MSF alerta de las brutales condiciones en que miles de somalíes y etíopes huyen en patera hacia Yemen

Con motivo de la presentación del informe “Sin otra opción”, Médicos Sin Fronteras reclama un incremento de la asistencia a estos refugiados que arriesgan la vida huyendo de la guerra y el hambre

MSF
19/06/2008

Miles de somalíes y etíopes arriesgan la vida cada año al cruzar el Golfo de Adén, huyendo del conflicto y la extrema pobreza en sus países. Realizan el viaje en condiciones brutales, expuestos a la violencia de los traficantes y sin recibir apenas auxilio a su llegada a Yemen. Con la presentación del informe “Sin otra opción”, en el que se documenta las dramáticas condiciones del viaje, Médicos sin Fronteras (MSF) reclama un incremento de la asistencia a los miles de refugiados, solicitantes de asilo y migrantes que se ven abocados a esta salida desesperada. Ver vídeo [+]

Con la escalada del conflicto en Somalia y la sequía en el Cuerno de África, los números van en aumento: en 2007, según datos de la ONU, fueron casi 30.000 las personas que emprendieron el peligroso viaje a Yemen, y en los primeros cinco meses de 2008 ya van más de 20.000. Muchos de ellos nunca llegaron: en 2007 se registraron más de 1.400 muertos y desaparecidos y ya son cerca de 400 en 2008.

El informe, que se presenta en vísperas del Día Mundial del Refugiado, se basa en más de 250 testimonios recogidos por los equipos de MSF en Yemen desde septiembre de 2007. Los refugiados llegan exhaustos, muchos de ellos enfermos y emocionalmente destrozados. Las embarcaciones de 8 a 10 metros, en las que apenas cabrían 30 o 40 personas, viajan atestadas con más de 100 pasajeros. No pueden moverse durante los dos o tres días que dura el viaje y en muchos casos se ven privados de agua y alimentos. Los traficantes muestran una brutalidad extrema, golpeando a cualquiera que se mueva. Quienes peor lo tienen son los pasajeros hacinados en las bodegas de los botes, reducidos espacios en los que obligan a viajar a hasta veinte personas, a menudo las unas encima de las otras. Las condiciones son tan duras que se registraron muertes durante el viaje en una tercera parte de las pateras. Las principales causas fueron brutales palizas, falta de alimentos y de agua y asfixia. Varios entrevistados también reportaron casos en los que los traficantes lanzaron a pasajeros, incluyendo a niños pequeños, por la borda.

La llegada a la costa yemení es muy peligrosa: para evitar ser atrapados por los militares muchas pateras llegan de noche y no se acercan a la playa. Los traficantes obligan a los pasajeros a desembarcar en aguas profundas. Muchas personas perecen ahogadas: no saben nadar, apenas pueden moverse debido al entumecimiento o, desorientadas, son incapaces de encontrar la costa.

La mayoría de los entrevistados eran conscientes de los riesgos del viaje, pero aseguran que no les quedaba otra opción. Esta era su única estrategia de supervivencia para escapar de la violencia y la miseria. Sin embargo, después de tan dramático viaje, a su llegada a Yemen, un país cuyos recursos son limitados, la ayuda es escasa. “Hasta la fecha, la respuesta humanitaria ha sido insuficiente. Se necesita de forma urgente mucha más asistencia internacional y los países donantes deben comprometerse política y económicamente. La capacidad de respuesta de los que ya asisten a los refugiados necesita reforzarse y más organizaciones deben intervenir”, afirma Alfonso Verdú, Coordinador General de MSF en Yemen.

Imagen eliminada. Descárgate aquí el informe sobre Yemen "Sin Otra opción" (PDF)

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Médicos Sin Fronteras abrió en septiembre de 2007 un proyecto en las costas meridionales de Yemen para proporcionar asistencia médica, psicológica y humanitaria a los recién llegados. Un equipo móvil proporciona primeros auxilios y asistencia en la costa y MSF gestiona además un centro de salud para urgencias en el Centro de Acogida de Ahwar (CAA). En ocho meses de actividades, más de 6.000 personas han sido asistidas por los equipos de MSF, tanto en la costa como en el Centro de Ahwar.