MSF alertamos de la insuficiente respuesta ante el incremento de migrantes en la selva del Darién, así como de la necesidad de ampliar la asistencia humanitaria en la zona y que los gobiernos desarrollen acciones efectivas para evitar riesgos físicos y de violencia en la ruta.

MSF
30/08/2023

A lo largo del mes de agosto, la comunidad indígena de Bajo Chiquito del Darién panameño ha visto llegar entre 2.000 y 3.000 personas migrantes al día. Esta cifra supone entre cuatro y seis veces la población local. Del 1 al 29 de agosto, cruzaron más de 55.000. En total, son más de 320.000 las personas que han atravesado la peligrosa selva fronteriza entre Colombia y Panamá desde principios de año. Esta cifra supera con creces el total de personas que cruzaron en 2022 (248.284).

  • El 21% de los migrantes que han cruzado el Darién en 2023 son niños, niñas y adolescentes.

Accidentes y violencia 

Son más de 2.000 personas las que a diario se ven forzadas a enfrentar riesgos como lesiones y ahogamientos por las condiciones geográficas, y también robos, agresiones y violencia sexual por parte de las bandas criminales. Cuando logran llegar a Panamá, no encuentran la atención que necesitan. “Las organizaciones humanitarias no damos abasto ante el incremento de personas que llegan a diario. En las últimas semanas hemos tenido días de hasta 3.000 migrantes en un solo punto”, explica Jose Lobo, coordinador de terreno de Médicos Sin Fronteras (MSF) en el Darién panameño.

La gran mayoría llega con algún tipo de afección: desde heridas en los pies y dolor en las extremidades por las intensas jornadas; diarreas y enfermedades gástricas por beber agua de ríos; hasta depresión, ansiedad y estrés postraumático después de vivir o presenciar hechos violentos. 

Las rutas varían por temporadas, pero actualmente la mayoría de caminantes salen desde Capurganá o Acandí, en Colombia, y llegan a Bajo Chiquito, desde donde se embarcan en piraguas hacia la Estación Temporal de Recepción Migratoria (ETRM) de Lajas Blancas. En ambos puntos ha habido condiciones de hacinamiento en las últimas semanas, que agravan los problemas de salud y seguridad para las personas migrantes ante la escasez de agua y de espacio para dormir. 

  • MSF cuenta con puestos de atención en salud física y mental en Bajo Chiquito y las Estaciones de Recepción Migratoria de Lajas Blancas y San Vicente.

El aumento ha sido tan grande que tanto las comunidades de acogida como la capacidad de las organizaciones en las ETRM, especialmente la de Lajas Blancas, se han visto desbordadas”, insiste Lobo. El martes 22 de agosto llegó a haber más de 4.800 migrantes entre los cuatro puntos de llegada de personas migrantes a Panamá.

MSF contamos con tres puestos de atención en la región: uno en Bajo Chiquito y dos en las ETRM de Lajas Blancas y San Vicente. En las filas de espera de los puestos de salud, decenas de migrantes se cansan de esperar. “Es que hay muchos niños deshidratados y con diarrea”, cuenta una mujer venezolana de unos 30 años con ampollas en los pies por la rozadura de sus botas. 

Más de 44.000 consultas y curas

Entre enero y julio de 2023, nuestro equipo ha llevado a cabo 35.912 consultas médicas y de enfermería, incluyendo a 673 mujeres embarazadas y 206 personas supervivientes de violencia sexual. Además, ha realizado 1.611 consultas de salud mental y 6.952 curas. 

En la zona también están presentes otras organizaciones, pero las necesidades actuales sobrepasan todas las capacidades. Por eso, insiste Lobo, “hacemos un llamamiento de urgencia a todos los donantes y las organizaciones humanitarias para que multipliquen sus esfuerzos; y a los gobiernos de Panamá y Colombia para que desarrollen acciones efectivas con las que garantizar una ruta segura a la población migrante y su acceso a servicios básicos”.

  • Los migrantes llegan a Bajo Chiquito luego de tomar una piragua a una hora de distancia en un punto conocido como Come Gallina.