RCA: la inseguridad amenaza la vida de civiles y trabajadores humanitarios y bloquea la ayuda

Suspendidas todas las actividades médicas móviles en el noroeste tras la muerte de una trabajadora de MSF

MSF
26/06/2007

El clima de inseguridad generalizada que reina actualmente en el noroeste de República Centroafricana (RCA) afecta gravemente a la población civil y a los trabajadores humanitarios. Tras la muerte violenta de nuestra compañera Elsa Serfass, el pasado 11 de junio, todas las actividades médicas móviles de Médicos Sin Fronteras (MSF) en la región han sido suspendidas, mientras los hospitales siguen funcionando. Otras organizaciones presentes en la zona han suspendido sus actividades, con lo que la asistencia a las poblaciones muy vulnerables que viven en zonas rurales se encuentra paralizada. MSF hace un llamamiento a todas las partes en conflicto en RCA a respetar la vida de los civiles y a garantizar el acceso de las agencias humanitarias a las personas que lo necesitan.

En los últimos meses, la población civil del noroeste de RCA ha sido víctima de la creciente violencia e inseguridad que provocan las partes en conflicto y grupos de bandidos. Numerosos pueblos fueron atacados, quemados y saqueados obligando a los habitantes a buscar refugio en el monte. Los desplazados viven a menudo sin acceso a refugio ni a agua potable y expuestos a enfermedades como la malaria, las infecciones respiratorias y las diarreas. En los cinco primeros meses de 2007, se han realizado más de 95.000 consultas en las estructuras de salud apoyadas por MSF. Entre las principales patologías observadas, 25.078 pacientes sufrían malaria, de ellos 15.356 eran niños de menos de cinco años.

La inseguridad permanente también afecta a las organizaciones humanitarias, que han sido el blanco de amenazas y víctimas de secuestros. Desde el inicio del año, se tuvieron que suspender en 29 ocasiones las clínicas móviles de MSF –que tratan a una media de 6.500 pacientes al mes– debido a la inseguridad. Al mismo tiempo, la violencia impide a los pacientes llegar a las estructuras de salud. La población no se atreve a salir de sus pueblos o del monte donde se esconde, incluso cuando requiere atención médica.

MSF llama a todas las partes en conflicto a respetar la vida de las poblaciones civiles en RCA y a garantizar un espacio humanitario para que la ayuda llegue a los que más la necesitan. Si la inseguridad impide a las organizaciones humanitarias continuar su trabajo, las primeras víctimas serán las poblaciones que sufren de la violencia, las amenazas y los desplazamientos.

MSF trabaja actualmente en distintas zonas del norte de RCA afectadas por la violencia, los equipos ofrecen atención primaria y secundaria de salud a través de una red de hospitales, centros de salud y clínicas móviles en las regiones de Paoua, Boguila, Markounda, Batangafo, Kabo, Kaga Bandoro, Gordil y Birao.
MSF emplea actualmente en RCA a 55 trabajadores internacionales, 485 nacionales y dispone de un presupuesto anual de 7,7 millones de euros.