Desde Médicos Sin Fronteras celebramos la decisión de la farmacéutica británica GlaxoSmithKline (GSK) de reducir el precio de su vacuna de la neumonía (PCV) para organizaciones humanitarias que asisten a niños refugiados y afectados por las crisis.
Durante siete años, hemos dialogado con GSK y Pfizer –los dos únicos fabricantes que producen la vacuna de la neumonía– con el fin de acceder a precios más asequibles.
Ahora, la reducción del precio de GSK es un importante paso adelante en la protección de niños vulnerables asistidos por organizaciones humanitarias como la nuestra.
Con este anuncio, esperamos que Pfizer iguale a su vez la oferta de GSK, y que ambas compañías reduzcan adicionalmente el precio de la vacuna para gobiernos de países en desarrollo aún incapaces de costear la inclusión de la vacuna de la neumonía en su plan estándar de inmunización infantil.
“GSK ha dado un crítico paso adelante para los niños en emergencias”, declara nuestra presidenta internacional, la doctora Joanne Liu. “Con esta reducción del precio, nuestros equipos serán finalmente capaces de expandir sus esfuerzos para proteger a los niños contra esta enfermedad mortal. GSK debería también redoblar sus esfuerzos para reducir el precio de la vacuna para muchos países en desarrollo que aún no pueden costear la protección de sus niños contra la neumonía”.
La neumonía es la principal causa de mortalidad infantil a nivel mundial, matando casi un millón de niños cada año. Los menores afectados por crisis, como aquellos atrapados en conflictos o en emergencias humanitarias, son particularmente susceptibles a ella. En concreto, nuestros equipos médicos observan a menudo los efectos de la neumonía –una enfermedad prevenible mediante una vacuna– en los niños vulnerables a los que asistimos.
Una dosis 20 veces más cara
Hasta ahora, ni MSF ni ninguna otra organización humanitaria había sido capaz de comprar vacunas contra la neumonía a un precio asequible; hace algunos meses, pagamos 68,10 dólares (62,30 euros) por una dosis del producto de Pfizer para vacunar niños refugiados en Grecia –20 veces más que el menor precio que GSK y Pfizer ofrecen–.
En mayo, desde MSF entregamos los nombres de más de 416.000 personas de 170 países que firmaron una petición solicitando a Pfizer y a GSK la reducción del precio de la vacuna contra la neumonía a 5 dólares por niño por las tres dosis (4,5 euros) para las poblaciones afectadas por las crisis y para todos los países en desarrollo.
Con el anuncio realizado el 19 de septiembre, GSK se ha comprometido a ofrecer a las organizaciones humanitarias un precio aproximado de 9 dólares por niño las tres dosis (8,25 euros). Mientras este anuncio de GSK elimina una importante barrera para el acceso humanitario a la vacuna contra la neumonía, la vacuna contra la neumonía de Pfizer (PCV13) continúa siendo una herramienta indispensable en muchos países donde MSF y otras organizaciones proporcionan asistencia. Sin embargo, Pfizer aún sigue negándose a ofrecer un precio asequible de su vacuna contra la neumonía para las organizaciones humanitarias.
"Ahora le toca a Pfizer seguir el ejemplo de GSK y ayudar a construir una solución más amplia para la comunidad humanitaria, ofreciendo también el menor precio disponible para todos los países del mundo", subraya Liu. En lugar de bajar el precio para la comunidad humanitaria, Pfizer solo ha ofrecido un programa de donación. Por nuestra parte, preferimos tener acceso a vacunas asequibles y a precios sostenibles para que la salud de niños vulnerables no dependa de la buena voluntad de las empresas.