las acciones de la compañía.

MSF no estaba trabajando en la misma parte del Hospital del Estado de Kano que los investigadores clínicos de Pfizer, y el personal de MSF no tenía conexión con Pfizer. Cuando el personal de MSF se dio cuenta de lo que Pfizer estaba haciendo, se quedaron consternados por las prácticas del equipo de la empresa. El personal de MSF en el terreno comunicó sus preocupaciones a Pfizer y a las autoridades locales.

"No era el momento para realizar un ensayo clínico," dice Jean-Hervé Bradol, ex presidente de MSF-Francia y responsable jerárquico de los equipos de Kano en aquel momento. "Había pánico en el hospital, desbordado por el número de pacientes en estado crítico. El equipo de MSF se sorprendió de que Pfizer mantuviera este supuesto ensayo científico en medio del infierno."

Hasta el momento, los responsables de Pfizer no han retractado estas acusaciones sin fundamento contra MSF. Algunas fuentes de información en  Internet han adoptado la versión de los hechos ofrecida por el responsable de Pfizer en el cable publicado por Wikileaks.

Una exhaustiva investigación del Washington Post, sobre la base de información de fondo y entrevistas del personal de MSF, publicado el 17 de diciembre de 2000, deja bien claro la distinción entre las actividades de Pfizer y el trabajo de MSF durante el brote de meningitis:

"Detrás de una puerta asediada por multitudes que sufrían había dos clínicas muy diferentes. Una organización humanitaria, Médicos Sin Fronteras, había levantado un centro de tratamiento con el único objetivo de salvar vidas. Mientras, los investigadores de Pfizer Inc., una enorme empresa farmacéutica estadounidense, habían creado un segundo centro. Usaban la epidemia de meningitis en Nigeria para llevar a cabo experimentos en los niños con lo que Pfizer creía que era un prometedor nuevo antibiótico, un medicamento aún no aprobado en Estados Unidos ".

Este artículo posteriormente desencadenó varias demandas legales emprendidas por las víctimas y las autoridades de Nigeria contra Pfizer.

Con un tratamiento de eficacia demostrada en mano, Pfizer prefirió llevar a cabo las pruebas de un fármaco que no se había probado sobre niños cuyas vidas pendían de un hilo. “En esa situación había que aplicar protocolos de tratamiento de reconocida eficacia en lugar de llevar a cabo ensayos clínicos de un nuevo antibiótico, con resultados inciertos", dijo el doctor Bradol.

Los investigadores de Pfizer ponen en riesgo no sólo a los niños de Kano, sino también a otros ensayos clínicos que se realizan en circunstancias adecuadas y que podrían tener un impacto positivo en las personas enfermas en el mundo en desarrollo. Pfizer nunca tuvo la intención de vender Trovan a un precio accesible en África si se hubiera aprobado.

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