Sierra Leona: “La gente está muy cansada y quiere que el Ébola desaparezca”

El número de pacientes con Ébola quizá esté disminuyendo, pero la epidemióloga Amanda Tiffany, que trabaja en Epicentre, un centro de investigación de Médicos Sin Fronteras, explica que cada contacto debe ser seguido para acabar con la epidemia.

MSF
10/02/2015

“La epidemia de Ébola empezó solo con unos casos en Guéckédou, Guinea. En una zona pequeña y aislada, los brotes de Ébola son normalmente limitados. Pero aunque empezara a pequeña escala, este brote tuvo lugar en la frontera entre tres países, donde la gente se mueve mucho, de un pueblo a otro y de un país a otro. Al principio, en Guinea, cuando preguntábamos por los contactos de las personas que habían muerto a causa del Ébola, la gente decía: ‘Oh, se fue a Sierra Leona’. O: ‘Está en Liberia’.

Aquí, en Freetown, todavía no sabemos cómo más de la mitad de los pacientes se infectaron. Y aunque sepamos en qué familias ha habido casos de Ébola, no necesariamente sabemos dónde se originó la infección.

Para llegar a cero casos, cada persona que haya tenido un contacto de riesgo con alguien que tuviera Ébola tiene que ser identificada. No es tan fácil como ir a la casa de alguien que haya estado enfermo y preguntar quién se ha visto expuesto. Se trata de ganarse la confianza de las familias, de pasar tiempo con ellas, para que así entiendan que la gente con la que han estado en contacto no va a ser castigada.

Si un buen sistema de seguimiento de contactos hubiera funcionado desde el principio de la epidemia, no habría motivos para poner a la gente en cuarentena. En Guinea, el gobierno nunca ha puesto casas bajo cuarentena. En la superpoblada Freetown, donde el Ébola estaba fuera de control y la respuesta al brote era débil, el gobierno pudo considerar que la cuarentena era la única opción viable.

Personalmente no estoy de acuerdo con esta medida pero puedo entender por qué el gobierno de Sierra Leona la tomó: para impedir que la gente se mueva y la epidemia se siga extendiendo. La movilidad de la población es una de las principales razones por la cual la epidemia se extendió de forma tan rápida. Sin embargo, por lo que hemos visto durante las visitas a algunas familias en cuarentena, no son apoyadas de forma sistemática ni reciben comida, agua potable o atención médica.

Hace poco visité una casa en cuarentena. Ya habíamos ingresado a cinco miembros de la familia en nuestro centro de tratamiento de Ébola en Freetown cuando una niña de cuatro años enfermó. Llamaron a la línea especial de atención y vino una ambulancia a recogerla. Aunque la familia pidió que la llevaran al centro de MSF, donde estaban sus familiares, la ambulancia tenía instrucciones de llevarla a otro sitio. Ayer la familia aún no sabía nada de la pequeña, y estaban muy preocupados. También estaban preocupados por lo que significaría para ellos. Me dijeron: “Si la pequeña tiene Ébola, tendremos que empezar otros 21 días de cuarentena. Si su madre enferma diez días después, entonces los 21 días empezarán de nuevo. Será difícil para nosotros seguir siendo obedientes”.

Las casas en Freetown están tan pegadas, sobre todo en las zonas más pobladas, que es fácil desaparecer por un callejón abajo: es muy fácil evitar la cuarentena.

Sin embargo, en algunos barrios la comunidad pone mucha presión en la gente que está en cuarentena. Todo el mundo sabe quiénes son. A veces, ellos mismos deciden ponerse en cuarentena.

Por supuesto, es una buena noticia que Liberia, Guinea y Sierra Leona tengan menos casos de Ébola. El comportamiento de la gente ha cambiado. La gente está muy cansada y quiere que el Ébola desaparezca. También hay muchas organizaciones que ahora están gestionando centros de tratamientos de Ébola, haciendo control de infección, actividades comunitarias y gestionando servicios de ambulancia.

Pero la razón por la que la epidemia todavía continúa es que nosotros, la comunidad internacional, no actuamos lo suficientemente rápido en su momento. Si otro brote tuviera lugar, lo que se tiene que hacer es responder más rápido. Pero tal eventualidad no cogerá a estos países por sorpresa. La gente ha sido formada, centros han sido construidos, los servicios de ambulancia se han reforzado y los sistemas de triaje han mejorado. Esperamos que, gracias a las lecciones aprendidas, la próxima epidemia de Ébola no tenga la oportunidad de estar fuera de control.”