Siria: aumentan los bombardeos en la región de Damasco

Este agosto ha sido el mes más sangriento desde el inicio de la guerra, en marzo de 2011.

MSF
14/09/2015

El personal de los hospitales provisionales a lo que Médicos Sin Fronteras (MSF) brinda apoyo en la zona asediada de Ghouta Este, cerca de Damasco, ha informado un incremento del flujo masivo de heridos tras 20 días de intensos bombardeos sobre mercados y edificios civiles. En las últimas semanas, los centros hospitalarios han tratado al menos 150 pacientes al día por heridas de guerra. Al mismo tiempo, la táctica de sitio y bloqueo sobre zonas civiles sigue creciendo y se ha expandido a tres nuevas áreas al norte de la capital siria en las que viven alrededor de 600.000 personas.

Entre el 12 y el 31 de agosto, los 13 hospitales provisionales que reciben apoyo de MSF en Ghouta Este se han visto desbordados de forma casi permanente por la llegada de pacientes con heridas traumáticas. Según los datos de seis de los centros, se han registrado 377 muertes y 1.932 personas heridas. Una de cada cuatro víctimas, 104 muertos y 546 heridos, eran menores de 15 años. La intensidad de los bombardeos ha afectado las líneas de comunicación, por lo que MSF no ha podido recabar datos detallados del resto de hospitales a los que presta apoyo.

“Este es uno de los meses más sangrientos en Siria desde el terrible ataque con armas químicas de agosto de 2013”, afirma el Dr. Bart Janssens, director de Operaciones de MSF. “Está claro que, cada día, ha habido al menos 150 heridos de guerra en Ghouta Este durante esas 20 jornadas de ataques. Los hospitales que apoyamos son estructuras provisionales en las que conseguir un medicamento resulta muy arriesgado, y en este contexto es impensable que los centros tengan la capacidad para afrontar tal intensidad de emergencias”, añade Janssens. “El inquebrantable esfuerzo de los médicos sirios por salvar vidas en estas circunstancias es absolutamente impresionante, pero la situación ha llegado a unos límites totalmente inaceptables”.

“Agosto ha sido el peor mes del que hemos sido testigos desde un punto de vista médico”, afirma el director de uno de los hospitales en las áreas sitiadas. “Cualquiera que no está herido o muerto puede considerarse afortunado. ¡Basta de miseria y sangre! ¡Ya está bien!”, dice.

Mientras tanto, el asedio alrededor de Damasco se ha acrecentado y extendido. Tres nuevas áreas al norte de la ciudad (All Tall, Hameh y Qudsaya) y sus 600.000 habitantes se encuentran cercados desde el 22 de julio.

Esto implica que las personas son detenidas y registradas y que no se permite la entrada de suministros, comida, combustible u otros productos básicos.

Además, el sitio en zonas como Muadamiyeh se ha intensificado, con lo que no solo están bloqueados los suministros médicos y la comida, sino que incluso el paso de personas está suspendido. Ahora más que nunca, las evacuaciones médicas resultan imposibles, incluso para aquellos pacientes que necesitan con urgencia atención médica vital y avanzada.

“El asedios se traducen en que estas comunidades carecen de bienes básicos esenciales para su supervivencia”, afirmó Bart Janssens. “Estamos al tanto de casi 400 amputaciones llevadas a cabo en Ghouta Este en agosto. Muchas de ellas se podrían haber evitado si no hubiera tantos obstáculos para la atención médica en la zona. Aunque aún podemos hacer llegar algunos suministros médicos a través del frente, cada vez nos resulta más complicado”, explica el Director de Operaciones.

MSF está organizando el suministro urgente de material médico (5.000 bolsas de suero intravenoso y 1.500 de sangre) para reabastecer unas existencias que están casi agotadas en los centros.

Cuatro millones de sirios han huido del país y han buscado refugio en los países vecinos. Mientras, miles de ellos están arriesgándose a ser detenidos o incluso a perder la vida de camino a Europa. Casi dos millones de personas están sitiadas en enclaves como Ghouta Este, donde la violencia y la falta de suministros básicos son su día a día.

 


MSF trabaja en seis instalaciones médicas del norte de Siria y presta apoyo directo a más de 100 puestos de salud y hospitales de campaña por todo el país, en especial en zonas asediadas. La mayoría son estructuras provisionales sin personal de MSF a las que la organización facilita tanto apoyo material como formación a distancia para ayudar a los médicos sirios a afrontar necesidades extremas. Esta red de apoyo se ha ido creando durante los últimos cuatro años.

 

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