20.000 personas aisladas en Malaui por inundaciones

Alrededor de 20.000 personas se encuentran aisladas en el sur de Malaui por las inundaciones a las que se enfrenta el país en los últimos días. La ayuda llega con mucha lentitud a la zona y la población está necesitada de comida, agua y atención médica que impida asimismo la extensión de enfermedades contagiosas.

MSF
16/01/2015

Mientras la ayuda humanitaria va llegando poco a poco a los distritos de Chikwawa, donde las aguas han comenzado a retirarse, la gran mayoría de las zonas afectadas sólo son accesibles por helicóptero, lo que dificulta la llegada de efectivos y material. Los equipos de Médicos Sin Fronteras (MSF), que llevan dando respuesta a las necesidades de la población desde el 9 de enero, centra ahora su atención en la ciudad de Nsanje, donde mantienen un proyecto desde hace años, al tiempo que evalúa la manera de acceder a las zonas más remotas y aisladas. 

“Las inundaciones se están comportando como un maremoto ralentizado, con el río en crecida progresiva hacia su desembocadura, en el sur y Mozambique”, explica Amaury Grégoire, el coordinador general de MSF en Malawi, quien se encuentra en Nsanje evaluando el impacto de las inundaciones. “La mayor parte de Nsanje y de la ribera Este están sumergidas bajo dos o tres metros de agua, lo que ha transformado estas planicies en un lago enorme que se ha tragado casas y puentes. Aunque estas áreas están acostumbradas a las crecidas, los más ancianos del lugar no recuerdan un caso similar”.

Las lluvias han remitido en los últimos días, por lo que se espera que los niveles de agua también vayan poco a poco disminuyendo. Sin embargo, se requieren soluciones a largo plazo para los que han ha perdido casas y cultivos, ya que es una zona donde se practica la agricultura es de subsistencia para el 85% de la población. 

“Se han habilitado campos para aquellos que han perdido sus casas, pero la mayoría ha encontrado refugio en casas de amigos o familiares. Las casas de barro que quedan en pie están abarrotadas de gente y la mayoría de los pozos de agua potable han quedado contaminados por la crecida. La gente se encuentra en una situación precaria y hay muchos problemas a la hora de poder asegurarse una higiene adecuada”, explica Grégoire.

MSF ha donado tiendas de campaña y distribuido material básico, mosquiteras y equipos de tratamiento de agua para la población afectada. Asimismo, con el objetivo de prevenir la aparición de enfermedades como el cólera, sus equipos han construido letrinas. La organización lleva presente en Malawi desde 1986. En la actualidad mantiene tres proyectos de lucha contra el VIH en el país, uno de ellos localizado en Nsanje. MSF ha atendido a otras emergencias por inundaciones en Malawi en 2011, 2012 y 2013.