Es perverso que J&J no reduzca el precio del medicamento clave contra la tuberculosis

Protestamos frente a la Bolsa de Nueva York para reclamar que la farmacéutica abarate el precio de la bedaquilina, vital en el tratamiento de la enfermedad. A día de hoy, un 80% de los pacientes que la necesitan no pueden acceder a ella. En 2019, J&J ganó nada menos que 13.600 millones de euros.

MSF
22/01/2020
Nuestros compañeros protestan frente a la Bolsa de Nueva York por el precio de un medicamento de JNJ vital para tratar la tuberculosis.

Médicos Sin Fronteras (MSF) hemos protestado hoy frente a la Bolsa de Nueva York para reclamar a la corporación farmacéutica Johnson & Johnson (J&J) que reduzca el precio de la bedaquilina (su fármaco para la tuberculosis) a un máximo de un dólar (0,90 euros) al día.

El precio de este medicamento, clave para tratar a las personas con tuberculosis resistente, debe tener en cuenta las aportaciones realizadas en su investigación y desarrollo por parte de los contribuyentes y la comunidad científica mundial contra la tuberculosis.

Nuestra protesta y petición coinciden con la presentación hoy por parte J&J de su informe de resultados en el cuarto trimestre de 2019 en el que la compañía comunica una facturación de más de 18.600 millones de euros en todo el mundo. La facturación global de J&J en todo 2019 fue de nada menos que 74.000 millones de euros y las ganancias de 13.600 millones.

"Después de una espera de casi medio siglo, al fin tenemos un fármaco que ofrece a los pacientes con tuberculosis resistente a los medicamentos más oportunidades de curación", explica Sharonann Lynch asesora de políticas sobre VIH y tuberculosis de nuestra Campaña de Acceso.

“Sin embargo, la bedaquilina permanece fuera del alcance de más del 80% de los pacientes que lo necesitan para sobrevivir. Dadas las ventas de J&J y su continuo crecimiento, resulta perverso que la compañía esté regateando cada centavo del precio de la bedaquilina, especialmente cuando en el desarrollo del medicamento hubo una inversión pública tan importante. Las personas que necesitan este medicamento no pueden permitirse esperar más".

En 2018, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó que la bedaquilina se empleara como parte esencial de un régimen totalmente oral para tratar la tuberculosis resistente, reemplazando así a los medicamentos más viejos y tóxicos que debían inyectarse, causaban efectos secundarios graves y, además, curaban a poco más de la mitad de personas tratadas.

En octubre de 2019, informamos de resultados positivos para el 77,6% de las personas tratadas con medicamentos orales más nuevos para la tuberculosis resistente, y del 72% para pacientes con regímenes de tratamiento que contienen bedaquilina. El estudio, realizado en condiciones del mundo real por MSF y nuestros colaboradores en 17 países, es el mayor realizado hasta ahora en materia de resultados del tratamiento con bedaquilina.

Sin embargo, muy pocas personas pueden acceder a este fármaco. Desde que se aprobó el uso de la bedaquilina en 2012, poco más de 37.000 pacientes lo han recibido. Se trata de una cifra insignificante teniendo en cuenta que aproximadamente el 80% de las 484.000 personas que desarrollan formas resistentes de la enfermedad cada año deberían ser tratadas con este medicamento. La implantación rápida de un tratamiento mejor tolerado que contenga bedaquilina solo tendrá lugar si J&J aumenta su disponibilidad de una forma asequible, incluso permitiendo que otros fabricantes de medicamentos para la tuberculosis produzcan versiones genéricas.

La bedaquilina se desarrolló con un considerable apoyo de contribuyentes, organizaciones sin ánimo de lucro y entidades de filantropía. Gran parte del crucial trabajo para informar del uso del medicamento y demostrar su valor terapéutico fue realizado por la comunidad de investigación en tuberculosis, los ministerios de salud y los proveedores de tratamiento, incluida nuestra organización, y fue financiado por los contribuyentes y otros donantes. Por lo tanto, J&J no debe ser la única instancia que toma decisiones con respecto a quién tiene acceso al medicamento.

En la actualidad, J&J cobra por la bedaquilina el doble del precio que reclamamos. El gigante farmacéutico ha tasado en 360 euros el coste del fármaco para un régimen de tratamiento de seis meses para países elegibles a través del Servicio Farmacéutico Mundial, una sección de la Alianza Alto a la Tuberculosis que suministra medicamentos para la tuberculosis a países de bajos y medianos ingresos. En otros países que no pueden recurrir a este mecanismo, la compañía farmacéutica carga un coste mucho mayor.

Además, algunas personas requieren hasta 20 meses del medicamento, lo que eleva el coste de la bedaquilina a más de 1.000 euros. Sin embargo, investigadores de la Universidad de Liverpool han calculado que la bedaquilina podría producirse y venderse con beneficios por mucho menos: por tan solo 0,22 euros por día si se vendieran al menos 108.000 cursos de tratamiento al año.

MSF somos el mayor proveedor no gubernamental de tratamiento contra la tuberculosis en todo el mundo y llevamos 30 años involucrados en la atención de la tuberculosis. Trabajamos a menudo junto a las autoridades nacionales de salud para tratar a los pacientes en una amplia variedad de entornos, incluidas zonas de conflicto crónico, barrios marginales, cárceles, campos de refugiados y zonas rurales. Hasta septiembre de 2019, más de 2.000 pacientes han sido tratados con los medicamentos más nuevos en los proyectos de MSF en 14 países: incluyendo 429 con delamanida –el otro nuevo medicamento contra la TB desarrollado en más de 40 años– 1.517 con bedaquilina y 429 con una combinación de ambos.

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