Médicos Sin Fronteras (MSF) trabajamos para cubrir los vacíos de atención médica en Birmania, donde el conflicto actual ha interrumpido los servicios públicos y ha obligado a más de 1,2 millones de personas a abandonar sus hogares.

  • 190.700 consultas externas
  • 7.760 personas bajo tratamiento ARV de primera línea atendidas por MSF
  • 2.470 consultas individuales de salud mental
  • 33 personas comenzaron el tratamiento de TB-MDR
  • Mapa de proyectos MSF en Myanmar

En 2022, los servicios de salud pública siguieron deteriorándose después de que miles de médicos y enfermeros dejaran sus trabajos para unirse al movimiento de desobediencia civil. Además, la creciente inseguridad y las barreras administrativas dificultaron el acceso humanitario, lo que limitó aún más la disponibilidad de atención médica.

En respuesta a la drástica reducción de los servicios relacionados con la tuberculosis (TB) en Birmania, MSF ampliamos nuestras actividades en el hospital de TB Aung San, en la ciudad más grande del país, Yangon, donde asiste para recibir tratamiento el 50% de los pacientes con TB resistente a medicamentos (a nivel país). Además de brindar atención médica directa, ayudamos a detectar nuevos casos mediante actividades externas.

A mediados de 2022, reanudamos el traspaso de algunos de nuestros pacientes con VIH al Ministerio de Sanidad. En 2015, comenzamos a trabajar con el ministerio para transferir pacientes al programa nacional de sida. Esto se pospuso cuando las fuerzas armadas tomaron el poder en 2021.

  • Personal de MSF en su viaje para instalar una clínica en el campo de Ah Nau Ywe

A principios de 2022, a medida que disminuía la cantidad de casos de COVID-19, cerramos los tres centros dedicados que habíamos establecido en Yangon, Hpakant y Myitkyina.

Tras una escalada del conflicto en el estado de Rakhine, en agosto, las fuerzas armadas impusieron restricciones a la circulación de personas, bienes e incluso medicamentos. Por ello, no pudimos dirigir nuestras clínicas móviles durante cuatro meses, lo que limitó aún más el acceso a la atención médica de las personas en situación de vulnerabilidad. Durante ese período, solo estaba permitido realizar derivaciones de emergencia. En diciembre, reanudamos los servicios en algunos centros, pero no de forma completa. 

En los estados de Kachin y Shan, dimos respuesta a las personas que huían de la violencia, proporcionando asistencia médica y distribuyendo artículos de primera necesidad, como kits de higiene y de cocina.

Este artículo ofrece una visión general de nuestro trabajo en este país entre enero y diciembre de 2022; es un resumen que no puede considerarse exhaustivo. En 2022, contábamos con 1.340 profesionales* y gastamos 16,5 millones de euros en nuestras actividades médico-humanitarias. Trabajamos por primera vez en este país en 1992.

* La cifra de personal equivale al total de puestos a tiempo completo o FTE (del inglés full-time equivalent). Por ejemplo, dos personas a media jornada equivalen a un FTE.