Nueva amenaza para el acceso a medicamentos: TLC Estados Unidos-Tailandia

MSF urge a Tailandia a hacer frente a las presiones de Estados Unidos y proteger así el acceso a la salud de sus pacientes en las negociaciones del Tratado de Libre Comercio (TLC).

MSF
11/01/2006

Mientras tienen lugar las conversaciones sobre las disposiciones de propiedad intelectual en el marco del Tratado de Libre Comercio que están negociando Estados Unidos y Tailandia, Médicos Sin Fronteras (MSF) advierte que la aceptación de las propuestas de Estados Unidos podrían poner en peligro el acceso a los medicamentos esenciales en Tailandia, así como su programa nacional para el tratamiento del VIH/SIDA.

MSF muestra su preocupación de que Estados Unidos, como ya ha hecho en otros acuerdos de libre comercio regionales, presione para conseguir que se extiendan las concesiones de patentes y limitar así la posibilidad en Tailandia de salvaguardar la salud de su población mediante la producción a bajo coste de versiones genéricas de medicamentos patentados.

A pesar de que la propuesta norteamericana sigue ocultándose al público, se cree, en base a las posiciones negociadores de Estados Unidos en otros acuerdos regionales como el más reciente con Centroamérica (CAFTA), que Estados Unidos buscará nuevamente conseguir disposiciones de propiedad intelectual que van más allá de los estándares internacionales establecidos por la Organización Mundial del Comercio (OMC) en la Declaración de Doha sobre los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC) y la salud pública. De forma inequívoca, la Declaración de Doha dio prioridad a la salud pública por encima de la protección a la propiedad intelectual.

“Tememos que si el gobierno tailandés acepta la propuesta norteamericana, los profesionales de la salud en Tailandia se enfrentarán a grandes obstáculos para garantizar el tratamiento a los pacientes que viven con VIH/SIDA, especialmente para aquellos que necesitan la terapia antirretroviral (ARV) de última generación para sobrevivir”, dijo Paul Cawthorne, coordinador de MSF en Tailandia. “Esta semana hemos visto a miles de tailandeses exigiendo a su gobierno que salvaguarde el acceso a los medicamentos y defienda el programa nacional para el tratamiento del VIH/SIDA. Por el bien de miles de tailandeses que dependen de medicamentos accesibles, esperamos que esto suceda”.

Mediante el uso de fármacos producidos localmente, el gobierno de Tailandia ha iniciado un programa de acceso universal a tratamiento subsidiado, que da cobertura actualmente a unos 80.000 tailandeses viviendo con el VIH/SIDA. MSF ha facilitado terapia con ARV en Tailandia durante cinco años y ahora apoya al programa nacional tailandés. Si se aceptan las disposiciones de Estados Unidos, y por consiguiente se bloquea la competencia de medicamentos genéricos que pueda abaratar el precio de los medicamentos nuevos, el gobierno tailandés no podrá continuar ampliando el acceso al tratamiento y facilitar combinaciones de fármacos de segunda línea que son esenciales cuando la combinación inicial ya no tiene efecto en el paciente. El precio actual de los fármacos de segunda línea es de más de 3.500$ por paciente al año, cerca de 10 veces más que el precio de los fármacos más comunes utilizados en una terapia de primera línea.

“Estados Unidos debe dejar de promover disposiciones que socaven el consenso internacional expresado en la Declaración de Doha”, advirtió Ellen´t Hoen, miembro de la directiva de la Campaña de MSF para el Acceso a Medicamentos Esenciales. “Si el gobierno tailandés acepta la propuesta de Estados Unidos, estará dando marcha atrás después del importante avance conseguido para garantizar el acceso universal al tratamiento de las personas que viven con el VIH/SIDA, y esto obligaría a los pacientes con VIH y otras enfermedades a pagar un precio demasiado alto”.

MSF ha facilitado atención y prevención para VIH/SIDA en Tailandia desde 1995 y comenzó la terapia antirretroviral en el año 2000. MSF y sus socios locales facilitan actualmente formación en el tratamiento, mediante servicios de consejería y apoyo a más de 16.000 tailandeses que reciben el tratamiento antirretroviral mediante el programa que lleva a acabo el gobierno.