Puerto Rico: ampliamos nuestra respuesta a la COVID-19 debido al aumento de casos

Se han registrado 30.720 casos y 395 muertes en la isla. Durante la semana del 14 de agosto, hubo una media de 645 casos cada día, un aumento del 46% comparado con las dos semanas anteriores.

MSF
26/08/2020

Debido al importante aumento de casos de coronavirus en Puerto Rico desde el pasado mes de julio, Médicos Sin Fronteras (MSF) estamos ampliando nuestra respuesta en la isla. Proporcionamos atención primaria, tanto a domicilio como a través de clínicas móviles, para personas con enfermedades crónicas y sin acceso a la salud, y hacemos seguimiento de personas diagnosticadas con COVID-19.

Dos equipos médicos de MSF ya brindaban atención médica en las casas y mediante clínicas móviles a personas con enfermedades crónicas que no pueden o siente miedo de ir a los centros de salud debido a la COVID-19. Debido al aumento de personas que necesitan este seguimiento, estamos preparando un tercer equipo. Por otro lado, con el aumento exponencial del número de casos de coronavirus en el país, el número de pacientes inscritos en el programa de seguimiento de COVID-19 se ha incrementado.

Desde el inicio de la pandemia y hasta el 26 de agosto, ha habido al menos 30.720 casos y 395 muertes en Puerto Rico, según datos de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de EE. UU. Durante la semana del 14 de agosto, hubo una media de 645 casos cada día, un aumento del 46% comparado con las dos semanas anteriores.

En San Juan, trabajamos en colaboración con varias organizaciones puertorriqueñas. Por ejemplo, Coalición de Coaliciones ofrece pruebas de COVID-19 a gente sin hogar, mientras gestionamos una clínica cerca, para brindar consultas médicas.



Si alguien recibe un resultado positivo, pueden inscribirse en el programa de seguimiento de COVID-19 de MSF. "Nos queda mucho por entender sobre el virus, pero sabemos lo rápido que las personas pueden pasar de estar moderadamente enfermas en casa, a extremadamente enfermas, necesitando atención de urgencia", explica Rolando Betancourt de León, enfermero y miembro de nuestro equipo en Puerto Rico. "A través de este programa, monitoreamos su salud para garantizar que están seguras en casa. Les brindamos la información que necesitan para que cuiden de ellas mismas y sepan cuando es necesario que llamen para pedir ayuda".

El programa de seguimiento de COVID-19 es un sistema de 14 días, que funciona a través de teléfonos móviles, en el que los pacientes se pueden inscribir por medio de mensajes de texto o de Whatsapp. El paciente monitorea sus síntomas diariamente y comunica los resultados por teléfono a una de nuestras enfermeras. Los equipos sanitarios los refieren a especialistas de salud mental y trabajadores sociales, si es necesario. Si el caso es grave, remitimos el paciente a un hospital. Los equipos también ayudan a los pacientes a recibir los medicamentos que pueden necesitar a través de médicos de atención primaria.

"Dar positivo en el test de COVID-19 puede causar temores a cualquiera, especialmente si estás controlando tus síntomas en casa o dependes de la familia'", explica Betancourt de León. "La atención que damos ayuda a aliviar mucha de esa ansiedad porque nuestros pacientes saben que están siendo monitoreados por profesionales médicos, y ellos tienen la información que necesitan para controlar sus síntomas y pueden limitar transmitir el virus a sus familias".

Por otra parte, nuestros equipos médicos también proporcionan atención domiciliaria y en clínicas a pacientes que padecen de problemas crónicos de salud. Nuestros equipos médicos en San Juan y sus alrededores trabajan sobre todo con personas sin hogar, drogodependientes y ancianos. Además, viajamos a áreas remotas en el este (Humacao, Fajarado, y Loíza), oeste (Arecibo y Utuado), y sur (Ponce) de la isla, donde hay gente con enfermedades crónicas que vive aislada.

"Durante una emergencia aguda, como lo que estamos viendo con la COVID-19, los problemas crónicos de salud pueden ser ignorados en comunidades abandonadas y vulnerables", explica Betancourt de León. "Las personas con hipertensión o diabetes o VIH, por ejemplo, no pueden ir a las consultas médicas normales ni recibir sus medicamentos, así que los dejan de tomar. Con esas clínicas para personas con condiciones crónicas de salud, estamos intentando prevenir que la COVID-19 provoque otro tipo de emergencia de salud".

 

Empezamos nuestra respuesta de COVID-19 en Puerto Rico a principios de mayo, suministrando equipos de protección personal y realizando formaciones en prevención y control de infecciones en los centros de salud, centros de detención, escuelas de enfermería, y entre la población de alto riesgo. Hemos apoyado la distribución de unos 30.000 equipos de protección y realizado formaciones en prevención de infecciones a personal sanitario en 22 centros. Seguimos organizando talleres de educación de salud relacionados con la COVID-19 a grupos de alto riesgo.