Uganda: MSF refuerza su asistencia a los refugiados que huyen de la violencia en RDC

MSF aporta ayuda médica de emergencia así como apoyo logístico en materia de agua y saneamiento en el oeste de Uganda tras la afluencia de decenas de miles de refugiados que huyen desde mediados de julio de la violencia en la provincia de Kivu norte en la República Democrática del Congo.

MSF
29/08/2013

En torno a 22.000 refugiados viven ahora en el campo de tránsito de Bubukwanga a 18km de la frontera congolesa, un espacio previsto en un principio para albergar a 12.500 personas.

MSF aporta su ayuda a un total de 50.000 personas, refugiados y poblaciones locales, ocupándose de la salud materno-infantil, vacunaciones, el tratamiento de la desnutrición y la mejora de las condiciones de saneamiento para evitar una situación potencialmente peligrosa.

La semana próxima, MSF podrá aportar atención médica en el campo permanente de Kyangwali a donde los refugiados están siendo trasladados por el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). A día de hoy, 4.000 personas ya se han instalado en el campo permanente. El ACNUR prevé seguir trasladando a 2.000 personas a la semana.

El campo permanente de Kyangwali se encuentra a 150km de Bubukwanga pero este viaje, que puede durar hasta 6 horas, representa en sí mismo un riesgo para las poblaciones refugiadas. Ayer desgraciadamente, uno de los autobuses que efectuaba el traslado de los refugiados volcó, con un balance de un bebé muerto y 24 heridos. Los heridos fueron trasladados en una ambulancia de MSF al hospital más cercano donde nuestros equipos, junto con otros equipos médicos de refuerzo, les dispensaron asistencia médica de urgencia.

Sin embargo, el número de refugiados que llegan al campo de tránsito ha aumentado últimamente a causa del deterioro de la situación de seguridad en RDC, con más de 3.000 nuevas llegadas la semana pasada.

A MSF le sigue preocupando el suministro de agua y las condiciones de saneamiento en el campo de tránsito.

“Aunque las condiciones de saneamiento han mejorado estas últimas semanas, no hay suficientes letrinas con sólo una letrina para cada 82 personas, que literalmente desbordan suponiendo un importante riesgo de cólera, disentería y shigelosis. El cólera constituye un verdadero problema. Es endémico en esta región y el pico estacional llega siempre a principios de la estación de lluvias”, explica Ruben Pottier, Jefe de Misión de MSF.

La estación de lluvias precisamente acaba de empezar y con ella aumenta el riesgo de una epidemia de cólera y reduce el acceso al campo para los camiones que vacían las letrinas.

Además de la construcción de letrinas y el aprovisionamiento de agua potable, MSF ha pre-posicionado el material médico necesario para responder a una eventual epidemia de cólera.

MSF realiza 300 consultas cada día como media en el campo de tránsito, con algunos picos puntuales llegando a las 450 consultas, la mayoría de las cuales por infecciones respiratorias, malaria o diarrea. Los equipos también dispensan asistencia a las víctimas de la violencia sexual en el campo.

MSF presta apoyo a una unidad de hospitalización cuya capacidad ha pasado de 20 a 47 camas y que comprende, entre otros, pediatría y maternidad.

“Nos centramos en nuestra capacidad de responder a las necesidades de atención a la salud materna. No hay que perder de vista que, incluso durante las emergencias, la vida continúa: las mujeres siguen dando a luz y es esencial poder ocuparnos de los partos. Ahora esto ya es posible en nuestra maternidad: ya no tenemos que referir las cesáreas, y desde el 22 de julio ya han nacido aquí 92 bebés.”

En el campo permanente de Kyangwali, MSF ha abierto un puesto de salud a nivel de la zona de acogida de los refugiados. Aquí, a partir de la semana que viene, los niños podrán ser vacunados y examinados para detectar los casos de desnutrición, lo equipos ofrecerán asistencia primaria y los pacientes cuyo tratamiento requiera seguimiento médico serán trasladados. Los niños desnutridos que estén recibido tratamiento nutricional en el campo de tránsito serán objeto de seguimiento para asegurar que siguen su tratamiento.

MSF seguirá aumentando sus actividades a medida que vayan llegando nuevos refugiados a los campos.

MSF trabaja en Uganda desde 1986. Además de la respuesta a emergencias, MSF gestiona un programa de tratamiento del VIH/sida y de la tuberculosis en Arua al norte del país.