En los últimos días, más de 200 familias procedentes de Nigeria y Chad han llegado a Toumour, en el este de la región de Tiffa, huyendo de la violencia y el hambre en sus localidades de origen. Muchos fueron acogidos por la población local.
Formada a su vez por muchos desplazados y refugiados, la población local sigue mostrando una gran solidaridad ante las nuevas olas de desplazamiento y comparte los pocos recursos de los que dispone. A pesar de este apoyo, 77 de las familias recién llegadas a Toumour vivían en condiciones muy precarias, sin suficiente alimento y ningún tipo de bien. Para aliviar la situación, uuno de nuestros equipos ha distribuido kits con artículos de primera necesidad –utensilios domésticos, mantas, mosquiteras y kits de higiene– a estas familias.
Djoumai Tchaiman, 28 años, es una de las refugiadas que se benefició de esta distribución. “Vengo del lago Chad, en la frontera entre Nigeria, Chad y Níger. Hacía mucho tiempo que queríamos salir de ese lugar por la inseguridad pero no podíamos porque no sabíamos dónde podía estar Boko Haram. Aprovechamos que había problemas entre ellos y que iban a pelear cerca de nuestro pueblo para huir. Eran las ocho de la noche. Después de cuatro días caminando, mis cinco hijos, mi marido y mis suegros llegamos a Toumour. Por desgracia, cuando llegamos mi marido fue detenido por los militares como sospechoso. Ahora mismo no sé dónde está”, explica.
Con la llegada de los nuevos refugiados, ha habido muchas consultas por fatiga y estrés en el centro de salud de Toumour –apoyado regularmente por MSF– debido a las largas jornadas de camino a pie y el miedo a ser atacados o detenidos. La organización también ha reforzado la suplementación nutricional de los nuevos desplazados menores de 5 años y su familia.
Nuevos refugiados continúan llegando
Además de estas 200 familias, Toumour sigue registrando una continua llegada de pequeños grupos de refugiados. A pesar de que muchas organizaciones se fueron de la zona tras los ataques que sufrió el distrito de Bosso, donde está situado Toumour, el pasado mes de junio, la localidad cuenta con varios servicios: puntos de agua y un centro de salud donde la atención médica es gratuita para toda la población. Para los recién llegados, el principal problema es el acceso a la comida; aunque hay alimentos básicos en el mercado, los desplazados no tienen dinero para comprarlos.
“Dada la crítica situación en las zonas de Nigeria y Chad fronterizas con Níger, es probable que Toumour sigue recibiendo más refugiados y en condiciones tan precarias con estos últimos”, explica Youssouf Demdelé, jefe de misión adjunto de MSF en Níger. “La población no ha podido cultivar y depende de las distribuciones de alimentos. Además, estamos en plena temporada de malaria. Hay varias actores humanitarios trabajando en Diffa pero hay zonas donde se necesita que llegue más ayuda”.
Mientras el equipo de MSF distribuía los bienes de primera necesidad, una vecina de Djoumai Tchaiman se acercó hasta ellos. “Es gesto muy humano el que hacéis, aunque nosotros no nos beneficiamos porque somos desplazados anteriores. Es justo. Todo el barrio está al corriente de la situación en la que vive Djoumai con sus hijos”.
MSF trabaja en la región de Diffa desde diciembre de 2014. Para mejorar la atención sanitaria de la población local y desplazada, MSF trabaja conjuntamente con el Ministerio de Salud en el centro de salud materno-infantil en la ciudad de Diffa, en el hospital del distrito de Nguigmi y en varios centros en los distritos de Diffa, Nguigmi y Bosso. MSF también proporciona asistencia médica en los emplazamientos de Assaga, Garin Wanzam y Kintchandi, donde se han asentado miles de desplazados. En 2015, MSF realizó más de 142.000 consultas médicas en la región.