Bouar: Seis mil rehenes en su propio pueblo
En el oeste de la República Centroafricana (RCA) no son escasas las poblaciones en las que la comunidad musulmana se encuentra atrapada, rodeada y amenazada por milicias antibalaka. Huir sería arriesgarse a perder la vida. Una de estas poblaciones es Bouar, donde seis mil personas se han convertido en rehenes en su propio barrio. Florent Uzzeni, responsable de los programas de emergencia, se encuentra en la RCA.

¿Cuál es la situación actual y por qué MSF ha decidido intervenir en Bouar?
La inseguridad que reina en el país desde el mes de marzo de 2013 ha provocado desplazamientos masivos de la población, el último en el mes de enero. La población de Bouar ha sufrido el paso de milicias armadas que han convertido a la población civil en su objetivo. La presencia de miles de hombres armados en esta población, pequeña, hace que la situación sea imprevisible y que reine el miedo en el seno de las diferentes comunidades. Ahora han llegado las tropas francesas y eso ha supuesto la desaparición de los hombres armados. Desde el 21 de enero, miles de personas de la comunidad musulmanas han buscado protección situándose en las inmediaciones de la mezquita. Su barrio está rodeado y la gente tiene miedo de salir de él porque pueden ser víctimas de actos violentos y amenazas. Hace unos días, incluso, hombres armados dispararon contra los desplazados durante unos veinte minutos. Se acercaron a pedirles dinero a cambio de dejar de dispararles. Esta comunidad vive en un miedo atroz y creciente, temen por sus vidas. Muchas familias han perdido miembros, sus pertenencias han sido saqueadas y no pueden abrir sus comercios. No tienen otra posibilidad que la de huir, y ya ni eso.
¿Ha habido desplazamientos hacia los países vecinos?
Sí, en esta zona principalmente hacia Camerún. A principios de febrero había 8500 desplazados en Bouar. Pero en los últimos días unos dos mil han huido hacia la población fronteriza de Garoua-Boulaï. Es cierto que llegan nuevas familias también así que es difícil llevar un recuento fidedigno. Pero vemos como mujeres y niños son cargados en camiones hacia Camerún, dado que ahora el camino está controlado y asegurado por las tropas francesas. La mayoría de los desplazados tienen miedo de salir y aquellos que salen corren un riesgo inmenso.
¿Cuál es la situación humanitaria de los desplazados?
La población no ha recibido asistencia alimentaria desde el mes de enero. Hemos hechos una evaluación nutricional y vamos a comenzar a tratar a niños que empiezan a estar desnutridos. La situación no es todavía catastrófica, pero aún así hemos identificado a una veintena de niños desnutridos en una semana. Si no se actúa, la situación se degradará rápidamente. La región habitualmente sufre algo de desnutrición en este período. En el caso de los desplazados las afecciones respiratorias son también comunes.
¿Cuáles son las principales actividades de MSF desde enero en Bouar?
Desde que llegamos, hemos tratado a 72 pacientes en nuestro servicio de emergencias. Unos cuarenta sufrieron un accidente en el camión en el que viajaban y que les llevaba a Camerún. Después de ser tratados, fueron evacuados finalmente a Camerún, done los equipos de MSF en aquel país siguen administrándoles cuidados médicos.
Ahora los que llegan son aquellos que han sido heridos hace unos meses y que habían permanecido escondidos en los bosques. Ahora algunos comienzan a salir de su escondite porque la situación es un poco más tranquila.
¿La población tiene acceso a servicios médicos?
El acceso es difícil, especialmente con la minoría musulmana, que tiene miedo de salir de su barrio para ir al hospital y todavía hay presencia de hombres armados en los caminos. Hemos instalado un centro de salud en su barrio para que puedan tener acceso a servicios primarios. Pero los heridos por bala o por arma blanca no tienen otro remedio que acudir al hospital, situado a un kilómetro de su barrio. Se arriesgan mucho para ir al hospital.
Más allá de la población, muchos responsables de centros de salud han reportado el pillaje de sus instalaciones. El mismo hospital ha sido amenazado y ha sufrido la incursión de milicias armadas, lo que supuso la interrupción de sus actividades durante dos días. En Bohong, a 70 kilómetros, el centro de salud ha sido atacado en repetidas ocasiones. Ha cerrado sus puertas pese a las necesidades evidentes de la comunidad. En el momento en que podamos organizaremos clínicas móviles en la periferia de Bouar.
MSF lleva trabajando en RCA desde 1997. Actualmente MSF opera 8 proyectos regulares en Batangafo, Boguila, Carnot, Kabo, Ndélé, Paoua, Bria y Zémio; y 7 proyectos de emergencia en Bangui, Bouar, Bangassou, Bozoum, Bossangoa, Yaloke y Berberati. MSF cuenta con más de 240 trabajadores internacionales y 2 000 locales. En el Camerún, en Chad, en la República Democrática del Congo y en Congo-Brazzaville otros equipos de MSF asisten a refugiados centroafricanos.