Poppy Makgobatlou sufrió durante 29 años abusos y malos tratos por parte de su marido. Permaneció junto a él porque "en nuestra cultura, respetamos los deseos de nuestros padres. Mi madre se habría sentido humillada si hubiese dejado a mi marido", explica. "Iba y venía, y cuando llegaba a casa, me pegaba. Me rompió el hombro. Los médicos dicen que todavía está roto. Makgobatlou es ahora paciente en el centro de Kgomotso, en Sudáfrica, donde se tratan a supervivientes de violencia sexual.
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