"El verdadero reto es forzar a las autoridades responsables de la población para que cubran las necesidades básicas"

Sarah Carpenter, coordinadora de terreno en Uganda, explica cómo van las actividades en los proyectos que MSF tiene en el norte del país, en Gulu.

MSF
22/03/2007

¿Cuáles son las principales actividades en Gulu en este momento?
Nos estamos centrando en dos áreas. Por un lado, estamos dirigiendo los centros de salud en tres campos de desplazados: Awoo, Awere y Lalogi, ya que los servicios del gobierno no son capaces de responder a las necesidades de la población desplazada. Ofrecemos salud primaria y hacemos referencias para emergencias y casos obstétricos complicados. Por otro lado, estamos mejorando la situación de agua y saneamiento en los campos haciendo perforaciones y letrinas y trabajando con las comunidades para promocionar la higiene. Además, proporcionamos agua potable, letrinas para las familias, promoción de la higiene y hacemos fumigación residual. Esto es básico para mejorar la salud de la población reduciendo los riesgos de enfermedades relacionadas con el agua y la higiene ya que los campos están superpoblados y muchas veces no hay fuentes de agua potable ni letrinas.
Las dos actividades ayudan a reducir la morbilidad usando medidas curativas y preventivas.

¿Alguna actividad nueva?

Hace poco nos hicimos cargo del centro de salud de Awere, ya que está situado en la misma región de Gulu donde estamos trabajando. En los últimos meses, empezamos a apoyar los programas de tuberculosis (TB) y VIH del Ministerio de Salud en los centros de salud donde trabajamos, incluyendo capacidad de diagnóstico con los nuevos servicios de laboratorio y asistencia con el suministro de medicamentos. También se ha implementado recientemente la prevención en la transmisión de madre a hijo, estamos haciendo lobby para una mejora en los protocolos médicos y manejamos desde un punto de vista clínico los casos de violencia sexual. Con el proceso de descongestión, también estamos pendientes de las necesidades básicas de estas personas: agua, saneamiento y control vectorial (específicamente contra la malaria). El programa de letrinas en las familias tiene un buen impacto entre la población que lo adopta. En algunas ocasiones, vemos que la población ya ha hecho el hoyo y ha preparado los materiales para construir sus letrinas, precisando sólo de un poco de asistencia para la construcción.

Con la nueva situación política, ¿cómo es la situación allí?
Aunque estamos en alerta por cualquier brote de violencia, hasta el momento no hay nuevos enfrentamientos en el área donde trabajamos. La población ha interrumpido el reasentamiento mientras observan la evolución de la situación y se desplazan a los campos de descongestión (zonas cerca de los campos donde se han empezado a instalar ya que disponen de más espacio), pero la situación se mantiene calmada con los dos partidos diciendo públicamente que quieren seguir negociando para la paz. De todas formas, nos mantenemos alerta para ser capaces de responder a cualquier nueva situación si vuelven los enfrentamientos.

¿Qué dice la población? ¿Cómo les afecta?

La gente que vive en los campos se está moviendo a los campos de descongestión y aún tiene miedo de que la violencia vuelva. Por ello son reacios a volver a sus pueblos de origen de forma permanente. Esto se refuerza por el hecho de que a menudo poco queda en los pueblos de donde viene la gente. Hay una población entera de niños que ha nacido en los campos, donde hay algunos colegios y, ocasionalmente, centros de salud. Algunos habitantes del campo van de manera temporal a donde algún día tuvieron sus granjas o sus casas, pero siguen viviendo aquí, donde se sienten más seguros en caso de que vuelvan los enfrentamientos.
Además, muchos de los campos tienen agua disponible y distribuciones de comida regulares, lo que ha creado una cierta dependencia, desanimándoles a un retorno definitivo a sus pueblos.

¿Cuáles son los principales problemas médicos?
Las principales patologías que vemos son la malaria, las enfermedades diarreicas y respiratorias. Pero cada vez tratamos más casos de VIH/sida y TB. Las enfermedades y condiciones que afectan a la salud reproductiva también son comunes.

¿Cuál es el reto para MSF en esta zona?
Actualmente, uno de nuestros principales retos es monitorear el movimiento de la población mientras se instalan en nuevas áreas (los campos de descongestión). Este proceso es impredecible, pero estamos tratando de seguir a donde va esta gente para valorar cuales son sus necesidades en esas áreas y para responder de forma adecuada proporcionando atención médica, acceso a agua potable y saneamiento. El verdadero reto es forzar a las autoridades responsables de la población para que cubran sus necesidades básicas. La llamada emergencia humanitaria en el norte de Uganda está siendo utilizada para tener el lugar estructuralmente desarrollado con la mínima inversión. Aunque haya muchos actores de ayuda que están presentes, aún hay poco progreso. Además, otro reto que aparece es la ya anunciada ruptura de stock en drogas para TB y VIH/sida.

¿Qué hacemos para combatir esta ruptura de stock?
Estamos proporcionando medicinas en los proyectos donde trabajamos cuando hay ruptura de stock de medicamentos que provienen de Ministerio de Salud. También estamos presionando a nivel nacional para que esto no suceda.