En emergencias, cada segundo cuenta
En conflictos, partos complicados o brotes epidémicos, actuar a tiempo marca la diferencia entre vivir o morir. Nuestros equipos trabajan contrarreloj en algunos de los contextos más peligrosos del mundo para atender a quienes más lo necesitan. Tu apoyo nos permite llegar antes, responder mejor y no dejar a nadie atrás.
En emergencias, cada segundo cuenta
En nuestro trabajo, cada segundo cuenta.
Y no es una frase hecha.
Cuando atendemos a una persona tras un bombardeo o un ataque armado, puede tener una hemorragia que no se detiene, una herida de bala o un trauma profundo que requiere actuar de inmediato. En esos momentos críticos, todo lo que tenemos, y lo que no, marca una gran diferencia.
Por ejemplo, en Ituri (República Democrática del Congo), hemos realizado más de 15.600 intervenciones quirúrgicas en 2024 para responder a situaciones vitales críticas y reducir las secuelas graves que pueden sufrir las personas heridas a causa del conflicto en la región.
Del mismo modo, cuando una mujer da a luz, cada segundo también puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. Hay que monitorear posibles complicaciones, intervenir si hay una hemorragia, comprobar si el bebé no respira después de nacer o si es necesaria una cesárea de urgencia. Todo sucede en un instante. Nuestros equipos atienden más de 40 partos cada hora en todo el mundo y, en muchos de los lugares donde trabajamos, este acceso a los cuidados necesarios puede ser crucial para la supervivencia de la madre y su bebé.
En Haití, donde casi el 60% de los partos no cuentan con asistencia médica, hemos contribuido a reabrir la maternidad Isaïe Jeanty, una de las más grandes del país, que había cerrado durante una ola de violencia a principios de 2024. Y es que somos de las pocas organizaciones que, a pesar de la alta inseguridad del país, estamos allí trabajando. Esta reapertura permitirá que muchas mujeres embarazadas reciban la atención que necesitan y que se eviten complicaciones como hemorragias, infecciones o hipertensión arterial, una de las principales causas de mortalidad materna. Ninguna mujer debería morir por falta de atención durante el parto.
El tiempo también es esencial en emergencias sanitarias como las epidemias o los brotes de enfermedades. Toda epidemia empieza con una sospecha: un aumento repentino de casos, síntomas que se repiten y la aparición de pacientes graves. Cada segundo cuenta y las primeras 72 horas son determinantes para controlar el brote o identificar si nos enfrentamos a una emergencia mayor. El peligro se agrava en lugares donde hay crisis humanitarias, ya que allí las enfermedades infecciosas se propagan con mucha rapidez.
Lo vimos en Darfur, al oeste de Sudán, donde nuestros equipos han tratado a más de 2.300 pacientes con cólera en colaboración con el Ministerio de Salud. El centro de tratamiento del Hospital de Tawila, equipado con 130 camas, tuvo que acoger a 400 pacientes durante la primera semana de agosto. Llegaban tantas personas con síntomas que tuvimos que añadir colchones en el suelo para atender al máximo número de casos.
Tú puedes ayudarnos a ganar tiempo con un donativo: tiempo para responder a emergencias, para acompañar a quienes más lo necesitan y para actuar antes de que sea demasiado tarde.
En todo el mundo, nuestros equipos trabajan contrarreloj para ofrecer atención médica vital. Aproximadamente, cada 12 segundos, un paciente ingresa en alguno de los servicios de urgencias en los que trabajamos y cada año realizamos cerca de 135.000 intervenciones quirúrgicas, atendemos casi 370.000 partos o tratamos a más de 140.000 personas con cólera.
Detrás de estas cifras hay personas que necesitan atención urgente, con historias, familias, esperanzas. Y no podrían recibirla sin el apoyo de personas como nuestros colaboradores y colaboradoras. Ahora, nuestra labor es más esencial que nunca: algunos Gobiernos están reduciendo la ayuda humanitaria y al desarrollo en un momento en el que hay más países con conflictos armados que en cualquier otro periodo desde la Segunda Guerra Mundial.
Si puedes, apóyanos para seguir llevando atención médica urgente a esas personas para las que cada segundo cuenta. Tu donativo se convierte en acción directa: cirugías, partos atendidos, antibióticos, anestesia, vacunas, transfusiones y manos expertas. Tu colaboración nos permite responder mejor, más rápido y con más capacidad.