Cinco puntos sobre la desnutrición, la sequía y los brotes de enfermedades en Baidoa, en Somalia

Ampliamos la cobertura de nuestros programas de nutrición para hacer frente al importante aumento de niños y niñas con desnutrición aguda en la ciudad de Baidoa, en el estado del suroeste. La zona se ha visto gravemente afectada por una sequía implacable, la peor en los últimos 40 años, en medio de un conflicto que ya lleva décadas, una inseguridad continua y una respuesta humanitaria inadecuada.

MSF
13/10/2022

A medida que se acerca lo que se prevé que será la quinta temporada de lluvias fallida consecutiva en Somalia, nuestros equipos médicos han ido aumentando la cobertura de nuestros programas de nutrición para hacer frente al importante aumento de niños y niñas con desnutrición aguda en la ciudad de Baidoa, en el estado del suroeste. La zona se ha visto gravemente afectada por una sequía implacable, la peor en los últimos 40 años, en medio de un conflicto que ya lleva décadas, una inseguridad continua y una respuesta humanitaria inadecuada.

La desnutrición infantil que nuestros equipos observan también se ha visto agravada por enfermedades infecciosas mortales como el sarampión. Los índices de esta enfermedad están aumentando drásticamente debido a que la gente se refugia en condiciones de hacinamiento. En cientos de refugios improvisados y emplazamientos repartidos por toda la ciudad, los deficientes servicios de agua y saneamiento contribuyen a la propagación de enfermedades transmitidas por el agua, como el cólera. Los brotes, a su vez, aumentan el riesgo de desnutrición.

Somalia se ve afectada por un ciclo errático de inundaciones, sequías, conflictos y brotes de enfermedades que hacen mella en la población. La gente apenas ha tenido tiempo para recuperarse de una crisis cuando ya comienza a sufrir la siguiente. Muchas personas ya no disponen de medios de subsistencia por haber perdido sus cosechas y ganado, por lo que la capacidad de la gente para evitar el hambre se ha debilitado. Hay pocas opciones para que las personas se puedan mantener a sí mismas o a sus familias en sus lugares de origen. Muchos más describen un estado de desesperación: no saben de dónde van a sacar lo que necesitan para sobrevivir y dependen de la ayuda que puedan recibir.

 

Una madre alimenta a su hijo utilizando comida terapéutica (leche) durante su visita al recinto de MSF en el campo de personas desplazadas de Shabellow, en Baidoa

 

Aquí hay cinco datos sobre la sequía, la desnutrición y los brotes de enfermedades en Baidoa:

 

1.
Entre enero y agosto de 2022, llegaron a Baidoa más de 200.000 personas, que se suman a las 600.000 personas, aproximadamente, que viven en la ciudad1. Después de la capital, Mogadiscio, Baidoa alberga al segundo grupo de desplazados más numeroso.

MSF estamos trabajando en Baidoa, donde nuestros equipos de respuesta de emergencia en nutrición, sarampión y cólera atienden a alrededor del 20% de la población de la ciudad.



2. Atendemos a 500 niños y niñas con desnutrición grave a la semana

Entre enero y agosto de este año, examinamos a más de 206.000 niños en todo el territorio somalí a efectos de detectar casos de desnutrición y descubrió que 23.000 de ellos estaban desnutridos. Algunos llegan a nuestros programas de nutrición en un estado ya crítico.

En Baidoa, donde ofrecemos 20 clínicas móviles de nutrición y tenemos 32 puntos de control nutricional, hemos tratado a más de 12.000 niños desnutridos en los primeros ocho meses de este año. En agosto, tan solo en una semana, examinamos a 955 niños y derivamos a 761 de ellos a nuestro programa de nutrición. La mayoría de estos niños y niñas eran de familias recientemente desplazadas. Seguimos atendiendo a 500 niños con desnutrición grave a la semana.
 

Un enfermero de MSF mide el nivel nutricional de un bebé en el campo de personas desplazadas de Elbet, en Baidoa.

 

 

3. La sequía y la desnutrición intensifican una situación sanitaria ya de por sí grave

La sequía multiestacional ha empeorado la situación nutricional de la población, pero la prolongada crisis humanitaria se debe a varios factores aún persistentes. Entre estos factores, se incluye el hecho de que el sistema sanitario de Baidoa tiene muchas dificultades para atender a los cientos de miles de personas desplazadas adicionales. Los conflictos de larga duración, la respuesta humanitaria inadecuada, el impacto climático, así como el aumento de los precios de los alimentos y del combustible, también contribuyen a crear situaciones difíciles para la población.

 

4. Un círculo vicioso de desnutrición y enfermedades mortales

La desnutrición se ve agravada por las enfermedades infecciosas, ya que una persona desnutrida es más susceptible a las infecciones, y estas contribuyen a la desnutrición.
 

  • Sarampión
    Si bien el sarampión es endémico en Somalia, tan solo en los primeros seis meses de 2022, el país ha sufrido el doble de casos de sarampión de los registrados en todo el año 2021. Entre enero y agosto de 2022, hemos admitido a más de 5.460 niños con sarampión en todos nuestros centros en Somalia. En Baidoa, hay una nueva ola de sarampión; aproximadamente el 30% de los niños y niñas que tratamos son mayores de 5 años y la mayoría son de familias recién llegadas.
  • Cólera
    En abril, comenzó un brote de cólera en Baidoa. Entre mayo y agosto, registramos 14.112 pacientes de cólera en nuestros 15 puntos de rehidratación oral y 989 fueron ingresados en nuestro centro de tratamiento del cólera. 

    Para evitar la propagación de la enfermedad en los lugares donde se han asentado las personas desplazadas, hemos llevado a cabo el transporte de agua en camiones, la cloración y la perforación de pozos para mejorar el acceso al agua potable. También construimos 344 letrinas, realizamos actividades de promoción de la salud y distribuimos artículos de primera necesidad, como jabones y bidones, a 3.700 hogares.
     

Un enfermero mide el perímetro braquial de un niño en el campo de personas desplazadas de Elbet, Baidoa, Somalia.

 

 

5. Una respuesta rápida, sostenida y amplia puede salvar más vidas

Cuando se trabaja en Somalia, la inseguridad sigue siendo un problema. Hay muchos lugares de difícil acceso donde es posible que la población se vea gravemente afectada por la sequía y donde es muy probable que se produzcan brotes de enfermedades y haya desnutrición.

Es crucial satisfacer las necesidades médicas como parte de la respuesta humanitaria a esta crisis e incluir programas integrados de nutrición, vacunación contra el sarampión para los mayores de 15 años, vacunación oral contra el cólera y medidas comunitarias relativas al agua y saneamiento.

 

1 Según el grupo de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM)/Grupo Sectorial para la Gestión y Coordinación de Campamentos (CCCM)