Sri Lanka: semanas después del fin de la guerra los hospitales siguen desbordados

En colaboración con el Ministerio de Salud de Sri Lanka, MSF ha practicado más de 5.000 intervenciones quirúrgicas en cinco meses en el distrito de Vavuniya. Actualmente, las actividades se centran en atención postoperatoria y hospitalizaciones de desplazados

MSF
15/07/2009

Siete semanas después del fin de los enfrentamientos entre el ejército sri lankés y los rebeldes tamiles, el número de pacientes que llega hasta los hospitales es menor pero todavía supera la capacidad de camas disponibles. El número total de pacientes en el hospital de Vavuniya se ha estabilizado en las últimas semanas en aproximadamente 1.200, en relación a las 450 camas disponibles. MSF está trabajando con personal del Ministerio de Salud en los hospitales de Vavuniya y de Pompaimadu, así como en un hospital instalado por MSF cerca de los campos de desplazados de Manik Farm.

En junio los equipos médicos siguieron dedicándose principalmente a realizar intervenciones quirúrgicas y asegurar la atención postoperatoria a los heridos, con casi 1.200 intervenciones quirúrgicas practicadas a heridos de guerra y miles de vendajes puestos. “Cada vez acuden más desplazados a los hospitales”, explica Hugues Robert, coordinador general de MSF en Sri Lanka. “La población en el distrito de Vavuniya casi se ha duplicado en unos pocos meses, con más de 260.000 desplazados procedentes de la región del Vanni. Esto significa que hay muchas mujeres embarazadas y muchos niños, que han desarrollado, por ejemplo, complicaciones de infecciones respiratorias o sufren de desnutrición y diarrea. El Ministerio de Salud ha ampliado su capacidad para poder tratar a estos pacientes, pero dada la magnitud de las necesidades, es importante que MSF siga prestando apoyo."

En el hospital que MSF abrió al otro lado de los campos de Manik Farm el 22 de mayo, ya se han registrado 600 ingresos. La mayoría son personas desplazadas, referidas por el Ministerio de Salud que trabaja en los campos o por otros hospitales que carecen de más espacio. Llegan y se van en ambulancia, acompañados por un miembro de las fuerzas de seguridad. “Las principales causas de hospitalización son heridas antiguas e infecciones respiratorias y cutáneas", explica Marie-Noëlle Rodrigue, responsable de emergencias de MSF. “Nos adaptamos conforme a las necesidades. Por ejemplo, ofrecemos atención obstétrica. Pero como no dispensamos atención médica en los campos, no conocemos exactamente la situación sanitaria de la población procedente de la zona de guerra". 

Algunos desplazados necesitan estar ingresados durante varios días o semanas, como por ejemplo, las personas paralíticas o con discapacidades permanentes tratadas en el hospital Aryuvédico del Ministerio de Salud en Pompaimadu. Los fisioterapeutas de MSF les ayudan a recuperar algo de movilidad para que puedan desplazarse con muletas y en sillas de ruedas proporcionadas por Handicap International. Algunos de los heridos y enfermos también son supervivientes que luchan por recuperar sus vidas. “Recuerdo a una mujer con el rostro destrozado –no podía ni adivinarse su edad– y su hija de 8 años, la única de sus cuatro hijos que había sobrevivido. La niña ayudaba a su madre para todo”, recuerda una enfermera. “La mujer pasaba por momentos en los que desaparecía dentro de sí misma; era la única forma de escapar del dolor, a pesar de la medicación. Tuvieron que hacérsele varios injertos de piel tras haber sido herida por múltiples explosiones de bomba. También recuerdo a un niño de siete años que había dejado de hablar y que no había comido prácticamente nada durante dos meses desde la muerte de su padre. Padecía desnutrición severa y no recuperó peso durante su estancia en el hospital. Se marchó sin haber dicho ni una sola palabra".