RDC: situación desesperada para miles de desplazados en la región de Katanga

En los últimos dos meses, más de 18.000 personas han buscado refugio en el pueblo de Dubie, en la agitada región de Katanga de la República Democrática del Congo

MSF
26/01/2006

Los desplazados huyen de los enfrentamientos entre el ejercito congolés y milicias locales, conocidas como mai-mai. Muchos llegaron en un precario estado de salud, sin más posesiones que lo que pudieron transportar ellos mismos.

Médicos Sin Fronteras (MSF), que ha instalado tres campos de desplazados en el área, está enormemente preocupada por el estado de salud de los desplazados. La población del pueblo se ha triplicado con la reciente afluencia de desplazados, poniendo a prueba los ya limitados recursos para proporcionar asistencia sanitaria y comida. La mortalidad, tanto de los desplazados como de la población local, es alarmante.

Debido a la inseguridad, mucha gente continúa viviendo en los bosques alrededor de los pueblos, sin un refugio adecuado, ni comida, ni asistencia médica desde hace meses, antes de llegar a Dubie.

“Los equipos de MSF también trabajan en esta zona, concretamente en un hospital en Dubie y en centros de salud en los distritos de los alrededores, pero atender a la gran afluencia de gente, en ese terrible estado de salud, está siendo desbordante”, explica el coordinador del proyecto, Goedele Van Bavel. “Es muy difícil poder distribuir comida debido a la escasez ya que los suministros prometidos se han retrasado mucho”.

Desde el principio de la llegada de los desplazados, MSF ha construido tres campos diferentes, distribuyendo material básico como plásticos para construir refugios y utensilios de cocina. Se han establecido tres clínicas móviles en los campos, que realizaron 1.224 consultas sólo en las tres primeras semanas de enero, y se ha puesto en marcha un campaña de vacunación contra el sarampión.

Las patologías más comunes son la malaria, las infecciones respiratorias y la diarrea. La desnutrición severa también es un tema importante y sólo en diciembre hubo 56 admisiones en los centros de nutrición terapéuticos de MSF.

Mientras la llegada de desplazados a los campos se están reduciendo poco a poco, la tensión en las instalaciones médicas de MSF sigue siendo enorme. Actualmente, se está tratando alrededor de 50 niños una sala pediátrica diseñada solamente para 21.

"Realmente, la ayuda ha sido muy escasa y mucha gente sigue desesperada", concluye Van Bavel. "Con el inicio de la estación de lluvias este mes, tememos que esta situación pueda empeorar todavía más".