2022 en 3 minutos
El año de las ecuaciones imposibles
Paula Gil Leyva
Presidenta de Médicos Sin Fronteras España
Dónde estar y hasta cuándo quedarnos. Ese fue nuestro reto diario en 2022, un año marcado por un contexto global lleno de incertidumbres y necesidades humanitarias en aumento. Para atender a las poblaciones en mayor situación de vulnerabilidad, tuvimos que resolver ecuaciones imposibles. Comparto contigo esta Memoria con el convencimiento de haber hecho lo correcto gracias al apoyo de personas como tú, pero también con el anhelo de haber podido llegar a más lugares o de habernos quedado en otros donde simplemente nos ha sido imposible continuar por mucho que lo intentamos.
Aunque el objetivo de estas líneas es presentarte nuestras actividades en 2022, no puedo empezar sin hablar de la última gran emergencia: Sudán. El pasado mes de abril este país quedó sumido en un caos total. Para atender al constante y vigente flujo de personas heridas, nuestras compañeras y compañeros, y el personal sanitario del Ministerio de Sanidad sudanés, continúan trabajando en condiciones extremadamente difíciles. Una vez más, estamos siendo testigos de ataques a hospitales, centros de salud, ambulancias y almacenes. Gracias por estar a nuestro lado en una crisis de tal magnitud.
De Sudán a Ucrania
Ahora sí, te hablo de 2022, un año marcado por la escalada del conflicto en Ucrania. Esta guerra, como todas, está provocando un dolor inmenso en la población. Uno de nuestros principales objetivos fue, y sigue siendo, acceder a las personas que no pudieron huir del país. Al mismo tiempo, el foco de los medios de comunicación iluminó Ucrania y dejó a oscuras al resto de emergencias en las que, como te decía antes, por nuestra parte resolvimos ecuaciones imposibles para poder atenderlas. Esta guerra ha reconfigurado la ayuda internacional y, en consecuencia, ha impactado con especial dureza a las poblaciones en mayor situación de vulnerabilidad.
Más allá de esta guerra
A este panorama hay que sumar las consecuencias socioeconómicas de la pandemia de COVID-19, la crisis energética y alimentaria mundial; y el aumento desorbitado de la inflación. También los efectos del cambio climático: sequías, inundaciones, crisis nutricionales y enfermedades. Todo ello desencadena desplazamientos de población y pobreza. Un cúmulo de circunstancias que complica aún más la vida de estas poblaciones. Las mujeres y las niñas, una vez más, se vieron terriblemente afectadas por todo lo anterior y vimos con indignación un retroceso en materia de sus derechos en lugares como Afganistán.
Mientras se fraguaban estas realidades tan desalentadoras, miles de personas de países como Siria, Nigeria, Burkina Faso o Afganistán sufrieron torturas y fueron encarceladas o asesinadas en el intento de llegar a un lugar más seguro. Todo esto ante la necedad de las autoridades de los países del norte, que se niegan a facilitar pasos seguros al externalizar fronteras, poner barreras a golpe de decretos o mirar para otro lado mientras, como sucedió en 2022, estas personas llegaron a morir apiñadas contra las vallas que separan su mundo del nuestro.
Querer y no poder
En algunos momentos, y muy a nuestro pesar, nos tuvimos que rendir ante ciertas ecuaciones. Los Estados de algunos de los países en los que trabajamos ejercieron una presión enorme contra la acción humanitaria. La proliferación de grupos yihadistas y grupos armados, y la aplicación sistemática de leyes antiterroristas nos complicaron terriblemente el acceso a las poblaciones. También vimos cómo la narrativa antihumanitaria y antioccidental enturbiaba nuestra reputación y el recrudecimiento de los conflictos redujo aún más el mermado espacio humanitario que teníamos para trabajar. Por ello, tuvimos que tomar decisiones muy dolorosas, como el cierre de los proyectos en Etiopía o la suspensión de actividades en Camerún.
En Etiopía, además, a lo largo del año seguimos explorando todas las vías posibles para esclarecer la muerte de la compañera María Hernández y los compañeros Yohannes Halefom y Tedros Gebremariam, asesinados en Tigray en junio de 2021. Continuamos perseverando para que se asuma la responsabilidad de este crimen.
Y resolvimos contigo
El número de personas que necesitaron asistencia humanitaria en 2022 siguió creciendo y superó los 306 millones. Sin embargo, solo se consiguió financiar poco más de la mitad de lo que se requería para cubrir sus necesidades*. Muchas organizaciones que dependen de fondos institucionales no pudieron mantener su nivel de actividad. En Médicos Sin Fronteras no dependemos de presupuestos que no llegan. Si hemos podido seguir trabajando y resolviendo situaciones imposibles, ha sido gracias al compromiso de personas como tú.
Contigo, en 2022 nos centramos en responder a las crisis más agudas, como epidemias, desastres naturales y, de manera masiva, a la desnutrición. Mantuvimos nuestra presencia en países como Yemen, República Democrática del Congo, Sudán, Sudán del Sur, República Centroafricana, Somalia, Colombia o los Territorios Palestinos Ocupados. También atendimos las necesidades médico-humanitarias de miles de migrantes en Panamá y México durante su ruta hacia el norte de América. Fuimos fundamentales en el Sahel, Siria, Mozambique, Nigeria, Myanmar y, por supuesto, en Ucrania. En este informe verás los increíbles resultados que logramos.
A pesar de esto, no podemos alegrarnos del todo porque sabemos que la brecha entre lo que hemos conseguido y las necesidades es demasiado grande. Somos gente testaruda y comprometida, y por eso queremos llegar a más pacientes y hacerlo mejor. Se lo debemos a las personas que siguen sin recibir la ayuda médico-humanitaria que necesitan para sobrevivir y también a los miles de socios y socias que nos apoyáis cada día. Gracias por estar y resolver.
*Fuente: Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria (IECAH)
Proyectos en 2022
2022 en imágenes
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ENERO / BURKINA FASO: AL BORDE DEL COLAPSO
El golpe de Estado del 24 de enero y el deterioro de la situación humanitaria llevan al país al borde del colapso. A pesar de las dificultades, distribuimos alimentos, tratamos niños y niñas con desnutrición, construimos pozos y transportamos agua.
© Seigneur Yves Wilikoesse/MSF -
FEBRERO / REP. CENTROAFRICANA: ATAQUE ARMADO
Nuestro convoy humanitario con pacientes y personal sufre un ataque cerca de la ciudad de Kabo en enero. Por ello, reducimos nuestras actividades en la región hasta ponerles fin en octubre. Entre 2006 y 2022, en Kabo y alrededores hemos realizado más de 1,7 millones de consultas médicas.
© Igor Barbero/MSF -
MARZO / MÉXICO: TÍTULO 42, DEVASTADOR Y XENÓFOBO
El Título 42, impulsado por la administración Trump y prorrogado en repetidas ocasiones por la de Biden, permite expulsar de manera inmediata a personas que buscan refugio en la frontera con EEUU. Allí, somos testigos de las consecuencias en su salud física y mental.
© Yesika Ocampo/MSF -
ABRIL / SIRIA: OFRECEMOS SALUD A LAS MUJERES
Después de 11 años de conflicto y el cierre paulatino de centros y programas de salud nacionales, las necesidades en cuanto a servicios de salud sexual y reproductiva para las mujeres en el noroeste de Siria son enormes. Como respuesta, intensificamos nuestra actividad en la región. © MSF/Abd Almajed Alkarh -
MAYO / PANAMÁ: PELIGRO CONTINUO EN EL DARIÉN
Aparte de sufrir las dificultades de la selva, en el Darién los migrantes se enfrentan a bandas criminales que les roban, agreden y que, en numerosas ocasiones, vejan y violan brutalmente a las mujeres. Ofrecemos asistencia médica en Estaciones de Recepción de Migrantes. © Oliver Barth/MSF -
JUNIO / UCRANIA: CURAR EL ALMA
Tras 100 días de guerra, nuestros equipos de salud mental alertan de las consecuencias en la población: miedo, estrés, preocupación, desesperanza y ataques de pánico. Damos respuesta en refugios, clínicas móviles y en estaciones de metro. © Jose Colon Toscano/MSF -
JULIO / NIGERIA: DESNUTRICIÓN AGUDA
Una crisis de desnutrición creciente se desarrolla en el noroeste de Nigeria y amenaza la vida de decenas de miles de niños y niñas. En los siete primeros meses del año, y en colaboración con las autoridades sanitarias del país, tratamos a más de 50 000 menores.
© MSF/Lauretta Ijeoma Gerard -
AGOSTO / HAITÍ: MÁS VIOLENCIA EN PUERTO PRÍNCIPE
De enero a junio, la ONU documenta un aumento de la violencia en la capital de Haití: 934 asesinatos, 684 heridos y 680 secuestros. Muchas personas se refugian en asentamientos informales y precarios. Damos acceso a servicios médicos y de agua y saneamiento.
© Johnson Sabin -
SEPTIEMBRE / MOZAMBIQUE: CINCO AÑOS DE CONFLICTO
Cinco años de conflicto armado y cerca de un millón de personas desplazadas en el norte del país. Sufrir un conflicto prolongado tiene profundas consecuencias para la salud mental. Nuestros equipos han tratado desde 2019 a decenas de miles de personas en sesiones individuales y grupales.
© Mariana Abdalla/MSF -
OCTUBRE / YEMEN: ATENCIÓN A MILES DE PACIENTES
Nuestra clínica de salud mental en Hajjah (noroeste de Yemen) atiende a 400 pacientes al mes. Allí también damos apoyo al Hospital de Abs desde 2015. A lo largo de 2022 atendimos a más de 79 000 pacientes y, cada mes, asistimos más de 1000 partos. © Jinane Saad/MSF -
NOVIEMBRE / SOMALIA: LA PEOR SEQUÍA EN 40 AÑOS
Ante la peor sequía en 40 años, un conflicto enquistado, una continua inseguridad y un consecuente aumento de la desnutrición infantil en la ciudad de Baidoa, segundo enclave de desplazados internos, ampliamos la cobertura de nuestros programas de nutrición.
© MSF/Suleiman Hassan -
DICIEMBRE / SUDÁN DEL SUR: BAJO EL AGUA
Sudán del Sur lleva cuatro años sufriendo intensas inundaciones que han afectado a dos tercios del país y a más de un millón de personas. Nuestros equipos trabajan a contrarreloj para frenar el aumento de la desnutrición y los casos de malaria que han traído consigo estas inundaciones.
© MSF/Verity Kowal
Nuestras historias
Acciones que cambian vidas
Desde amaneceres en paz a recuperar peso y sueños de futuro. Eso es lo que supone una sesión de terapia, un tratamiento nutricional, una actividad de empoderamiento comunitario o una atención integral a supervivientes de violencia sexual y de género. Te presentamos algunas de las historias de pacientes que podemos escribir gracias a tu apoyo.
Ucrania
“Me desperté al escuchar el canto de los pájaros”
“Cuando llegué aquí, me desperté a las cuatro de la mañana al escuchar el canto de los pájaros”, recuerda Larissa desde un albergue para desplazados internos en Znamyanka, centro de Ucrania. Le gusta rememorar este momento porque anteriormente se despertaba con el rugido de las bombas en Lugansk (este del país). En este albergue participa en una terapia de grupo de Médicos Sin Fronteras. Llegó allí con su hijo, quien tiene problemas de salud mental.
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Larissa. © Jose Colon Toscano/MSF
Yemen
Más de 2000 niños y niñas reciben nutrición terapéutica
La niña de esta foto, Rawan, tenía nueve meses cuando captaron este instante y estaba recibiendo un tratamiento contra la desnutrición en el Hospital General de Abs (Yemen), donde nuestros equipos apoyan a más del 80 % de los departamentos del hospital. Entre enero y septiembre de 2022, el centro intensivo de nutrición terapéutica del hospital admitió a 2087 niñas y niños con desnutrición y complicaciones médicas asociadas. La mayoría tenían entre 6 y 23 meses. En el momento de la foto, Rawan se encontraba estable.
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Rawan. © Jinane Saad/MSF
Nigeria
“Me motiva su sonrisa de esperanza”
Como trabajadora social de Médicos Sin Fronteras en el Hospital General de Zurmi (noroeste de Nigeria), Hauwa responde a las necesidades no médicas de los pacientes. “Lo que más me motiva es la sensación que me genera ver a los pacientes con esa sonrisa en la cara, la sonrisa de la esperanza”. En Zurmi, llevamos a cabo un proyecto con el que desarrollamos diferentes actividades, desde atención pediátrica hasta promoción de la salud y de la participación de las comunidades.
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Hauwa Dahiru. © MSF/Lauretta Ijeoma Gerard
México
“Es posible reparar y reconstruir cuerpos, mentes y corazones rotos”
El 95 % de los feminicidios en México son perpetrados por personas conocidas de las víctimas. Fabiola estuvo a punto de formar parte de ese porcentaje. En 2019, su marido intentó asesinarla y después fue revictimizada por las autoridades. En el CAI* que gestiona Médicos Sin Fronteras en la ciudad de Ciudad de México, Fabiola ha recuperado la fe en la humanidad, la alegría de vivir y sus sueños: como ser mamá y dedicarse al arte. Además de ofrecer atención médica, en el CAI se desarrollan actividades que buscan potenciar las habilidades de los pacientes para que inicien sus propios proyectos.
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Fabiola. © Jordi Ruiz Cirera
Principales actividades de MSF España
Estas son las actividades que, gracias a tu generosidad, pudimos llevar a cabo en 2022 en nuestros proyectos. Este listado no puede considerarse exhaustivo.
Recursos humanos de Médicos Sin Fronteras España
Nueve de cada diez personas que trabajan en Médicos Sin Fronteras desempeñan su labor en los proyectos. En su mayoría, son profesionales que contratamos localmente en los países donde intervenimos. Los perfiles de nuestros equipos son muy diversos: desde el ámbito sanitario (medicina, enfermería, farmacia, epidemiología, salud mental...) hasta el de logística, administración o comunicación.
Finanzas de Médicos Sin Fronteras España
Apoyo social de Médicos Sin Fronteras España
Gracias a todas las personas que nos seguisteis apoyando, pudimos responder con inmediatez a las emergencias y llevar asistencia médica a quienes más la necesitaban. Sin vuestro compromiso, nuestro trabajo no sería posible.
GRACIAS