El mundo tiene que exigir que se juegue la prórroga de este partido

MSF
16/06/2010

“En realidad, lo poco que sé de moral lo aprendí en el campo de fútbol”.

Albert Camus, filósofo francés y Premio Nobel de Literatura.

El pasado viernes a las cuatro de la tarde, Sudáfrica y México jugaron el primer partido del Mundial. Un vibrante encuentro que acabó en empate y en el que ambos equipos notaron los nervios que suelen producirse en los inicios de cualquier competición.

A lo largo de las próximas semanas, miles de millones de personas tendrán sus ojos centrados en un Mundial que por vez primera en ochenta años de historia se celebra en África. La mayor parte de la audiencia televisiva internacional – más de 300 millones de personas – se centrará en lo que suceda en los diez estadios repartidos por la geografía sudafricana, se reunirá con sus familiares y amigos para celebrar las victorias de sus equipos favoritos y llorara junto a ellos las derrotas de sus héroes... pues, después de 64 partidos, sólo un país logrará hacerse con la ansiada Copa.

Hasta que el 11 de julio el árbitro pite el final del último partido, todos tendremos de nuevo la oportunidad de disfrutar de un espectáculo que innegablemente produce un efecto unificador en las distintas culturas y sociedades del mundo. Y sin embargo, tanto Médicos Sin Fronteras como otras muchas organizaciones que trabajamos en África, pensamos que es también importante ofrecer una imagen más completa de lo que ocurre día tras día en este continente.

Por ejemplo, en MSF creemos que no se debe olvidar que cada año 1,4 millones de personas en el África Subsahariana siguen muriendo innecesariamente a causa del VIH/sida. Y como organización médico humanitaria, también queremos recordar que la mayor parte de estas muertes serían evitables si hubiese un mayor acceso a las terapias antirretrovirales (TAR) y se generalizase el derecho al tratamiento.

¡Es necesario que el mundo sepa que la lucha contra el VIH/sida aún no se ha terminado!

Los equipos de MSF están presentes en varios de los países de la región del Sur de África, proporcionando asistencia, tratamiento y atención sanitaria a muchas de las comunidades afectadas por el VIH/sida y por tuberculosis, una enfermedad que está asociada letalmente a la anterior.

A base de mucho esfuerzo y trabajo, y gracias a la ampliación del tratamiento y de la atención sanitaria prestada a las personas que viven con esta enfermedad, millones de personas con el VIH siguen hoy con vida. A día de hoy, más de cuatro millones de personas en los países en vías de desarrollo tienen acceso a una TAR que les salvará la vida, pues el éxito médico ha sido impresionante..... pero todos lo que se ha hecho hasta ahora es aún insuficiente, pues otros 9,5 millones de personas que necesitan la TAR y que viven en los países en desarrollo, siguen en lista de espera para poder acceder a ella.

La falta de financiación y los recortes que hoy en día se están comenzando a aprobar condenará a muerte a millones de personas que viven con el VIH/Sida. Para poder sobrevivir, todas estas personas dependen casi por completo de los países e instituciones donantes, como por ejemplo el Plan Presidencial de Emergencia para el Alivio del SIDA (PEPFAR), de EEUU, o el Fondo Mundial de Lucha contra el SIDA, la Tuberculosis y la Malaria. Sin embargo, se ha producido un giro evidente entre los países donantes del G8, que en los últimos tiempos se han alejado de sus promesas de mantener un compromiso a largo plazo para la financiación de las TAR.

Así pues, en la actualidad estamos viendo como la vida feliz, normal y prolongada que los donantes habían prometido a todas estas personas mediante la financiación de sus TAR, está bajo una seria amenaza.

El efecto que tendría para los pacientes el repliegue de los donantes en la financiación de la lucha contra el VIH/SIDA, es el mismo que el que tendría para los aficionados al fútbol el que el árbitro señalase la conclusión de la final del Mundial cuando aún quedase medio partido por jugarse. Si en el Mundial pasara algo así, la indignación sería mayúscula – personas y naciones enteras pondrían el grito en el cielo. Pero la triste realidad es que cuando los donantes y los países ricos han empezado a cerrar el grifo de la financiación para luchar contra el VIH – lo que desembocará en la muerte prematura y evitable de millones de personas que necesitan tratamiento inmediato– apenas se ha registrado ninguna reacción o indignación. Y esto es inaceptable.

Por ello, desde este blog hacemos un llamamiento al mundo para que proteste contra el hecho de que mueran millones de personas por el simple hecho de haber nacido en un país que no puede costear sus tratamientos.

Al leer este blog y aportar tus opiniones, podrás posicionarte a favor del acceso universal al tratamiento y a la atención sanitaria para TODAS LAS PERSONAS que viven con el VIH/SIDA. Al hacerlo, mostrarás tu apoyo para que las personas que viven con VIH/SIDA en los países en desarrollo dispongan de una oportunidad justa. El mundo tiene que exigir que se juegue la prórroga de este partido decisivo, en el que la meta final es marcar un gol a favor del tratamiento, salvar vidas y derrotar al VIH/SIDA. Pon tu granito de arena para que entre todos ganemos este partido y exige con nosotros que se proporcione un tratamiento antirretroviral financiado a todos aquellos pacientes que lo necesitan.

Si lo conseguimos, entonces sí podremos hablar de un triunfo mundial.

Borrie La Grange, responsable de Comunicación de MSF Sudáfrica.