Nuevos enfrentamientos en las provincias congoleñas de los Kivus obligan a MSF a suspender algunas actividades

Lejos de estabilizarse, la situación en los Kivus se ha deteriorado en los últimos meses, con graves consecuencias para la población civil, pero también para las operaciones y los equipos de las agencias de ayuda. Por esta razón, MSF ha tenido que suspender temporalmente algunas actividades en la zona.

MSF
12/04/2012

Los enfrentamientos armados se intensifican en el este de República Democrática del Congo (RDC), junto con importantes movimientos de tropas. Los civiles ya se cuentan entre las primeras víctimas, aunque el personal de las agencias de ayuda también parece haberse convertido en blanco de los ataques. "La situación en los Kivus, lejos de estabilizarse, se ha deteriorado en los últimos meses", explica la Dra. Marcela Allheimen, responsable de proyectos de Médicos Sin Fronteras (MSF) en RDC.

Las recientes deserciones del ejército nacional han contribuido a un aumento de la inseguridad y los enfrentamientos, y a una reconfiguración de las diferentes fuerzas en juego. "Estamos observando nuevos brotes de violencia, pero lo peor es que ahora parecen cebarse muy especialmente en la población civil y los trabajadores humanitarios", añade la Dra. Allheimen.

Artículos como comida, dinero y teléfonos móviles son confiscados para suministrar a la logística militar. Desde noviembre de 2011, los equipos de MSF han sido objeto de más de 15 actos violentos, como la incursión por parte de hombres armados uniformados a la casa de MSF en Baraka (provincia de Kivu Sur), la semana pasada. Pero el incidente más grave ocurrió el 4 de abril de 2012, cuando dos miembros del personal de MSF, una enfermera y un logista, fueron secuestrados en una carretera cerca de Nyanzale en Kivu Norte y puestos en libertad unas horas más tarde.

En consecuencia, MSF, una de las pocas organizaciones de ayuda médica presentes en Kivu Norte y Kivu Sur, ha suspendido sus actividades en Nyanzale, las ha reducido en Rutshuru y se ha retirado de la zona de Butembo. Para una población civil ya debilitada por años de conflicto y desplazamiento, esta falta de acceso a servicios médicos es otro efecto negativo e indeseado de la degradación de la situación. En estos momentos MSF no puede proporcionar la ayuda que quisiera en los Kivus y los enfermos no se atreven a ir hasta los centros de salud.

Otra consecuencia de la inseguridad reinante es que pocas personas salen a trabajar sus tierras, con lo que también peligra el sustento de las familias. Los civiles son victimas de robos y extorsiones, y también son reclutados a la fuerza para transportar las pertenencias de los milicianos o como esclavos sexuales.

El mecanismo nacional e internacional de estabilización en los Kivus nunca había sido tan importante. Sin embargo, MSF cuestiona su eficacia dado el deterioro de la situación y le preocupa que la capacidad de dispensar asistencia médica siga disminuyendo.

A pesar de la frágil situación de seguridad, MSF sigue trabajando en Kivu Norte y Sur, proporcionando atención médica principalmente en Kitchanga, Mweso, Pinga, Rutshuru, Baraka, Lulimba, Kalonge y Shabunda.