Cuando estalla la violencia, nos enfrentamos a situaciones terribles y tratamos a personas heridas por bombas, minas terrestres, disparos o traumatismos.
Pero la mayoría de los pacientes que atendemos son personas con necesidades médicas como las tuyas, que se han quedado sin ningún tipo de asistencia sanitaria por culpa de la guerra: mujeres embarazadas, niños y niñas que necesitan vacunarse o que sufren desnutrición porque no consiguen alimento, personas con enfermedades crónicas, y ancianos sin acceso a medicamentos.
En algunos países y contextos, también es clave la atención a la salud mental y a las supervivientes de violencia sexual ya que, por desgracia, está estrechamente ligada a la violencia y a los conflictos.
Si no estuviéramos ahí, la gran mayoría de nuestras y nuestros pacientes no tendrían acceso a ningún tipo atención médica. Pero contigo a nuestro lado, podemos seguir junto a cada una de estas personas.
Haz un donativo. Con tu ayuda podremos seguir presentes en conflictos como los de Gaza, Ucrania, Yemen o República Democrática del Congo.