Gracias por haber participado en nuestra campaña 'Pastillas contra el dolor ajeno'. Gracias a vosotros tres meses después del lanzamiento de la campaña, y gracias a una espectacular participación de la sociedad española, se han vendido más de 3 millones de cajas en las farmacias. Los primeros ingresos nos permitieron tratar a pacientes de Chagas en Bolivia y VIH sida en Zimbabue.
Pero, ¿qué eran las pastillas contra el dolor ajeno?
Eran un acto simbólico pero, a la vez, de gran impacto: comprando esta caja de caramelos -de venta exclusiva en farmacias- y al precio de sólo 1 euro estabas colaborando en una campaña solidaria de ayuda a enfermos olvidados.
¿No es genial, que nosotros que tenemos pastillas de casi todo, podamos tomarnos una para calmar el dolor de los que no tienen?
Indicaciones
Las pastillas contra el dolor ajeno son indicadas para el tratamiento sintomático de dolor ajeno de intensidad alta, leve o moderada. El principio activo de las pastillas contra el dolor ajeno es el amor. Este principio es parte de un gesto humanitario que actúa directamente en las zonas más necesitadas y su fin es ayudar a aquellos que lo necesitan.
¿Cuánto dolos ajeno sufres?
Si decides colaborar en esta causa, es porque seguramente sufres de dolor ajeno, una dolencia que afecta, de forma casi endémica, al mundo desarrollado. Si sientes molestias, irritabilidad, sensibilidad... ante el sufrimiento de los enfermos más desfavorecidos, puede que estés contagiado.
Dosificación
Ya seas anciano, adulto o niño, cuantas más pastillas consumas, más ayudarás a los enfermos olvidados. Comparte ese dolor ajeno con la gente que te rodea, ayúdanos a difundir el mensaje. Cuantas más personas estemos afectadas aquí, más enfermos recibirán tratamiento allí.
Caducidad
Nunca es tarde para ayudar. Médicos Sin Fronteras cuenta con el apoyo de 3,8 millones de socios y colaboradores en todo el mundo, y más de 468.000 en España. Gracias a gente como tú, podemos decidir libremente dónde y cúando intervenir, en función de las necesidades humanitarias, y no de intereses políticos, económicos o militares.
Pero esto no acabado. Debemos seguir luchando contra el dolor ajeno, ¿nos ayudas? Haz un donativo.