El objetivo, extender nuestra atención sanitaria para llegar al mayor número posible de personas, incluso en zonas y comunidades de difícil acceso. Nuestro equipo cuenta con personal de medicina, psicología, mediación cultural, antropología y promoción de la salud. Esta es nuestra labor en una comunidad profundamente vinculada con la naturaleza.

MSF
07/11/2024

La escena de la llegada del equipo sanitario a la comunidad indígena Kolulu es de emoción y alegría. Varias personas esperan a la orilla del río y observan atentamente cómo los miembros del equipo desembarcan tras su travesía en barco.

Kolulu es uno de los territorios indígenas yanomami ubicados en el estado amazónico brasileño de Roraima. La tierra yanomami tiene una superficie de más de 9 millones de hectáreas, lo que la convierte en el territorio indígena más grande del país, casi del tamaño de Portugal. Desde 2023, se encuentra bajo una emergencia de salud pública declarada por el gobierno debido a las altas tasas de malaria y desnutrición, por ejemplo. Nuestros equipos están en la zona desde abril de 2023, apoyando a las autoridades sanitarias de la región de Auaris en la respuesta a una crisis sanitaria vinculada, entre otras cosas, a la destrucción medioambiental provocada por la minería ilegal.

  • Inauguración del centro de salud de Auaris

Ese día, en Kolulu, una de las comunidades de la región de Auaris, nuestro equipo llevó a cabo actividades médicas y de prevención rutinarias de enfermedades comunes en la región, como la malaria, la diarrea y la tungiasis. La gente, en su mayoría mujeres, niños y bebés, hacía cola para ser atendida.

El terreno irregular suponía un reto para el personal médico y de apoyo, que tenía dificultades para mantener niveladas las básculas para pesar a los niños y niñas. Improvisaron colocándolas sobre una mesa. Lo que empezó como un pequeño problema acabó siendo una diversión para los niños y niñas, a quienes parecía gustarles que los levantaran para pesarlos.

Aunque nuestro trabajo continuo en la región de Auaris incluye la provisión de atención médica primaria, nuestros equipos se centran principalmente en la prevención y el tratamiento de la malaria.

Según el Ministerio de Salud, durante el primer trimestre de 2024, Auaris registró el mayor número de casos de malaria (1.622) en todo el territorio yanomami. Sin embargo, los casos han disminuido un 26% en comparación con el mismo período de 2023.

El principal centro de salud en Auaris ofrece atención a los casi 5.000 habitantes de las comunidades sanöma y ye'kwana. Mejorar la atención médica en la región de Auaris ayuda a que un gran número de personas tengan acceso a la atención, ya que es el área más densamente poblada del territorio yanomami. Entre enero y julio de este año, nuestro personal y el de las divisiones yanomami y ye'kwana del sistema de salud indígena brasileño realizaron aproximadamente 6.600 consultas médicas. Como parte de esta colaboración, coordinamos la renovación y ampliación del centro de salud local, con una inversión de 400.000 euros. El objetivo es ofrecer tratamiento contra la malaria y ayudar a proporcionar una atención sanitaria de mejor calidad en el territorio, así como reducir el número de derivaciones de pacientes a la capital del estado, Boa Vista.

Además, nuestros equipos visitan las comunidades indígenas para crear conciencia sobre la malaria y realizar pruebas y exámenes. Si el resultado de una prueba es positivo, el tratamiento comienza de inmediato.

“Nuestro objetivo es llegar al mayor número de personas posible”, explica Caterina Galliziolli, nuestra coordinadora médica, “incluso en zonas de difícil acceso. Ya hemos visitado la mayoría de las comunidades de la región”.

Para llevar a cabo este trabajo, contamos con un equipo multidisciplinario formado por una veintena de profesionales entre personal de medicina, psicología, microscopistas, promoción de la salud, antropología y mediación intercultural.

La población local considera que la malaria es un tipo de ‘xawara’, un término utilizado para definir una enfermedad causada por personas no indígenas y tratada por médicos convencionales, no por chamanes tradicionales.

“A pesar de ser endémica en toda la región amazónica, incluso en el territorio yanomami, la enfermedad se puede prevenir y tratar de manera eficaz, por lo que la sensibilización es esencial para reducir las tasas de malaria”, explica Galliziolli.

  • Ceremonia indígena en la inauguración del centro de salud de Auaris

Para ello, nuestros promotores de salud y mediadores interculturales realizan sesiones de información comunitaria. Lamentablemente, todavía hay algunas muertes por la enfermedad, lo que genera un profundo dolor colectivo para los miembros de la comunidad.

Esa fue la situación con la que se encontró nuestro equipo al regresar al centro de salud de Auaris tras su visita a Kolulu. Un niño de 2 años, que acababa de llegar a la unidad sanitaria en estado crítico ese mismo día, había muerto de malaria. La tristeza se había apoderado de los miembros de la comunidad y del personal sanitario, transformando un ambiente normalmente alegre que siempre estaba lleno de voces que hablan en diferentes idiomas.

Era imposible no pensar en cómo, unas horas antes, otros niños disfrutaban durante las actividades médicas en Kolulu. De la misma manera que la alegría se vivía colectivamente, ahora dio paso a un dolor igualmente colectivo.

“Hemos estado trabajando el duelo desde esta perspectiva colectiva tanto en actividades grupales como individuales”, dice nuestra psicóloga Deborah Gonçalves. “Creo que la gente aquí entiende la salud como bienestar, una noción relacionada con la vida en comunidad, con la selva tropical, con la naturaleza. Cada ser vivo es parte del colectivo, la comunidad. Si alguien o algo en este entorno está mal, afecta a todos. Valoramos y trabajamos con las comunidades, respetando esta visión holística y ofreciendo apoyo psicosocial, mientras buscamos ayudarlas a mantener su bienestar”.

MSF en la región amazónica

MSF empezamos a trabajar en Brasil en los años 90 durante una epidemia de cólera que afectó a comunidades indígenas y ribereñas de la región amazónica. 

En 1993, nuestros equipos empezaron a trabajar en Roraima en respuesta a un brote de malaria que afectaba a las comunidades yanomami y macuxi. Además de ofrecer asistencia sanitaria en ese momento, los equipos de MSF también formaron a personal sanitario, incluidos microscopistas y representantes de salud indígenas.

Además de estas iniciativas, MSF ha llevado a cabo varios otros proyectos a lo largo de los años en Brasil, incluidas acciones con la comunidad migrante y en la respuesta al COVID-19 en varios estados del país.