Desde 2016, dirigimos un programa integral de salud sexual y reproductiva en clínicas en San Andrés y Tondo, dos de las zonas más empobrecidas y densamente pobladas de la capital. Trabajamos en colaboración con una organización local, Likhaan, y nos centramos en las necesidades de niñas y mujeres jóvenes, a las que ofrecemos servicios anticonceptivos, atención prenatal y posnatal, tratamiento de las infecciones de transmisión sexual y detección y tratamiento del cáncer de cuello uterino. A pesar del estigma que sufren en este país las víctimas de violencia sexual y de género, no deja de aumentar la cifra de personas que se acercan a nuestra clínica en busca de ayuda. Además, nuestros equipos organizan clínicas móviles cuatro veces por semana, principalmente en Tondo, para aquellas personas que no pueden acercarse a la clínica fija.
En 2019, atendimos más de 15.000 consultas de planificación familiar y realizamos pruebas de detección de cáncer cervical a 4.352 mujeres. De estas, 289 recibieron tratamiento con crioterapia, un procedimiento que congela una sección del cuello uterino mediante nitrógeno para destruir la zona afectada. También colaboramos con las autoridades sanitarias para vacunar a 2.230 niñas contra el virus del papiloma humano, responsable de este cáncer.
Este artículo ofrece una visión general de nuestro trabajo en este país entre enero y diciembre de 2019; es un resumen que no puede considerarse exhaustivo. En 2019, contábamos con 56 profesionales, entre personal nacional e internacional, y gastamos 2 millones de euros en nuestras actividades médico-humanitarias. Trabajamos por primera vez en este país en 1987.