Pediatría: “Trasladar la medicina de los países ricos a los países pobres sin adaptarla no siempre funciona”

Entrevista con Daniel Martínez, especialista en pediatría de MSF en Barcelona y uno de los organizadores de los primeros Días Pediátricos de MSF, que se celebran el 23 y 24 de septiembre en Estocolmo, en colaboración con el Hospital Universitario del Instituto Karolinska.

MSF
23/09/2016

¿Por qué organiza MSF unos Días Pediátricos?

MSF asiste a las personas más vulnerables en contextos de guerra, violencia, epidemias o enfermedades olvidadas, desastres naturales y exclusión de la atención médica, y en estos contextos los niños siempre aparecen entre la población más vulnerable. Así que sin pretenderlo, sin ser una organización pediátrica, entre el 50 y 60% de todas las personas que atendemos son menores de 5 años. Si cogemos una definición de pediatría más consensuada –los menores de 18 años– calculamos que dos terceras partes de nuestros pacientes están en esa franja de edad.

De esta manera, hemos acumulado una gran experiencia en atención pediátrica en contextos humanitarios y de recursos limitados, y creemos que hace falta un foro internacional específico para compartir estas experiencias con otros actores e instituciones que ahora mismo no existe. Sí existen foros globales sobre pediatría en general pero nuestro acceso es limitado por el coste.

¿Cuál es el objetivo de estos Días Pediátricos?

La falta de un foro internacional que se dedique a difundir y promover la investigación y la ciencia sobre la pediatría en contextos humanitarios, de urgencias o con recursos limitados se nota en el desarrollo de tecnologías o nuevos medicamentos, ya que estos no responden a las necesidades que tenemos. Por ejemplo, no se han desarrollado las tecnologías que permitan montar una Unidad de Cuidados Intensivos relativamente básica; solo puedes comprar los equipamientos que existen, que son muy caros, y esto hace imposible la instalación de hospitales pediátricos de calidad en contextos de recursos limitados.

Queremos crear un espacio internacional de difusión sobre la pediatría en contextos humanitarios. No se trata solo de un simple congreso científico, confiamos en que salgan recomendaciones útiles que se puedan aplicar en los contextos donde nosotros y otras organizaciones trabajamos; y que otros actores e instituciones puedan ver dónde falta investigación y desarrollo.

¿Cuáles son los principales temas que se discutirán?

Hemos definido cuatro temáticas, dos para neonatología y dos para pediatría. Sobre neonatología, vamos a tratar una de las principales causas de mortalidad neonatal, las infecciones neonatales, y también vamos a hacer una sesión sobre prematuros. Sobre pediatría, vamos a tratar el manejo del niño en choque en zonas de recursos limitados, un tema donde existe una gran controversia técnica, y la drepanocitosis, la enfermedad hematológica más frecuente en África.

Consideramos que la drepanocitosis ha sido una enfermedad olvidada durante décadas. Es una patología potencialmente mortal, crónica, pero que si se detecta y trata a tiempo, el paciente puede llevar una vida con menos complicaciones y con mayor esperanza de vida. Hoy, el 90% de las persona con drepanocitosis en Europa llegan a la edad adulta, en países con bajos recursos más del 90% fallece antes de cumplir los 5 años. Tres cuartas partes de todos los casos en el mundo ocurren en solo tres países: India, Nigeria y República Democrática de Congo.

¿Cuál es la controversia que existe sobre el manejo del niño en choque?

El choque es cuando llega una persona con una depresión súbita de las funciones vitales y tienen un riesgo muy alto de fallecer. Este cuadro puede deberse a muchas causas: falta de sangre, infección grave, fallo cardíaco, reacción alérgica, etc. En esta área, hemos visto que trasladar simplemente la medicina de los países ricos a los países pobres sin adaptarla no siempre funciona. De hecho, un estudio reciente mostró que al hacer lo mismo que en los países ricos en los países en desarrollo, la mortalidad puede aumentar.

En la mayoría de contextos donde trabajamos, no podemos diferencia rápidamente qué tipo de choque tienen los niños que atendemos. Un problema que no existe en el mundo desarrollado, pero que es vital para países con menos recursos. Estamos hablando de la patología grave que vemos con más frecuencia.

En Estocolmo, vamos a juntar a varios expertos en el tema y les vamos a poner a pelear en términos académicos para tratar que se pongan de acuerdo: si hoy estamos en un contexto donde no hay los recursos para tener una UCI pediatría de primer nivel, qué debemos hacer y qué no debemos hacer. El objetivo de la sesión sería acabar con unas recomendaciones claras que nos permitan mejorar la atención de estos pacientes críticamente enfermos en zonas de recursos limitados.

¿Cómo ha evolucionado la pediatría en MSF?

Históricamente, hemos tenido un enfoque más centrado en las enfermedades más mortales y hemos desarrollado estrategias con una visión más vertical: programas de desnutrición, malaria, VIH, tuberculosis, vacunación, etc. Ahora estamos viendo que con una visión más integradora, pensando más en un grupo poblacional –los niños desde su edad neonatal, su etapa infantil, hasta la adolescencia– podemos trabajar en paquetes. En vez de ver un niño y solo vacunarle, podemos vacunarle y también ofrecer tratamiento contra otras enfermedades, incluso preventivo. Desde hace unos 10 años, MSF trabaja con estos paquetes. En general, nos centramos en una patología, por ejemplo la malaria, y ahí le vamos agregando cosas.

Cada vez nos acercamos a nuestros pacientes con una visión más horizontal y menos vertical; más basada en la persona y menos en la enfermedad.