El Aquarius regresa al Mediterráneo central

El barco de búsqueda y rescate vuelve al mar en un momento en el que se requiere desesperadamente asistencia humanitaria. El buque ha sido equipado con una nueva lancha de rescate de alta velocidad y abastecido con comida y suministros médicos adicionales.

MSF
01/08/2018

El barco de búsqueda y rescate Aquarius, operado conjuntamente por SOS Méditerranée y Médicos Sin Fronteras (MSF), zarpará hoy desde Marsella después de una prolongada escala en el puerto francés.

"La ruta del Mediterráneo central es la más mortífera del mundo", señala Aloys Vimard, coordinador de proyectos de MSF a bordo del Aquarius. "Apenas quedan barcos de rescate en el Mediterráneo central y no hay una operación específica de salvamento por parte de los estados europeos. Ahora más que nunca, se necesita desesperadamente ayuda humanitaria. Rescatar a quienes se encuentran en peligro de ahogarse sigue siendo una obligación legal y moral. En las últimas semanas han muerto más de 700 personas en esta zona del Mediterráneo. Este desprecio por la vida humana es horrible."

En más de dos años de operaciones ininterrumpidas de búsqueda y rescate en el Mediterráneo central, ha sido la primera vez que el Aquarius ha pasado más de un mes en puerto. Esta estancia tan prolongada ha venido motivada por los cambios de contexto que se han producido en las últimas fechas y que han tenido un grave impacto para las operaciones de rescate. Las disputas políticas sobre los puertos de desembarco han dejado varados, a veces durante semanas, a barcos que llevaban a bordo a personas rescatadas. Y por otro lado, las organizaciones humanitarias que salvan vidas han sido criminalizadas y bloqueadas en los puertos de Italia y Malta.

Violencia y explotación en Libia

A pesar de que los estados europeos son plenamente conscientes del terrible nivel de violencia y explotación que sufren refugiados, migrantes y solicitantes de asilo en Libia, el traspaso de las responsabilidades de coordinación a la Guardia Costera libia, que recibe apoyo de la UE, se ha intensificado aún más. A finales de junio, la Organización Marítima Internacional (OMI) reconoció un nuevo Centro Libio de Coordinación Conjunta (JRCC, por sus siglas en inglés). En el interior de Libia, refugiados, solicitantes de asilo y migrantes continúan siendo recluidos de forma arbitraria en centros de detención donde permanecen bajo condiciones inhumanas, y en los que la asistencia humanitaria que se provee no alcanza a cubrir, ni siquiera un mínimo, las crecientes necesidades de las personas que están allí dentro.

"A pesar de que la situación resulta cada vez más compleja, nuestro objetivo sigue siendo el mismo que teníamos al principio: salvar vidas en el mar; evitar que hombres, mujeres y niños se ahoguen y llevarlos a un lugar seguro donde se atiendan sus necesidades básicas y se protejan y garanticen sus derechos", recalca Vimard.

Al mismo tiempo que el Aquarius regresa al mar, los equipos de MSF y SOS Méditerranée se reafirman en los siguientes puntos:

• El Aquarius continuará rescatando personas que estén en peligro en el mar con pleno respeto a la ley marítima.

• El Aquarius seguirá coordinándose con todas las autoridades marítimas pertinentes, siguiendo las convenciones marítimas internacionales.

• El Aquarius no puede cumplir con las instrucciones para demorar la prestación de asistencia a personas que están en peligro, si no tiene certeza de que todos los demás medios disponibles para rescatar a las personas y llevarlas a un lugar seguro se han desplegado.

• El Aquarius no desembarcará personas rescatadas en Libia. Libia no es un lugar seguro para refugiados, solicitantes de asilo y migrantes. Un puerto seguro es aquel en el que se cubren las necesidades básicas de estas personas, pero también un lugar donde puedan buscar la protección a la que tienen derecho y donde no corran el riesgo de sufrir más abusos y violaciones. Teniendo todo esto en cuenta, Libia no puede ser considerado un puerto seguro en este momento.

• Los refugiados, solicitantes de asilo y migrantes interceptados en el mar no deberían ser devueltos a Libia. Por todo ello, el Aquarius está obligado a rechazar cualquier instrucción de las autoridades marítimas para desembarcar en Libia a personas rescatadas o para trasladarlas a cualquier barco que desembarque en Libia.

Zoom out

Tras más de dos años de operaciones en el Mediterráneo central, el Aquarius ha asistido a más de 29.000 personas en más de 200 operaciones. Todas las intervenciones han estado coordinadas por autoridades marítimas competentes.

En numerosas ocasiones, el Aquarius ha sido movilizado por las autoridades marítimas para recibir a personas rescatadas por otros buques en el Mediterráneo central, ya sean buques mercantes, militares o guardacostas. El barco cuenta con tres lanchas rápidas y equipos de flotación de emergencia para operaciones masivas de rescate. Asimismo, a bordo viajan 35 integrantes entre tripulantes marinos profesionales, rescatadores y equipo médico de MSF, todos altamente capacitados para prestar asistencia a personas que se encuentren en peligro en el mar. El Aquarius ha sido adecuado para acoger y proporcionar atención de emergencia a más de 500 personas durante varios días en alta mar.

Durante su estadía en Marsella, el Aquarius ha sido equipado con una nueva lancha de rescate de alta velocidad para llevar a cabo operaciones más eficientes. Dado que ahora existe una mayor probabilidad de que las personas rescatadas en el mar tengan que pasar más días a bordo antes de poder desembarcar en un lugar seguro, el buque ha sido abastecido con comida y suministros médicos adicionales. Asimismo, se ha instalado en cubierta un contenedor refrigerado para conservar los cuerpos de las personas rescatadas sin vida. Las cifras de las últimas semanas demuestran que quienes hoy tratan de llegar a Europa a través del Mediterráneo central tienen mayor probabilidad de morir en la ruta. Según datos de la Organización Internacional de las Migraciones, en los que llevamos de 2018, por cada 17 personas que han llegado a Italia, una ha fallecido en el intento.